La fibra es un componente esencial para el organismo debido a que contribuye al buen funcionamiento del aparato digestivo. Detectar las señales del cuerpo que alertan sobre la falta de fibra resulta fundamental para asegurar una alimentación equilibrada y, a la par, una mejora en la salud.

El cuerpo envía diferentes señales cuando recibe una cantidad inadecuada de fibra, según investigaciones médicas. El estreñimiento es solo uno de los signos. Como la fibra contribuye al buen funcionamiento del intestino y del colon, su falta o disminución se traduce en incapacidad para evacuar correctamente.

El cansancio y fatiga intensos también pueden ser indicadores de falta de fibra. Este compuesto estimula los niveles de energía balanceados: en niveles normales de fibra, los períodos de fatiga o cansancio son casi inexistentes. Lo mismo sucede con el apetito. La digestión de este compuesto promueve la sensación de saciedad. Entonces, si una persona está casi todo el día con hambre, es probable que deba consumir más fibra.

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Según se estableció, los hombres adultos necesitan entre 30 y 38 gramos de fibra al día, mientras las mujeres entre 21 y 25 gramos. Aquellas personas con un estilo de vida sedentario o que padecen problemas de salud pueden necesitar ajustar su ingesta de fibra para garantizar un funcionamiento óptimo del sistema digestivo.

Entre los alimentos que mayor cantidad de fibra se destacan la frutilla, manzana, banana y naranjas, al igual que ciertas verduras como las lentejas y el brócoli. No hay que descartar cereales como la avena. Todos son importantes fuentes de fibra.

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