Una enfermera confrontada al COVID-19 en primera línea fue elegida entre miles de candidatos para una experiencia única: una semana de proyecciones del Festival de Cine de Gotemburgo solo para ella en una isla aislada del mundo, frente a la costa oeste de Suecia.

Hamneskär es una diminuta isla rocosa batida por el viento, de 250 metros de largo y 150 de ancho, con un emblemático faro de color rojo vivo, el “Pater Noster”, con algunas cabañas cerca.

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Aquí es donde Lisa Enroth, una sueca de 41 años, tendrá el privilegio de poder ver durante una semana las 70 películas en competición del festival de Gotemburgo, en la antigua casa del guardián del faro convertida en pequeño hotel. Muy lejos por tanto del tumulto de su vida cotidiana en la sala de emergencias de un hospital, en plena pandemia del COVID-19.

Poco antes de llegar el sábado a su remanso de paz la enfermera, abrigada con una chaqueta y un gorro de lana, contó que presentó su candidatura para alejarse un poco del día a día, marcado durante casi un año por la crisis sanitaria.

“Fue agotador”, contó a la AFP. “Por eso, es una gran oportunidad para relajarse y reflexionar sobre el año que acaba de pasar”. La isla, a la que solo se llega por barco o helicóptero, no tiene habitantes todo el año pero acoge a algunos visitantes. Vive sometida a los caprichos de la meteorología.

Se ha instalado una pantalla en la sala de la linterna, en la parte alta del faro, con vistas a un paisaje impresionante. Hay otra en el interior de la casa y Lisa también dispone de una tableta por si prefiere ver las películas en el exterior.

El único contacto que la enfermera tendrá con el mundo será a través de un diario para hablar sobre las películas, aunque habrá otra persona en la isla por motivos de seguridad.

“Heroína” del COVID

El festival se sorprendió con el éxito de la iniciativa: más de 12.000 candidaturas de 45 países. Para esta edición de 2021 en un formato inédito, sobre el tema “Distancias sociales”, Lisa ha logrado convencer por su condición de “heroína” contra el coronavirus, según los organizadores.

En su servicio de urgencias de Skövde, en el centro de Suecia, Lisa Enroth vivió las dos oleadas de coronavirus en el país nórdico, que aplicó durante la pandemia una estrategia menos estricta.

“Tengo muchas ganas de relajarme un poco y no tener miedo de infectar a la gente”, confiesa Lisa refiriéndose a la angustia que vivía al volver del trabajo. “Hemos tenido muchos casos de COVID este año, todos los pacientes ingresados en el hospital pasaron por urgencias, los hemos visto a todos”, cuenta.

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Los organizadores están convencidos de haber hecho la elección correcta. Más allá del perfil cinéfilo de Lisa, la enfermera forma parte de las personas “comprometidas en primera línea contra la pandemia de COVID-19”, afirma Jonas Holmberg, director creativo del festival.

“En estos tiempos convulsos, sienta bien poder ofrecer esta experiencia única a uno de los muchos héroes del sistema sanitario que trabajan tan duro contra el COVID-19”, explica Mirja Wester, responsable del evento.

En este año excepcional, las películas seleccionadas por el festival también se difundirán en línea, y en dos lugares de Gotemburgo: un cine y una pista de hockey sobre hielo transformada en sala para la ocasión, en los que también solo se autorizará una persona por proyección. La oportunidad de vivir una experiencia nueva según Jonas Holmberg: “la forma en la que consumimos películas cambia la forma en la que las vivimos”.

Fuente: AFP.

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