Marruecos anunció este jueves el descubrimiento de las joyas “más antiguas de la humanidad”, que datan de “entre 142.000 y 150.000 años”, cerca de la estación balnearia de Essaouira (suroeste). Un grupo de paleontólogos desveló varios collares y pulseras de pequeñas conchas perforadas y coloreadas con ocre rojo, halladas hace unas semanas en la cueva de Bizmoune, cerca de Essaouira.
“Son las joyas más antiguas de la humanidad”, afirmó el investigador marroquí Abdeljalil Bouzouggar, profesor del Instituto Nacional de Arqueología y Ciencias del Patrimonio (INSAP). El descubrimiento fue realizado por un equipo internacional compuesto por el INSAP de Rabat, la Universidad de Arizona (Tucson, EEUU) y el Laboratorio Mediterráneo de Prehistoria Europa África (CNRS y Universidad de Aix-Marsella, sur de Francia).
Se trata de un “gran descubrimiento para Marruecos y para la humanidad”, dijo el ministro marroquí de Cultura, Mohamed Mehdi Bensaid, quien subrayó que aporta información sobre “las primeras civilizaciones”. Son “los más antiguos que se conocen en el mundo”, explicó el investigador, subrayando que las conchas habrían servido también como instrumento de comunicación.
“Fue la primera vez que el ser humano utilizó su cuerpo como medio, ya sea para comunicarse entre sí o con miembros de otros grupos, más o menos alejados de su lugar de origen”, dijo. Según Bouzouggar, los humanos en cuestión recogieron las conchas en las playas del litoral.

“Hay muchas especies de conchas, pero fueron a buscar las mismas especies tanto aquí, en Marruecos, como en Argelia, en un yacimiento que data de hace 35.000 años, en Sudáfrica, en un yacimiento de hace 75.000 años, o en Israel, en un yacimiento de hace 135.000 años”, señaló.
En su opinión, “significa que estas personas compartían algo entre ellas. Quizá había surgido un lenguaje”. El investigador recordó que en Marruecos se identificó “uno de los Homo Sapiens más antiguos del mundo”.
Fuente: AFP.
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Concepción: su fundación, traslado y auge
- Rodrigo Cardozo Samaniego
La Villa Real de Nuestra Señora de la Concepción de Costa Arriba fue fundada el 25 de mayo de 1773 por orden del entonces gobernador del Paraguay, Agustín Fernando de Pinedo. La creación de este núcleo poblacional se dio por motivos militares y estratégicos como parte de un plan más amplio para contener los ataques de los indios no reducidos y el avance de los portugueses desde el Brasil.
La zona elegida debía ser entre los ríos Ypané y Aquidabán, a orillas del río Paraguay, en un puerto natural protegido y con abundantes recursos como madera y agua. La elección del sitio –por orden de Pinedo– la realizó el capitán Pedro Castiñanes y la ubicación fue a cuatro leguas al norte de la boca del río Ypané, en la margen derecha del arroyo Saladillo. Además de su valor defensivo, ofrecía posibilidades para el desarrollo económico y logístico de la región.
Tras la fundación, el 1 de junio de 1773 De Pinedo informó al Cabildo de Asunción sobre la instalación de la nueva villa, detallando las obras realizadas y la organización del espacio urbano.
El proceso incluyó varias comunicaciones clave. En primer lugar, el 11 de agosto de 1773 De Pinedo escribe al rey de España informando sobre la fundación y su propósito de frenar a “las muchas naciones de indios bárbaros” y a los portugueses. Luego, el 13 de noviembre de 1773 envía el diseño (plano) de la nueva villa y describe su ubicación y fortificación. Por último, el 14 de agosto de 1773 el Cabildo de Asunción también escribe al rey respaldando la expedición y la fundación.
Estas cartas fueron evaluadas en la península por el Consejo de Hacienda sobre Indias. El marqués de Valdelirios, consejero del Rey, dictaminó favorablemente sobre la actuación del gobernador.
Finalmente, el rey Carlos III, mediante cédula real fechada en El Pardo el 21 de enero de 1777, aprobó la fundación, valorando el esfuerzo y lealtad de los pobladores.
EL ROL DE LOS FRANCISCANOS
En el contexto de la expulsión de los jesuitas (1767), los franciscanos asumieron el liderazgo misional en el norte del Paraguay. Entre ellos se destacó el fray Francisco Miguel Méndez Jofré, quien fundó en 1769 la reducción de Nuestra Señora del Refugio de Eguilechigò, situada en la falda del conocido cerro Pan de Azúcar.
El establecimiento del nuevo punto de avanzada como estacada logística y la nueva población fueron vistos como un apoyo a los misioneros, un freno a las incursiones indígenas y una barrera al avance portugués.
REORGANIZACIÓN
El ingeniero gallego Pedro Antonio Cerviño, cartógrafo y agrimensor del Virreinato del Río de la Plata, tuvo un papel crucial en la reorganización de la villa.
