- POR MARTÍN VILLAGRA
- Periodista
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En medio de tantos golpes y críticas, Cerro Porteño se retiró anoche con una sonrisa de Capiatá. No borra el mal sabor del fracaso. El subcampeonato absoluto queda para los registros, pero ser segundo no motiva festejos. El DT azulgrana Fernando Jubero optó por un equipo muy alternativo. El sábado se había asegurado lo último que estaba pendiente: clasificar a la fase de grupos de la Copa Libertadores, un premio consuelo.
Con las dudas de Pablo Gavilán atajando en el arco, más los menudos Alan Rodríguez, Marcelino Ñamandú y Fernando Ovelar, más una defensa renovada inició el Azulgrana.
El empuje de Marcelo Palau sobresalió desde el comienzo. En el redondeo final, alta calificación para Diego Churín, quien volvió a convertir y se vistió de asistidor en los dos tantos de Conejo Benítez, otro punto alto en esta ocasión.
“Sa-Sa” abrió de cabeza el partido y no lo festejó por su pasado cerrista. Marcelino Ñamandú igualó en la boca del arco tras un mal despeje del golero Joel Silva. Diego Churín, de cabeza, comenzó a darlo vuelta. Los sucesivos goles del “Conejo” Benítez tuvieron coparticipación de Diego Churín. El tanto de Gustavo Noguera maquilló el mal día de los capiateños, que todavía pelean con mínimas chances por ir a una copa.