Los diseñadores buscaron durante la Semana de la Moda de París que concluye el martes presentar colecciones “protectoras” en tiempos de epidemia, pero también aprovecharon para desvestir los cuerpos y proponer una sensualidad aparcada durante el confinamiento.
Dior transformó su emblemática chaqueta bar, ajustada al cuerpo y estructurada, en una prenda más alejada del cuerpo y cómoda, inspirada en un gabán diseñado por Christian Dior en 1957 en una colección centrada en Japón.
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“La idea era confeccionar una chaqueta con la que sentirse como en casa. Trabajamos mucho con los tejidos suaves y rústicos, como el lino y el punto”, explicó a la AFP la directora artística de Dior, Maria Grazia Chiuri.
“La gente hoy en día quiere protegerse, un aspecto que hasta ahora no habíamos tenido en cuenta. Tenemos un estilo de vida más privado y nuestra relación con la ropa será más personal e íntima”, añadió la influyente diseñadora italiana.
Balenciaga se concentró por su parte en las prendas de interior para lucirlas al exterior, como pijamas superpuestos y camisones. Las zapatillas de hotel se elevan además sobre tacones.
Issey Miyake imaginó un estampado de colores violáceos, naranjas y verdes que representa el decorado de un salón, en alusión al periodo de confinamiento que la marca japonesa quiso recordar en clave positiva.
Decreto de Vuitton
Louis Vuitton así lo decretó: la mascarilla es un “complemento de moda” y está llamada a cobrar protagonismo durante el desfile el martes de la firma de lujo, que cerrará esta Semana de la Moda de prêt-à-porter para la próxima primavera-verano.
En el pase de Yohji Yamamoto, que eligió el negro como elemento predominante de su nueva colección, los asistentes llevaron una mascarilla del mismo color para respetar el universo del diseñador japonés.
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El logo de Balmain cubre nariz y boca estampado en una mascarilla de punto, mientras que Kenzo imaginó un pañuelo para llevar por encima de la protección contra el COVID-19.
La firma, que el domingo perdió a su legendario fundador Kenzo Takada, fallecido a los 81 años debido al COVID-19, reinterpreta el uniforme del apicultor con un sombrero y un velo, un “eco a la fragilidad y a la distancia impuesta y necesaria de hoy en día”.
“Armaduras”
Los diseñadores, ya sea en sus presentaciones físicas o digitales, proponen “armaduras” frente a la nueva vulnerabilidad del ser humano. Son ligeras en Hermès, de punto y de cuero, y se deslizan sobre minivestidos ajustados, tono sobre tono.
Balenciaga presenta un vestido en formato “red”, concebido con cadenas metálicas. Yohji Yamamoto introduce hilos de cobre aparentes en un vestido, logrando un efecto de crinolina romántica y punk.
Espaldas al desnudo
Hermès se propone “reinventar la libertad”, con espaldas al desnudo y camisetas “bandeau”. La firma francesa celebra el “reencuentro con la sensualidad”, manteniéndose fiel a su carácter elegante y las líneas depuradas.
Escotes, espaldas descubiertas... Givenchy también se deja llevar por lo sugestivo en el estreno del estadounidense Matthew Williams como director artístico. Kenzo opone a la “protección total” vestidos ajustados y “bodys”, abogando por “la osadía frente al peligro”.
Fuente: AFP.
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Prestigioso chef se juega su reputación con un menú vegano
El prestigioso chef francés Alain Passard volvió a hacer historia, convirtiéndose en el primer cocinero con tres estrellas Michelin de Francia en ofrecer un menú con ingredientes exclusivamente de origen vegetal y abriendo así un nuevo capítulo en el mundo de la alta cocina. Desde el 21 de julio, Passard dejó de servir carne, pescado, productos lácteos y huevos en L’Arpège, su restaurante en el elegante 7º distrito de la capital francesa, que lleva casi 40 años dirigiendo.
La única excepción es la miel, que procede de las colmenas del propio restaurador. Passard, de 68 años, dijo que el cambio llevaba un año gestándose. “Hay una luz en esta cocina, hay emociones gustativas que nunca he experimentado en otra parte”, declaró a AFP. L’Arpège era conocido como uno de los mejores asadores de París. Obtuvo tres estrellas Michelin en 1996 y las ha conservado desde entonces.
