En pleno siglo XXI, la sexualidad sigue siendo un tema tabú. Sobre ella, existen muchos mitos y realidades que generan confusión y desinformación e impiden vivirla a pleno. Recopilamos los más comunes y los contamos.
Uno de los mitos principales es que los hombres siempre quieren tener relaciones sexuales; sin embargo, la realidad es que los hombres pueden experimentar fluctuaciones en su deseo sexual, al igual que las mujeres. Lo cierto es que el deseo sexual varía de persona a persona y depende de múltiples factores, como la edad, la salud y las experiencias pasadas.
Otro mito es que la masturbación es mala para la salud; siendo que se trata de una práctica normal y saludable para explorar la propia sexualidad, además, no causa daño físico o emocional.
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El peor mito para las mujeres, es que no tienen orgasmos. La realidad es que las mujeres tienen orgasmos y disfrutan de la actividad sexual tanto como los hombres. La mayoría necesita de estimulación directa del clítoris para alcanzar el orgasmo.
El peor mito para los hombres, es que el tamaño del pene importa en una vida sexual satisfactoria. La verdad es que el tamaño no es el factor más importante, sino también las habilidades sexuales, la comunicación, la conexión emocional y la exploración mutua.
Un mito sin pies ni cabeza es que la actividad sexual causa problemas de salud. Al contrario, la actividad sexual puede ser una parte saludable de la vida, si es regular tiene efectos positivos en la salud física y emocional.
En resumen, la sexualidad es una parte natural y normal de la vida. Al entender los mitos y las realidades sobre ella podemos tomar decisiones informadas y disfrutar de manera saludable y satisfactoria.
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“Dicen que...”, datos falsos ponen en jaque ayudas en inundaciones en Brasil
La desinformación que circula sobre las mortíferas inundaciones que enlutan a Brasil tiene a la población del estado de Rio Grande do Sul en sobresalto permanente, y puso el gobierno a la defensiva. Las redes sociales son el canal principal de difusión de una corriente continua de datos, algunos falsos, sobre una tragedia que se cobró al menos 107 vidas y que dejó a Porto Alegre (sur de Brasil) y ciudades aledañas en un estado de destrucción comparable al de una zona de guerra.
Las redes también funcionan para solicitar ayuda puntual, avisar de situaciones que requieren atención inmediata, o compartir informaciones de interés público durante la crisis. Expertos y socorristas advierten del impacto que la información falsa puede tener en una situación de crisis.
En una serie de audios virales, una mujer dice que acaban de “matar a un socorrista”, que “hay muchos tiros”, que “llegaron tres vehículos de las fuerzas armadas” y “la cosa está fea”. Además, pide que “quien quería venir a ayudar no lo haga”. “Yo incluso estoy intentando huir de aquí”. No hay identidad, día o lugar, pero los audios circulan de todos modos. La AFP no ubicó reportes oficiales o de prensa de socorristas muertos a tiros.
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Otro ejemplo viral involucró al empresario Luciano Hang, dueño de las tiendas Havan, quien, según algunos internautas, había enviado más aviones a la zona de desastre que la Fuerza Aérea. Pero en realidad los aviones de Hang fueron dos, frente a al menos doce de la Fuerza Aérea, un contenido verificado por el Proyecto Comprova (comprueba), una iniciativa de chequeo de datos de la cual es parte la AFP.
Para quienes dedican su tiempo a ayudar en medio de una tragedia humana como la que enfrenta el sur de Brasil, la situación es de permanente sobresalto y su actividad se ve condicionada. “El sábado nos pasó mucho de recibir un mensaje, ir a un lugar, y que no hubiera gente allí”, relata Jessica Cardoso, corredora de seguros de 27 años que junto a su familia ha rescatado a decenas de personas varadas cerca del estadio del Gremio de Porto Alegre.
