Se cumplió con la obligación ante Ecuador, pero esa victoria hay que revalidarla hoy, por lo menos con un punto. La Albirroja se planta hoy en el Arena Corinthians para medir a la mejor selección brasileña de los últimos tiempos, comandada por Neymar y que viene de ganar siete partidos consecutivos.

Está prohibido volver con las manos vacías de San Pablo. Por lo menos un punto servirá para no alejarse demasiado de la zona de clasificación y en el próximo combo sumar una cantidad parecida (cuatro puntos) para estar en lugares de privilegio.

Nunca se ganó en suelo brasileño, pero no hay que perder la ilusión, ya que siempre hay una primera vez, así como pasó en Córdoba ante Argentina.

Francisco Arce anuncia un equipo con equilibrio, pero que también está preparado para dañar cuando se tenga el balón. El esquema es una incógnita, pero no sería raro que plantee nuevamente el 4-1-4-1, con Riveros como protector de la defensa y Rojas con Almirón como internos, más dos extremos como González e Iturbe. Arriba estaría el máximo goleador del Arena Corinthians, Ángel Romero, que quiere extender su récord.

La clave será no regalar espacios y sacarle la posesión al rival lo más tiempo posible.

Brasil, clasificado, pondrá todo su potencial. Fágner será la única novedad en lugar del suspendido Dani Alves.