Cerviño visitó la región hacia finales del siglo XVIII, entre 1783 y 1795. Realizó levantamientos topográficos y una nueva planificación urbana, trasladando y reorganizando el trazado de la villa más al sur de su enclave original, en un sitio más apropiado que el inicialmente fundado por De Pinedo.
Su trabajo fue clave para asegurar la viabilidad permanente de la villa, que enfrentaba riesgos de abandono por los conflictos con los mbayás y la falta de recursos.
Durante su estadía en la Villa Real de la Concepción, Cerviño se encargó de sitiarla y trasladarla a otro punto más adecuado para su defensa de las constantes incursiones de los mbayás. Los trabajos de delimitación que venía realizando en 1789 los comenta en correspondencias al gobernador Joaquín de Alós.
Una de ellas dice lo siguiente: “Al día siguiente de mi llegada a esta villa, pasé a reconocer sus cercanías hacia el sur, con el fin de elegir el paraje más oportuno para hacer la fortificación que la defienda de los insultos que se tienen de los bárbaros mbayás, idea que se reduce a fortificar un cuadrado, con estacas y dos cubos uno al N.E. y otro al S.O., con los que se pondrán dos cañones, aquel para defender las avenidas de tierra y este las del río, con lo que quedará todo a cubierto”.
HITO FRONTERIZO
Cerviño dejó importantes documentos cartográficos y descripciones técnicas, que hoy se consideran piezas fundamentales para estudiar el desarrollo de las fronteras del Paraguay colonial.
Durante los primeros años, la Villa Real enfrentó hostilidades con la nación mbayá, lo que motivó escaramuzas armadas y una masacre en la boca del río Aquidabán. Posteriormente, se logró un tratado de paz con los mbayás, lo que facilitó una relativa estabilidad en la región.
En 1812 se estableció el Cabildo de la Villa Real, otorgándole autonomía administrativa. La presencia de autoridades civiles, además de las militares, fue un paso hacia una estructura más estable de gobierno local.
La Villa Real de la Concepción fue uno de los puntos de apoyo más importantes en la frontera norte del Paraguay colonial y desempeñó un papel clave durante las guerras de independencia. Además, fue base de operaciones para recuperar el Fuerte Borbón y constituye uno de los núcleos urbanos más antiguos del Paraguay moderno.
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Paraguay busca la consagración
La selección paraguaya femenina sub-17, que cumplió el objetivo de clasificar al Mundial de Marruecos (17 de octubre al 8 de noviembre 2025), va hoy por la consagración con el título de campeón frente a Ecuador. El encuentro de la última jornada de la fase final arrancará a las 20:00 en el estadio Pascual Guerrero de Cali, Colombia.
Luego de la victoria por 1-0 ante Colombia, Paraguay logró la clasificación al Mundial y ahora apunta al campeonato, que podrá lograrlo con el triunfo sin importar lo que hagan Colombia y Brasil, que se enfrentan y también llegan con chances para dar la vuelta olímpica. Los otros encuentros de hoy son Perú vs. Chile (17:30/Estadio Francisco Rivera Escobar) y Colombia vs. Brasil (17:30/Estadio Pascual Guerrero).
La tabla se posiciones lidera Paraguay con 8 puntos (+7 de diferencia de goles), seguido precisamente por Ecuador, también con 8 puntos (+5 de diferencia de goles). Posteriormente, se encuentran Colombia con 7, Brasil 6, Chile 2 y Perú 0.
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El CAV inaugura hoy cuatro exposiciones
El Centro de Artes Visuales/Museo del Barro habilita en la fecha cuatro exposiciones que integran el proyecto Legados coloniales – resonancias contemporáneas. La inauguración está marcada para las 19:00, en las salas Olga Blinder, Florian Paucke y Josefina Plá del Museo, y en la sala Cira Moscarda de la Fundación Migliorisi. El acceso será gratuito.
Las exposiciones presentan fotografías de Lanto’oy’ Ronaldo Unruh, grabados de Miriam Rudolph (Winnipeg, Canadá) y dibujos del colectivo Artes Vivas, así como fragmentos de la Biblioteca de la Memoria Hablada, con testimonios de ancianos y ancianas enlhet, compilados por Hannes Kalisch y Ernesto Unruh.
Las exhibiciones fueron concebidas como una invitación a explorar la historia de la colonización del Chaco desde distintas perspectivas y experiencias que muestran las rupturas forzadas por procesos de colonización y desigualdades que existen entre las comunidades indígenas y la sociedad colonizadora.
VISITA GUIADA
El martes 27 de mayo, a las 18:00, los artistas ofrecerán una visita guiada con acceso gratuito. El Museo del Barro abre de martes a sábados de 14:00 a 20:00; las entradas tienen un costo de G. 50.000 de martes a jueves.
El acceso es gratuito los días viernes y sábados. Las exposiciones podrán ser visitadas hasta el 17 de julio de 2025.
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Cuando el tren se rompió: 40 años de la tragedia que marcó al ferrocarril paraguayo
- Por Sara Valenzuela.
