La finalísima del 2015 fue su primer superclásico cuando se desató la gran polémica por una mano clara del jugador de Cerro Porteño, Fidencio Oviedo. Era penal para Olimpia, que Éber Aquino no sancionó al no ver lainfracción, al igual que sus asistentes. En el descanso reconocieron el error al ver la repetición. Fue así que Aquino instó a sus colaboradores a no compensar un error con otro.
Éber Aquino es hoy es uno de los mejores árbitros del fútbol paraguayo. El domingo dirigirá su cuarto superclásico. El tiempo pasó y la chance es propicia para otra revancha, considerando aquel episodio del que aprendió, se repuso y sigue adelante. Su nombre entró en el bolillero para el sorteo con el de Jorge Mercado. Por el azar ya está designado el juez del tradicional enfrentamiento.