En 2001, Passard causó revuelo en el exclusivo mundo de la cocina francesa al eliminar la carne roja de su menú y anunciar que se centraría más en las verduras cultivadas en sus huertos. Este cambio lo convirtió en uno de los primeros embajadores de la cocina basada en ingredientes de origen vegetal. Aunque Passard está motivado por cuestiones medioambientales en su nueva aventura, se trata sobre todo de un reto culinario.
El menú actualizado del restaurante incluye un praliné de mézclum -una ensalada tradicional del sureste de Francia- con almendras tostadas y carpaccio de melón. El almuerzo cuesta 260 euros. Sin embargo, Passard no tiene planes de convertirse en activista de esta dieta. “Sigo comiendo un poco de aves y pescado”, declaró. “Pero me siento más cómodo con las plantas. Me permiten aprender”.
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“Tarea titánica”
La chef francesa Claire Vallée sabe por experiencia que Passard está dispuesto a afrontar retos. Los platos con ingredientes exclusivamente de origen vegetal “requieren mucha más preparación, conocimientos e investigación. Es una tarea titánica”, afirmó Vallée. En 2021, su restaurante vegano en el suroeste de Francia obtuvo una estrella Michelin, la primera para un establecimiento que no sirve productos de origen animal en Francia.
Vallée inauguró ONA (siglas de Origine Non Animale, “origen no animal”) en 2016 gracias a la financiación colectiva de sus seguidores y a un préstamo de un banco ecológico. El establecimiento cerró en 2022 y la chef, de 45 años, abrió varios restaurantes efímeros. Desde entonces, ningún otro restaurante francés que sirva únicamente productos de origen vegetal ha sido galardonado con una estrella Michelin.
A nivel internacional, la alta cocina vegana es poco común. Eleven Madison Park, en Nueva York, conservó sus tres estrellas tras convertirse en un restaurante exclusivamente vegano en 2021, y en Países Bajos, el menú vegetal de De Nieuwe Winkel le valió dos estrellas Michelin. Laurent Guez, crítico gastronómico del periódico francés Le Parisien y del diario económico Les Echos, afirmó que el anuncio de Passard era “todo un acontecimiento”.
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Sin embargo, también advirtió que no muchos chefs podían destacar en el arte de la alta gastronomía vegana. “Es una cocina excepcional a la que no todo el mundo puede permitirse lanzarse”, afirmó. El director internacional de la guía Michelin, Gwendal Poullennec, dijo estar “encantado” con la transición de L’Arpège, que describió como un “enfoque positivo”.
“Seguiremos de cerca la evolución de L’Arpège, manteniéndonos fieles a nuestros criterios”, declaró a AFP. Passard se fijó un plazo de dos años para llevar sus habilidades culinarias a un nuevo nivel. Pero, ¿le preocupa perder sus tres estrellas? “Nunca he pensado en eso”, aseguró. “Tendremos que darlo todo. Si podemos mantener este nivel de calidad, entonces estoy muy seguro”.
Fuente: AFP.
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Qué son los muñecos Labubu y por qué son furor
Los muñecos Labubu, con su estética traviesa y su aire de cuento oscuro, han irrumpido con fuerza en el universo del coleccionismo. Los juguetes ya no son solo cosa de niños: esta nueva fiebre viene de la mano de la Generación Z y se mueve entre el diseño artístico, la cultura pop y el fenómeno viral en redes.
El trono del juguete más deseado tiene ahora un nuevo ocupante: Labubu, una criatura peluda, de orejas puntiagudas, grandes ojos y una sonrisa afilada que mezcla lo adorable con lo inquietante. La estética de estos muñecos, nacidos en Asia y viralizados en Occidente, parece haber conectado mejor con los gustos de una generación que busca lo raro, lo visual y lo personalizable.
Más de 300 versiones para coleccionar
Labubu no es solo un muñeco, sino todo un universo. La criatura fue creada en 2015 por el artista hongkonés Kasing Lung como parte de su serie ilustrada The Monsters, inspirada en la mitología nórdica y los cuentos europeos. En 2019, la empresa china Pop Mart dio el salto al formato físico con figuras de vinilo y peluche, apostando por el exitoso modelo de cajas sorpresa (blind box).
Desde entonces, se han lanzado más de 25 series diferentes y 300 variaciones, que van desde ediciones temáticas -como circo, bosque, Halloween o Navidad- hasta colaboraciones especiales. Además de los muñecos, hay Labubus convertidos en llaveros, adornos de bolso e incluso vestidos con ropa intercambiable.
