De lado, boca arriba o abajo constituyen las posiciones más comunes a la hora de dormir. No obstante, no todas aseguran un descanso reparador o son saludables para garantizar el buen funcionamiento del organismo. Según estudios científicos, la posición correcta para dormir varía de acuerdo a las necesidades de cada organismo.

Por ejemplo, la ciencia demostró que dormir de lado no solo libera las vías respiratorias, sino que también evita que la úvula (la parte carnosa que cuelga en la zona posterior de la garganta) y la lengua obstruya la garganta, por lo que se reducen los sonidos y se garantiza un mejor descanso. De hecho, en algunos casos, cambiar de dormir mayormente boca arriba a dormir de lado resuelve el problema de la apnea del sueño (dificultades para respirar) por completo.

De acuerdo con estos datos importantes, quienes duermen boca arriba tienen además más probabilidades de sufrir dolor de espalda en comparación con aquellos que duermen de lado. No obstante, esto no significa que dormir de lado funcione para todo el mundo. La posición correcta también depende de las necesidades de cada organismo.

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Si tenés acidez o reflujo, se recomienda dormir de lado, pero el izquierdo, elevando el cuerpo por varias almohadas para aliviar los síntomas. Esta posición mantiene la unión entre el estómago y el esófago por encima del nivel del ácido gástrico.

Por otra parte, aunque dormir boca arriba resulte cómodo, puede ser contraproducente para la salud, especialmente en términos del cuidado de la piel. Estudios revelan que esta posición puede contribuir a formar líneas de expresión en el rostro, además de obstruir a las vías respiratorias.

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