Artista argentino residente en Paraguay ganó importante premio de fotografía
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Los ganadores del premio Hippolyte Bayard 2022, en su tercera edición, se dieron a conocer este miércoles 30 de noviembre en la Alianza Francesa de Asunción a través de un acto de premiación. En la ocasión Bernardo Puente resultó ganador con su obra Irreversible.
El premio consiste en una residencia de 2 meses en París, una beca para estudiar francés en la Alianza Francesa de Asunción y la exposición del ensayo fotográfico en el Festival de Fotografía de El Ojo Salvaje en el 2023.
El texto del dictamen del jurado señala que el trabajo de Bernardo Puente entrelaza con agudeza y sensibilidad lo acontecido y lo que quedó borrado. Pone en relieve un trabajo íntimo, personal, el cual acompaña al colectivo de memoria en los países que sufrieron dictaduras cívico-militares. “A través de una interesante fusión del lenguaje dentro de las artes visuales, apoyado por la tecnología, logra potenciar lo fotográfico”, refiere.
Foto: Gentileza.
Por su parte, el ganador se describe interesado en explorar las formas simbólica y hierática de la iconografía bizantina, así como sus aspectos místicos y religiosos. “Quizás, porque me conecta con la pérdida y la rebeldía de la supuesta aceptada ‘naturaleza’ de las cosas. Con mi obra intento recuperar espacios arrebatados, conectar con mi identidad y la de los otros, la memoria y la recuperación de la historia”, expresó.
Igualmente, dijo que desde el 2013, ha comenzado a incursionar en otros lenguajes como la fotografía, la intervención digital, obras tridimensionales y el trabajo colaborativo con otros artistas que le permite abrirme a nuevos lenguajes, horizontes de encuentros y de sus búsquedas.
Foto: Gentileza.
Biografía del ganador
Bernardo Puente Olivera nació en Buenos Aires, en 1969 pero vive en Paraguay hace varios años. Creció en una familia de 8 hermanos. Se considera un artista multidisciplinar, y psicoanalista. Durante 15 años estudió música, pasando luego a la teología y filosofía 5 años, y ya en Paraguay estudia psicología y psicoanálisis el cual estudia hasta la fecha (algo que cree jamás concluirá). En 1994 comenzó a pintar iconografía bizantina, basando su trabajo en las escuelas rusas y griega.
Autodidacta esencialmente, aunque realizó algunos cursos en el centro de formación artística NODE/CENTER de Alemania. En 2015, obtuvo el primer premio de la convocatoria “Invernadero: arte, política, experimento”; ese mismo año es seleccionado para participar de la exposición colectiva del premio de Artes Visuales de la Embajada de Alemania con una de sus fotografías. En el 2016 desarrolla una residencia artística en Barcelona.
En el 2017 uno de sus trabajos es presentado en la Biena de Curitiba, Brasil. En el 2018 el proyecto “Formicarium”, es presentado en dos ciudades de argentina, y en Helsinki. En el 2019 participa en una exposición colectiva en Brasil junto a otros artistas latinoamericanos. En el 2020 obtiene el segundo puesto del premio Hippolyte Bayard.
En el 2021 una selección de la serie Homo COVID es elegida para representar a Paraguay en la muestra itinerante “Paréntesis-Relatos desde la Incertidumbre” durante el año 2022. Desde el 2015 ha centrado su mirada en la política, la memoria, y la manifestación de la ausencia. Bernardo vive, trabaja y se busca en Paraguay.
Esta no es solo una galería de fotos. Es un testimonio vivo de una Semana Santa que dejó huellas, plasmadas en imágenes por los reporteros gráficos de Nación Media, Néstor Soto, Matías Amarilla, Mariana Díaz y Jorge Jara bajo la orientación de su experimentado jefe Pánfilo Leguizamón. #CuentaRegresivaFOCO18años
Esta Semana Santa, FOCO se atrevió a salir de su habitual mirada económica para abrazar algo más profundo: el alma de un pueblo que vivió la fe de diferentes maneras en cada rincón del país. A través de los ojos sensibles del equipo de reporteros gráficos de Nación Media, construimos esta selección única.