Jessica, que no confía en que en la televisión aparezca “la verdad”, utiliza sobre todo redes sociales para informarse de lo que pasa, pero sabe que “hay fake news”, información falsa divulgada expresamente o por descuido. Cuenta que recibió un mensaje señalando que “llegaban 300 personas (rescatadas) para Gravataí”, su ciudad, ubicada al noreste de Porto Alegre. “Nos desvivimos” para poder encontrarles refugio. El mensaje no tenía origen claro y “no era verdad”. “Dejamos de ayudar a otros” por culpa de un mensaje falso, se lamenta. Desde entonces solo responde a pedidos concretos que incluyan “fecha y horario”.
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Vidas en riesgo
Raquel Recuero, coordinadora del laboratorio de Investigación en Medios de la Universidad Federal de Pelotas, en Rio Grande do Sul, señala que existe “desinformación” que busca criticar a las autoridades políticas o científicas que coordinan la respuesta al desastre, basadas en datos falsos. Pero el “caso más grave” es la “desinformación específica referente a eventos puntuales sobre la crisis”; contenidos sobre que “el agua llega a localidades que están seguras, información sobre escasez de alimentos y combustible” cuando en realidad hay, explica.
Esto “acarrea comportamientos que pueden ser perjudiciales para las personas y complicar la propia crisis”, pues genera respuestas inmediatas, sostiene la experta. Este fenómeno provoca “confusión, dificulta la toma de decisiones por parte de las personas (...) e incluso puede poner su vida en riesgo”, advierte.
Wagner Urssulin, diseñador gráfico de 37 años que colabora con las evacuaciones en embarcaciones, cree que las consecuencias de los rumores infundados son “muy grandes, porque crean un estado alarmista con personas que ya están fragilizadas”. “El rumor pone en jaque el trabajo de mucha gente”, se lamenta el joven que prefiere informarse por una radio local, con transmisión continua sobre la crisis.
El gobierno brasileño denunció por su parte “narrativas desinformativas y criminales vinculadas a las inundaciones” con “impacto” en la “credibilidad” de instituciones como el Ejército o la Fuerza Aérea, “cruciales en la respuesta a emergencias”. El ejecutivo pidió a la Policía Federal la apertura de una investigación sobre “eventuales crímenes” relativos a la difusión de información falsa.
Fuente: AFP.
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Espacios de debate dentro de los medios son clave para su desarrollo, asegura experto
En el marco del ciclo de charlas por la semana del periodista, la Embajada de los Estados Unidos ha propiciado diferentes espacios para que periodistas, comunicadores y estudiantes puedan ser parte de una disertación sobre la desinformación y el manejo de la noticia.
Las jornadas se realizan de la mano de Silvio Waisbord, director y profesor de la escuela de medios y asuntos públicos de la Universidad George Washington.
Este martes, el profesor Silvio Waisbord visitó la redacción de Nación Media y desarrolló una charla dirigida a los periodistas y editores en la cual profundizó temas cruciales.
Uno de ellos fue el impacto de la desinformación, cómo se crea la misma, el creciente auge de la inteligencia artificial y cómo esta puede influir en la labor periodística.
En cuanto a la desinformación, precisó que las noticias y contenidos con este fin están deliberadamente confeccionados para sembrar la duda y desconfianza, centrándose en sectores puntuales de la sociedad y sobre temas segmentados, de manera a que esto genere un impacto mucho más profundo dentro de la sociedad
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En cuanto a los espacios de diálogo y la posibilidad de debatir dentro de los propios medios de comunicación respecto a cómo se van dando los cambios en el espectro laboral.
Aseguró que son fundamentales para el desarrollo de nuevas estrategias que permitan que las noticias y su manera de difundirlas vayan también evolucionando y adaptándose a las nuevas tendencias impuestas por las redes sociales.
“El periodismo rara vez tiene espacios para pensar dentro de sí mismo y cómo es el trabajo, entonces estos espacios dentro de las redacciones son fundamentales para reflexionar un poco sobre los temas que están ocurriendo con la labor en un espacio profesional con colegas y personas de afuera que pueden tener algunas nuevas ideas o experiencias, porque de lo contrario no hay momento para reflexionar sobre algo que se ve consumido por el vértigo y el momento como es el trabajo periodístico”, expresó Waisbord en entrevista con La Nación/Nación Media.
