Por Nilza Ferreira
La resistencia a la insulina es una alteración metabólica que de no ser diagnosticada oportunamente puede ir progresando hacia una diabetes, de ahí la importancia de mantener los niveles de glucosa en rangos normales.
La endocrinóloga Lorena Careaga aborda este tema con La Nación/Nación Media y explica qué sucede cuando una persona tiene resistencia a la insulina, las señales de alarma y cómo se puede revertir esta condición.
“La resistencia a la insulina es una condición que se considera patológica, donde la hormona insulina no puede realizar correctamente su función, la cual es distribuir la glucemia hacia los tejidos, actuando como una llave dejando entrar a la glucemia y permitiendo utilizarla como energía”, refirió.
La médica habló de los riesgos de padecer este trastorno metabólico. “Cuando existe resistencia a la insulina, la glucosa se acumula en la sangre elevando sus niveles, y por tanto, predispone a la pre diabetes y luego a la diabetes”, afirmó.
Otra consecuencia es que esta glucosa no puede ingresar a los tejidos para ser utilizada como energía y los músculos pierden fuerza.
Existen señales que pueden indicar que la persona presenta este problema de salud.
“La resistencia a la insulina a pesar de lo que se cree, es un diagnóstico clínico es decir existen signos que podemos observar en el paciente por ejemplo la denominada: acantosis negricans que son manchas oscuras que pueden aparecer en la región del cuello o axilas”, manifestó.
Así también la aparición de acrocordones que son pequeños crecimientos de la piel que generalmente se observa en el cuello que simulan a verrugas de coloración oscura.
Dentro de los factores de riesgo en la primera instancia se encuentra la obesidad, así como el sobrepeso y el sedentarismo.
“Una condición que se acompaña con resistencia a la insulina es el síndrome de ovario poliquístico en el cual existen además otras alteraciones hormonales y clínicas como el hiperandrogenismo y el hirsutismo”, comentó la doctora Careaga.
Para diagnosticarla se pueden utilizar varios métodos, entre ellos la medición de glucosa e insulina en ayunas. Con esos valores se calculan los índices como el “HOMA”.
“La clínica es soberana, pero se pueden solicitar algunos estudios laboratoriales como la medición de la insulina basal asi como la glucemia basal y calcular un índice que se denomina índice HOMA”, mencionó.
El ejercicio físico es un pilar fundamental en el tratamiento, además de algunos fármacos que deben ser indicados por el médico tratante.
“Teniendo en cuenta de que el exceso de tejido adiposo podría contribuir a esta resistencia en primera instancia se debe trabajar sobre los factores de riesgo es decir: alimentación más saludable, actividad física así como también existen medicamentos que pueden mejorar esta condición”, puntualizó.
El tratamiento farmacológico puede incluir la metformina, el inostiol y “los muy bien conocidos y populares actualmente los Agonistas de GLP-1”, conforme expresó.
Según la especialista, en Paraguay no hay registros sobre el número de pacientes con este tipo de trastorno del metabolismo.
“En cuanto a la resistencia a la insulina propiamente dicha no contamos estadísticas. Pero sí en la última encuesta nacional se evidenció un alto índice de Obesidad y Sobrepeso del 69.3%. Solo el 3.9% consume verduras y frutas diarias y el 72.3 % de la población no realiza actividad física en su tiempo libre”, subrayó.
DATOS CLAVE
-La resistencia a la insulina es una alteración metabólica que de no ser diagnosticada oportunamente puede ir progresando hacia una diabetes.
-Cuando existe resistencia a la insulina, la glucosa se acumula en la sangre elevando sus niveles y, por tanto, predispone a la pre diabetes y luego a la diabetes.
-Existen signos que se pueden observar en el paciente por ejemplo la denominada acantosis negricans que son manchas oscuras que pueden aparecer en la región del cuello o axilas.
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