La convivencia entre los gatos puede ser complicada si no se implementan algunas medidas fundamentales de adaptación. No obstante, una vez que se superó la fase crítica, el relacionamiento cercano entre felinos puede representar una oportunidad muy estimulante tanto para los peluditos como para sus dueños.

Según estudios del comportamiento animal, los felinos pueden ser muy solidarios entre ellos y colaborarse mutuamente a adaptarse a la dinámica de un hogar, por lo que, tener dos gatos puede resultar realmente beneficioso. También implica mayor estimulación social y actividad física beneficiosa para ambos peluditos.

No obstante, para construir una buena convivencia entre dos gatos, se debe afrontar un complejo proceso de adaptación, en donde el olfato juega un rol clave. En primera instancia, será el olfato el signo que servirá como un canal de conexión entre ambos animales.

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El acercamiento debe ser lento y progresivo, bajo la atenta vigilancia de los dueños para evitar cualquier acto de agresión. Se puede intentar que el gato ya residente en el hogar asocie la llegada del nuevo integrante con un acto agradable, ya sea un juguete nuevo, un alimento muy sabroso o cualquier elemento que le agrade y lo haga feliz.

Con esta simple acción, se asociará al recién llegado con un elemento positivo y se podrá construir una sana empatía. Al inicio, al momento de comer y hacer sus necesidades, los gatos deben estar separados para evitar cualquier conflicto. Conforme avance el periodo de adaptación, los felinos podrán compartir sus espacios armoniosamente.

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