Cada fotógrafo eligió aquellas imágenes que más le tocaron el corazón, aquellas que no solo retratan una Semana Santa distinta, sino que también guardan una experiencia personal, íntima y conmovedora.
Así, contamos la historia de un Paraguay que se volcó masivamente a sus tradiciones, a su fe, a su gente. Un país que renace cada año en sus iglesias, en las calles, en los rostros de los niños, en la sabiduría de los mayores, y que este año rindió también un homenaje lleno de luz a Koki Ruiz en Tañarandy.
Desde las iglesias llenas de feligreses, el “chipa apo” que aún resiste el paso del tiempo, hasta los niños que observaban a Jesús crucificado con la inocencia intacta y los ancianos que cargan décadas de devoción en la mirada. Cada instante fue capturado en imágenes que no solo documentan, sino que conmueven y hacen memoria.
Para nuestro jefe de fotografía, Pánfilo Leguizamón, este proyecto fue especial. Y es que él todos los días desde tempranas horas acompaña cada paso del trabajo. “Nuestro esfuerzo muchas veces es silencioso, pero fundamental. Gracias al compromiso y la entrega de todo el equipo, logramos capturar imágenes que no solo informan, sino que también dejan huella, cuentan historias y hacen memoria”, nos dijo.
Pánfilo Leguizamón, jefe de fotografía Nación Media.
La cobertura de esta Semana Santa fue también un viaje de aprendizaje. Pánfilo, con su mirada curtida por años de oficio, destacó la fuerza de la nueva generación. “Aprendo constantemente de los nuevos compañeros, de sus ideas, su mirada fresca y su manera de ver el mundo. Al mismo tiempo, trato de compartir lo que sé, de guiarlos cuando puedo y de transmitirles la experiencia que me han dado los años en este oficio”, comentó.
En las calles polvorientas, en los altares improvisados, en los rostros de la fe, nuestros fotógrafos entendieron algo que trasciende cualquier técnica. Y es que la “fotografía no es solo apretar un botón. Es estar en el lugar, en el momento justo, con sensibilidad, respeto y responsabilidad. Es trabajar en equipo, confiar en el otro y saber que detrás de cada imagen hay una historia que merece ser contada”.
Néstor Soto retrató uno de los momentos más íntimos y simbólicos de la Semana Santa paraguaya: personas bañándose antes del amanecer, en la zona de Remanso. Cada año, en la fresca madrugada del Viernes Santo, pescadores y sus familias se sumergen en las aguas del río Paraguay para purificar el espíritu, reviviendo el bautismo en su forma más antigua y profunda.
Pero para algunos, este gesto tiene un significado aún más hondo. Para nuestro reportero que el año pasado sobrevivió a un disparo de bala, las aguas del río representan algo más que una tradición: son el renacer, la posibilidad de empezar de nuevo, de abrazar la vida con toda su fuerza. Así, en sus imágenes, Néstor no solo capturó un rito, sino también la esperanza que se renueva con cada amanecer.
Matías Amarilla (21) es uno de los más jóvenes del equipo de reporteros gráficos de Nación Media. Estudiante del quinto año de Licenciatura en Análisis en Sistemas Informáticos y oriundo de Caaguazú, encontró en la Semana Santa una oportunidad para retratar la fe viva en cada rostro y en cada gesto.
Con su lente captó escenas cargadas de simbolismo. En la imagen que él mismo denominó “Fe y dolor”, Matías detuvo el tiempo en una mujer con lágrimas en los ojos que, mirando a lo lejos la procesión, sintetiza la esencia de creer sin ver. La nitidez de su rostro, en contraste con la imagen borrosa al frente, golpea directo al corazón del espectador.
Otra de sus fotos, “El buen ladrón”, nos lleva a la crudeza del Gólgota: Jesús en la cruz, cubierto de sangre, y el gesto de uno de los ladrones crucificados que lo mira, en un instante suspendido de reconocimiento y redención. Una conexión visual que revive uno de los momentos más humanos del relato bíblico.
En “Visión de una Virgen”, una mujer con el rostro descubierto y la mano en el pecho nos remite a la intimidad y el duelo de una figura mariana entre la multitud, capturando la devoción silenciosa que se esconde en medio del bullicio.