Próximo taller
Silvio Waisbord también brindará una charla en Ciudad del Este, la cual está prevista para este miércoles 25 en la Cámara de Comercio de Ciudad del Este, el acceso será libre y gratuito y se desarrollará a partir de las 8:30 horas.
Waisbord ha publicado cerca de 200 artículos en revistas académicas sobre periodismo de investigación, escándalos mediáticos, estudios de comunicación, política de medios y desinformación y cambio social global.
Cabe destacar que también es el exeditor en jefe de “The Journal of Communication and The International Journal of Press/Politics”.
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Datos claves
- Ciclo de charlas por la semana del periodista, la Embajada de los Estados Unidos ha propiciado diferentes espacios para que periodistas, comunicadores y estudiantes.
- La disertación es sobre la desinformación y el manejo de la noticia.
- El diálogo y el debate son fundamentales para el desarrollo de nuevas estrategias que permitan que las noticias y su manera de difundirlas vayan también evolucionando y adaptándose a las nuevas tendencias
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Gobierno apunta a “romper la desinformación”, mediante resultados
El ministro de Tecnologías de la Información y Comunicación (Mitic), Gustavo Villate, indicó que desde el gobierno nacional existe un trabajo diario enfocado en mejorar la comunicación estatal y afirmó que se apunta a transmitir la verdad y a romper la desinformación mediante los resultados de las gestiones gubernamentales.
“Esto forma parte del día a día, romper la desinformación con resultados reales, lo que nosotros queremos y a eso estamos apuntando”, expresó el ministro al ser entrevistado respecto a los desafíos del gobierno en materia de comunicación. En este sentido, afirmó que el Poder Ejecutivo impulsa proyectos con resultados para la ciudadanía, de manera a que se perciba lo que se comunica.
Villate destacó como puntos importantes los proyectos de Hambre Cero y el blindaje del Arancel Cero y señaló que se implementaron instancias de diálogo como audiencias públicas y debates durante la presentación del anteproyecto en enero de este año.
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“Estamos trabajando en mejorar la comunicación, pero también estamos trabajando en mejorar los resultados que tenemos nosotros para la ciudadanía”, expresó en la 1330 AM. En este contexto, resaltó el rol que está teniendo la Vocería de Gobierno como un canal para llegar a la ciudadanía de manera directa lo que quiere comunicar la administración central, sin que esto esté supeditado a la línea editorial de ningún medio de comunicación.
“Finalmente yo creo que se trata de mejorar, sí, pero mejorar desde el punto de vista de la cobertura que tenemos y del alcance que tenemos hacia la ciudadanía; porque si no siempre estamos supeditado a lo que la línea editorial de cada medio vaya a poner como el titular de lo que le interesa colocar independientemente al mensaje de fondo que nosotros estamos transmitiendo”, sostuvo.
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Elecciones y desinformación, el desafío para 2024
El espectro de la desinformación nunca ha planeado tan intensamente sobre el mundo como en 2024, con la inquietante llegada de la inteligencia artificial (IA). Cerca de la mitad de la población mundial vive en países donde se celebrarán elecciones en 2024. Los taiwaneses fueron los primeros en votar, el 15 de enero, en unas presidenciales que ganó Lai Ching-te, del Partido Progresista Democrático.
Durante meses, los abonados a la red social TikTok en la isla se vieron inundados de videos engañosos que atacaban particularmente a los candidatos favorables a la mantener la independencia frente a China. “Uno de los desafíos más importantes será comprobar si los avances, especialmente en IA, se utilizarán a una escala lo suficientemente crítica como para modificar el curso de las votaciones. Es una incógnita importante”, señala Julien Nocetti, investigador asociado del Centro Rusia/Eurasia del Instituto Francés de Relaciones Internacionales (Ifri).
