Por Martín Villagra, periodista, martin.villagra@gruponacion.com.py
Es abogado, está casado con Betania Cáceres y es socio hace 8 años. A sus 31 años, Javier Monges es uno de los tres candidatos a la presidencia de Cerro Porteño, que en diciembre realizará su asamblea para renovación de autoridades. Declarado hincha de cancha, de esos que acompañan al equipo en los torneos locales y en cada viaje en el campo internacional. Defiende el desarrollo en un plan de autosustentabilidad a corto y mediano plazos. Desea acabar con el viejo mito del presidente “mecenas”, aquel que por su capacidad económica pone dinero de su billetera para salvar al club momentáneamente, pero al final lo endeuda, o hipoteca por mucho tiempo. Un crítico, que no promete la Copa Libertadores, pero sí trabajar incansablemente para intentar ganarla. Visitó La Nación y habló de sus propuestas como cabeza del Movimiento que lo postula: “Del pueblo para el pueblo”.
“Yo no puedo prometer una Copa Libertadores, pero puedo prometer hacer todo lo que está a mi alcance, y más para intentar ganarla. Es nuestra idea, ilusión y sueño. Nuestro cerrismo es completamente indiscutible”, dijo Monges sobre el objetivo histórico pendiente.
El presidenciable entiende que los motivos de los fracasos internacionales tienen que ver “más con la falta de planificación y gestión deportiva”. A la pregunta de cómo revierte eso dijo: “Lo primero es hacer respetar la institución. Hoy no tenemos un peso, ni en la APF, ni en la Conmebol. Los partidos de Cerro se programan a la hora que quiere otra gente. Nuestro representante en la divisional no sienta postura para que el hincha pueda ir en horario cómodo a la cancha. En la Conmebol pasa la misma cosa”.
Citó un ejemplo: “Lo que pasó hace poco con Cruzeiro-Boca. El presidente de Cruzeiro salió de La Bombonera y ya estaba en Asunción, reclamando una expulsión por error arbitral. Y nosotros, el robo que sufrimos en Brasil (ante Palmeiras, hubo un grosero arbitraje). Ni un manifiesto sacó el club. O sea, fue algo normal, como si fuera que no pasó nada”.
Sobre el estado financiero del club, comentó que las deudas con los bancos están al día, pero debe revisar lo que se debe a Juan José Zapag (presidente desde el 2009), además todo lo que se gastó en la construcción de La Nueva Olla, reinaugurada el año pasado.
“Manejamos un presupuesto de aproximadamente entre 600 y 800 mil dólares, que es el gasto mensual en total de Cerro. Entonces, hay que trabajar sobre eso. Poder cubrirlo mediante la potenciación de la marca Cerro Porteño, no solamente en el país, sino internacionalmente también”, indicó.