Finalmente, en “Manos al cielo”, Matías fotografió la inocencia en su estado puro. Un niño elevado por un adulto para tocar el cuerpo del Cristo yacente, rodeado de cientos de manos extendidas. Una imagen que habla de fe, legado y esperanza transmitida de generación en generación.
Con la mirada fresca y sensible de quien está empezando su camino, Matías supo encontrar lo esencial, la fe que persiste, se renueva y se transmite, incluso en los gestos más pequeños.
Mariana Díaz (23), es la cuarta mujer reportera gráfica en la historia del Diario La Nación en sus 29 años de creación. Ella proviene de Mariano Roque Alonso y es estudiante de Ciencias de la Comunicación. Su visión de esta Semana Santa está puesta en los niños y las familias como el corazón vivo de la fe.
Entre sus capturas más conmovedoras está la imagen de una niña junto a su padre, adorando la figura de Jesús coronado de espinas en la parroquia Santísimo Sacramento de la Recoleta. Para Mariana, esta escena simboliza la unión familiar forjada a través de la creencia y la transmisión de valores que atraviesan generaciones.
También capturó uno de los momentos más intensos de la liturgia: la adoración de los fieles a la Santa Cruz en la Catedral de Asunción, un gesto que resume la profundidad de la devoción popular.
Su lente encontró además escenas de inocencia y asombro en una niña arrodillada junto a los sacerdotes al inicio de la misa, en la Catedral, retrata la pureza con la que los más pequeños se acercan a la fe. Y en otra toma, un niño que mira maravillado su entorno antes de comenzar la celebración, recordándonos la capacidad de asombro que a menudo los adultos perdemos.
En la iglesia de Trinidad, Mariana capturó la imagen serena de un niño rezando profundamente durante la misa, una señal viva de que las tradiciones, lejos de apagarse, siguen latiendo en las nuevas generaciones.
Jorge Jara (32), es conocido entre sus compañeros como el fotógrafo de las tomas aéreas y de lo abstracto. Sereno, observador, tiene un don especial para captar la esencia de las personas. Esta Semana Santa, su misión fue llegar hasta Tañarandy, ese rincón de fe profunda donde el arte, la devoción y la tradición se funden cada año en un espectáculo de luz y esperanza. Pero esta vez, la emoción tenía un matiz distinto: era la primera celebración tras el fallecimiento de su creador, Koki Ruiz, y el sentimiento se vivía a flor de piel.
Entre las imágenes que Jorge capturó, una en particular llamó la atención de todos, la de una mujer de avanzada edad, en silla de ruedas, rezando con una fe inmensa, como si desde su fragilidad física se elevara aún más su fortaleza espiritual.
Otra de sus postales retrata la peregrinación hacia la barraca de Tañarandy, buscando una perspectiva donde el cielo mismo fuera parte del cuadro. La multitud caminando bajo ese firmamento inmenso, en comunión total, transmitía la sensación de que la fe une tanto la tierra como el cielo.
Finalmente, su mirada se detuvo en la llegada de la Virgen Dolorosa al punto final del recorrido, rodeada de una multitud emocionada que aplaudía no solo la belleza del momento, sino también el legado imborrable de Koki Ruiz. Cada rostro, cada vela, cada paso en ese sendero iluminado parecía decir “seguimos caminando juntos, Koki”.
Con su estilo sencillo, pero profundamente humano, Jorge Jara nos invita a ver más allá de lo evidente y a sentir el alma de un pueblo que honra su fe incluso en el dolor.
Esta Semana Santa celebramos detrás de cada lente, esta forma de vida que elegimos, de comunicar con pasión y con el corazón puesto en cada disparo de cámara y cada latido del teclado.