En la noche del miércoles 22 y madrugada del jueves 23 de mayo de 1985, la apacible localidad de Félix Pérez Cardozo (Guairá) era sacudida por uno de los descarrilamientos más graves de la historia del ferrocarril paraguayo. El tren internacional que provenía de Argentina, y que tenía como destino final Asunción, sufrió un desperfecto y se accidentó a pocos kilómetros de la estación guaireña, dejando seis fallecidos y 25 heridos.
A 40 años de este hecho, en la memoria de don Juan Monges, en aquel entonces arrendatario del vagón comedor del tren, el fuerte estruendo y la avalancha de escombros y hierros entre los que decenas de pasajeros quedaron atrapados, continúan intactos en su memoria.
En conversación con La Nación/Nación Media, recordó que aproximadamente a las 0:30 de aquella fatídica fecha se habría dado el primer indicio de lo que sería una madrugada de terror. Cuando el tren alcanzó la estación de Villarrica, el generador se descompuso dejando sin luz los vagones, motivo por el cual solicitó a los pasajeros que estaban cenando y compartiendo bebidas que se retiraran a sus respectivos coches.
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El vagón comedor
Pocos minutos después siguió el sonido ensordecedor de los vagones incrustándose unos contra otros, luego de que el perno que unía a la locomotora con el tender, el vagón especial que contiene el agua y el combustible utilizado por las locomotoras a vapor, se desprendiera en una curva, ocasionando un choque de manera consecutiva que terminó en destrozos y el descarrilamiento total.
“El tender empieza a descarrilar y a tumbar los vagones siguientes, y del impulso tan fuerte hace que se rompa el vagón comedor. Si los pasajeros continuaban ahí, como normalmente era, ya que yo les pedí que salgan solo porque se dio el apagón, toda esa gente iba a morir, porque el salón quedó destrozado. Yo, por suerte, estaba en el vagón, pero ya en la caja registradora y, como existen unos tensores de hierro, eso frenó la rotura de la estructura”, recordó Juan Monges.
“Fue un milagro”
Admitió que, analizando en retrospectiva aquella noche, el hecho de que él y su equipo de trabajo hayan sobrevivido fue un milagro, en especial teniendo en cuenta que seis pasajeros perdieron la vida en aquel incidente, entre ellos un niño de solo 7 años que viajaba con sus padres.
Igualmente, 25 personas resultaron heridas. La mayoría de los heridos fueron atendidos en el Hospital de Villarrica, mientras que los más graves fueron trasladados por helicóptero de la Fuerza Aérea hasta Asunción.
“Cuando me incorporé tras el impacto, lo primero que hice fue ir corriendo hasta el pueblo de Félix Pérez, hasta una telefonía. Ahí empecé a llamar a todas las autoridades locales y regionales para informar lo que había pasado. También llamé a la azucarera para que envíen hombres con herramientas y sopletes para cortar los hierros, porque muchas personas estaban atrapadas”, relató Monges.
Rescate comunitario
Gracias a que era habitante de la localidad, tenía familiares, amigos y conocidos en la zona, a quienes despertó en medio de la madrugada para ayudar en el siniestro, rescatando y asistiendo a los pasajeros, llevándolos en camiones y carretas hasta los centros asistenciales.
“La verdad es que en los 30 años que trabajé en el ferrocarril, no recuerdo un incidente de esta magnitud. Era impresionante ver los vagones destruidos, incrustados unos con otros. Si existieron muchos descarrilamientos en diferentes zonas del trayecto, ya que era un tren que hacía un viaje de más de 300 kilómetros, pero nunca se dio un incidente como éste”, puntualizó Monges.
Cuando el ferrocarril paró
En 1861, el ferrocarril paraguayo inauguró su tramo entre Asunción y la ciudad de Paraguarí, que se mantuvo activo uniendo diversas ciudades y realizando tramos claves hasta 1999. Las ciudades por las que atravesaba el servicio ferroviario se veían estrechamente beneficiadas, ya que la economía local se activaba gracias a la conectividad que daba a los pobladores.
Las estaciones habilitadas inicialmente eran las de Asunción, Trinidad, Luque, Areguá, Patiño y Pirayú, pero, posteriormente, viéndose la alta demanda del servicio, fueron habilitadas paradas en Sapucai, Caballero, Yvytymi, Tebicuary y Félix Pérez Cardozo. El ferrocarril llegaba a unir ciudades como Asunción, Villarrica y Encarnación.
Beneficiaba el desarrollo
Juan Monges recordó que, durante su actividad, el ferrocarril era un medio clave de transporte, ya que, más allá de transportar una importante cantidad de pasajeros a un precio accesible, el vehículo también era utilizado para mover grandes cantidades de productos hasta diferentes puertos para su posterior importación, y lo mismo ocurría con las cargas exportadas.
“La verdad es que el ferrocarril movía a muchísima gente y simplificaba la vida no solo de los pasajeros, sino también de los productores, que ahorraban un importante costo en el traslado de sus productos. Cuando paró, muchas cosas cambiaron, en especial en las ciudades por las que atravesaba; la gente se quedó sin un medio de transporte accesible, rápido y, sobre todo, económico”, finalizó Juan Monges.
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