Está en juego la “capacidad de resistencia del modelo democrático a los ataques de actores” externos, advierte. El contexto es propicio para la desinformación, cuyo objetivo principal es avivar las disensiones en temas controvertidos (inflación, migración, religión...). Máxime con la polarización política existente y el deterioro de la confianza en los medios de comunicación y los líderes políticos. Y con importantes conflictos: Ucrania y Gaza.
La IA generativa, que permite crear fácilmente imágenes falsas o imitar voces, y cuyo uso se ha generalizado, es una herramienta temible. En los últimos meses circularon las imágenes de una supuesta detención de Donald Trump, un video falso que mostraba al presidente Joe Biden anunciando una movilización general para apoyar el esfuerzo de guerra de Ucrania, o el uso manipulado de la voz de mandatarios como el francés Emmanuel Macron.
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“Sofisticación”
China y Rusia son los dos países que despiertan recelo en la escena internacional. La campaña de desinformación en Taiwán antes de las elecciones presidenciales, según expertos, fue orquestada por Pekín, que reclama la isla como parte integral de su territorio.
En Estados Unidos, que votará en noviembre, el grupo de análisis Insikt anticipa que “Rusia, China, Irán, activistas violentos y piratas informáticos llevarán a cabo muy probablemente campañas de desinformación a diversos niveles, en función de su magnitud y sofisticación, para dar forma o perturbar” las elecciones, según un informe de diciembre.
La desinformación socava la legitimidad de los resultados mediante campañas de desacreditación de los candidatos, dudas sobre el proceso electoral y el fomento de la abstención. Las consecuencias a veces son peligrosas para la democracia, como lo mostraron las acusaciones recurrentes de Trump sobre supuestos fraudes electorales que llevaron a sus seguidores a asaltar el Capitolio el 6 de enero de 2021.
Según Julien Nocetti, la Unión Europea podría enfrentarse en las elecciones de junio a campañas que “deslegitimen la cohesión y el proyecto europeo, así como el apoyo a Ucrania”, como ya ha ocurrido en los últimos meses. Meta (Facebook, Whatsapp e Instagram) y las autoridades francesas ven la mano de grupos cercanos al Kremlin en la operación “Doppelgänger”, que consiste en usurpar la identidad de medios para difundir desinformación, especialmente contra Ucrania.
Paradójicamente, algunos regímenes represivos podrían aprovechar la lucha contra la desinformación para imponer medidas que atenten contra los derechos humanos, advierte el Foro Económico Mundial en un informe reciente.
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“Automatización” de la lucha
Los Estados intentan prepararse para la batalla, pero el tiempo político es más lento que el de las redes sociales y la tecnología. El gobierno indio anunció una ley sobre el sector digital que sin embargo no estará lista para las elecciones de primavera.
En la UE, la legislación sobre servicios digitales impone obligaciones a las plataformas, como actuar “rápidamente” para eliminar contenido denunciado como ilegal o suspender a los usuarios que infrinjan regularmente las prohibiciones. “Mejoras útiles pero limitadas”, explica la investigadora Federica Marconi en un estudio para el Instituto de Asuntos Internacionales y el Centro Europeo de Política publicado a finales de 2023.
En cuanto al proyecto de ley específico sobre la IA en la UE, el primero de esas características, no debería entrar en vigor antes de... 2026. En Estados Unidos, Biden firmó un decreto en octubre sobre reglas y orientaciones para las empresas de tecnología, pero no hay una ley federal vinculante.
Instados a actuar, los gigantes del sector insisten en nuevas iniciativas: la obligatoriedad de mencionar el uso de la IA en la publicidad en Meta, una herramienta de Microsoft que permite a los candidatos autentificar sus contenidos con una marca de agua digital.
Pero esas empresas confían cada vez más sus tareas de moderación a la propia IA. “Una automatización de la lucha contra la desinformación que no parece ser la mejor opción si se quiere entender las estrategias hostiles de sus emisarios”, señala Julien Nocetti.
Fuente: AFP.