Porque en FOCO creemos que el verdadero desarrollo también pasa por humanizar, por sentir y por no perder nunca de vista las historias que realmente importan. Estamos a poco menos de un mes de celebrar 18 años de historias, pasión y trabajo en equipo. #CuentaRegresivaFOCO18años
Última semana de muestra fotográfica sobre la democracia
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Hasta el viernes 14 de febrero se encuentra abierta la exposición fotográfica “Tachar el olvido”, realizada para recordar los 36 años de democracia, en el Museo de la Justicia, Centro de Documentación y Archivo para la Defensa de los Derechos Humanos de la Corte Suprema de Justicia. Se ubica en la Planta Baja del Palacio de Justicia de Asunción (Alonso y Testanova), en horario de 9:00 a 13:00, con acceso libre y gratuito.
El Museo de la Justicia expone imágenes inéditas de la dictadura militar stronista, que datan de los años 1986 y 1987, registradas por el artista Osvaldo Salerno, en ellas se pueden observar escritos con denuncias y demandas contra el régimen del general Alfredo Stroessner (1912-2006), en aquel entonces fueron censuradas mediante tachaduras y borrones, por considerarse subversivas al gobierno.
Salerno explicó que, en los registros fotográficos, “los ciudadanos de aquella época escribían reclamos y que finalmente eran censurados con pintatas que trataban de ocultar el mensaje”, indicó. Agregó además que capturó las imágenes en agosto de 1987 y las procesó recién en el 2024 para exposiciones hechas, tanto en nuestro país, como en Argentina y Francia, en conmemoración por el Día Nacional de la Democracia en Paraguay, establecido por la ley n.° 6654/2020.
Adaptó las imágenes para colocarlas en las vitrinas del Museo de la Justicia, a modo de que la ciudadanía, al visitar el lugar histórico, puedan visualizarlas. Las mismas fueron trabajadas en blanco y negro, como si fueran carteles callejeros, sentenció. “Eso me motivó y me pareció interesante para que investigadores de museos se pusieran a indagar sobre los jóvenes que pintaron las murallas y se encontraron con documentos que también están siendo expuestos”, acotó.
Semáforo de Eliminación de Pobreza conquista premio internacional
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La metodología del Semáforo de Eliminación de Pobreza, promovida por la Fundación Paraguaya en más de 60 países, fue reconocida recientemente como una de las 40 ganadoras del prestigioso World Summit Awards (WSA) 2024, en la categoría de Inclusión y Empoderamiento.
El galardón convierte a la Fundación Paraguaya en la única representante de Latinoamérica en conseguir esta distinción en 2024, destacando su papel clave en la lucha contra la pobreza y su contribución al cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la ONU.
El Gran Jurado del WSA, reunido en Viena, evaluó más de 100 proyectos preseleccionados de diferentes países y resaltó el impacto del Semáforo por su enfoque innovador, integral y personalizado para medir y erradicar la pobreza.
“Es un honor inmenso recibir este reconocimiento del WSA, a pocos meses de cumplir 40 años de vida institucional. Este premio valida el arduo trabajo de nuestro equipo y refuerza nuestro compromiso con la inclusión y el empoderamiento de las comunidades más vulnerables”, manifestó Luis Fernando Sanabria, gerente general de la Fundación Paraguaya.
Buscando impactar positivamente en las comunidades que más lo necesitan, este proyecto es referente en Paraguay y el mundo.
Explicó que el Semáforo de Eliminación de Pobreza es una herramienta digital que permite a las familias evaluar su situación socioeconómica a través de indicadores visuales y desarrollar estrategias personalizadas para mejorar su calidad de vida. Su modelo no solo empodera a las personas, sino que también es replicable y sostenible, generando un impacto tangible en más de 60 países.
Plataforma que impulsa el cambio. Con más de 20 años de trayectoria, los World Summit Awards reconocen las mejores soluciones digitales con impacto social en 182 países. Este año, los 40 proyectos galardonados, provenientes de 29 países, fueron elegidos por su capacidad para transformar comunidades a través de la tecnología.
El premio será entregado durante el Congreso Global del WSA, que se celebrará del 6 al 9 de abril de 2025 en Hyderabad, India, bajo el lema “Digital, democracia y nosotros: soluciones de impacto para los desafíos globales”. Allí, la Fundación Paraguaya tendrá la oportunidad de presentar su metodología ante una audiencia internacional, recibir mentoría y establecer conexiones con líderes globales de diversos sectores.