Un año que quedará en el recuerdo de todos los olimpistas y en la historia. Por si quedaba alguna duda de la suprema­cía de Olimpia en la tempo­rada, coronó su bicampeonato con una goleada sobre su clá­sico más añejo e incluso dejó la sensación de haber que­dado corto luego de los exce­lentes últimos minutos. Pese a algún amague, Guaraní no fue un rival a la altura para un equipo franjeado que se cansó de ganar en el 2018.

El Aborigen arrancó mejor, es cierto. Pudo evitar que Olimpia maneje el balón y le copó la mitad de la cancha. Pero antes de que incluso pueda sacar ventaja de su mejor momento en la can­cha, ya estaba abajo en el marcador.

Más que nunca, el equipo de Garnero fue efectivo. Pri­mera llegada y Julián Bení­tez ya estaba festejando con sus compañeros y todo el estadio. En la previa, Cama­cho se vistió de asistidor.

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Jorge Ortega celebra su conquista en la gran victoria de Olimpia.foto:ANÍBAL GAUTO

Bien temprano, el Fran­jeado daba el golpe que necesitaba, porque a partir de esto, el Aborigen desa­pareció del partido. Olim­pia hizo todo lo que no pudo hacer ante Libertad en la fecha pasada: mover la pelota, ocupar espacios y ser punzante. Eso sí, tras el pri­mer gol, le faltó efectividad y por eso no pudo aumentar la ventaja.

Esto permitió que en una jugada iluminada y de otro partido, Guillermo Bení­tez empatara elpartido y ponga cierto manto de duda en el Defensores del Chaco. Pero no pasó mucho para que Patiño adelante nueva­mente alDecano y comience el festejo.

Tras el 2-1, nada más hubo que goles franjeados. Quin­tanita y Ortega decora­ron el marcador, condos grandes definiciones. Ni con Velázquez, Bogarín y Gaona Lugo, Guaraní pudo despertar.

Dominio absoluto del Decano en una temporada que se tiñó de blanco y negro. Estable­ció nuevos récords, no per­dió ante sus rivales direc­tos, Libertad y Guaraní, y su rival de siempre, Cerro Por­teño, solo pudo derrotarlo en una ocasión. Pero ojo, toda­vía le queda una final más y el equipo de Garnero demos­tró que quiere más. ­

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