Un fenómeno de redes (y celebridades)
El auténtico estallido viral de Labubu llegó en 2024, impulsado por su presencia en redes sociales como TikTok e Instagram, y por el respaldo de celebridades como Lisa de Blackpink, quien mostró su colección en stories, según la revista Elle India. Desde entonces, el interés se ha multiplicado en todo el mundo.
Con su mirada traviesa y sus dientes afilados, las muñecas Labubu de la marca china Pop Mart triunfan por todo el planeta, desde las tiendas neoyorquinas a las bolsas de Rihanna y Dua Lipa, un gran éxito de la diplomacia blanda de Pekín. Con sede en Pekín, esta cadena de tiendas, conocida por las figuras coleccionables de distintos personajes que vende, se inscribe en la creciente gama de productos culturales chinos con éxito más allá de sus fronteras.
Las muñecas son “un poco raras, feas, pero muy inclusivas porque la gente se identifica” con ellas, afirma a AFP Lucy Shitova, una interiorista en una tienda Pop Mart de Londres. Por temor a la aglomeración de clientes frente a sus tiendas, ahora las Labubu se venden únicamente en línea.
Contrariamente a Japón y Corea del Sur, reconocidos en el mundo por su cine, su moda y su música, China apenas exporta sus productos culturales, a menudo frenada por la censura impuesta por el Partido Comunista. Tampoco las empresas de moda consiguen colocar sus marcas en el mercado de alta gama, lastradas por el prejuicio de mala calidad asociado al “made in China”.
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El efecto TikTok
Pop Mart consiguió vencer los estereotipos y ahora es incluso víctima de falsificaciones. También en los últimos años, marcas de alta gama como Shushu/Tong de “prêt-a-porter” o Songmont de bolsos se hicieron hueco en el mercado internacional.
“Es difícil para los consumidores del mundo percibir china como una nación creadora de marcas”, señala Fan Yang, profesora de la Universidad de Maryland en Estados Unidos. “Es solo cuestión de tiempo antes que otras marcas chinas sean reconocibles a escala mundial”, agrega.
Gracias a éxitos virales como el de las Labubu, “los productos y la imagen (de China) ganan atractivo entre los jóvenes occidentales”, estima Allison Malmsten, analista del gabinete Daxue Consulting. Si las redes sociales ayudan, la imagen del gigante chino podría evolucionar positivamente como ocurrió con “Japón entre los años 1980 y 2010 con los Pokémon y las Nintendo”, augura.
Antes que Labubu, la aplicación TikTok, concebida por la firma china ByteDance, había abierto el camino al convertirse en el primer producto chino casi indispensable para la juventud mundial. La plataforma “probablemente contribuyó a cambiar la percepción de los consumidores hacia China”, afirma Joshua Kurlantzick, experto del centro de reflexión estadounidense Council on Foreign Relations.
Labubumanía
En TikTok existen más de 1,7 millones de videos sobre las muñecas Labubu. Esta red se ha convertido en un vector importante de difusión de las tendencias provenientes de China. Todos estos productos culturales pueden “mejorar la imagen de China como país capaz de producir bienes y servicios atractivos a escala mundial”, declara Kurlantzick.
En paralelo, el desgaste de la imagen de Estados Unidos bajo la presidencia de Donald Trump puede estar beneficiando también al gigante asiático, estima Fan Yang. “El vínculo que muchos establecen entre el aparente declive del poder blanco estadounidense y la mejora de imagen de China refleja hasta qué punto están entrelazados en la mente de la gente”, apunta.
En el caso de las Labubu, su éxito está despertando un interés creciente por China entre los más jóvenes. En un pequeño parque de atracciones de Pop Mart en Pekín, una catarí de 11 años, Maryam Hammadi, posaba con su familia esta semana ante una estatua de estas muñecas. “En mi país, todo el mundo adora a las Labubu”, aseguró a AFP.
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¿Puedo dar a mi hijo un muñeco Labubu?
El pediatra paraguayo Robert Núñez abordó este fenómeno en su cuenta en la red social X ante las constantes consultas de los padres acerca de si estos muñecos son aptos para niños: “Desde el punto de vista pediátrico, el valor de un juguete no está solo en su apariencia, sino en lo que aporta al desarrollo del niño. Labubu no tiene un componente lúdico claro ni fomenta el juego simbólico, el lenguaje o la motricidad. Además, su aspecto puede no ser comprendido por todos los niños pequeños, generando miedo o confusión”.
El doctor puntualizó los aspectos que deben tener en cuenta las familias, como: “Es una moda viral, sin un contenido educativo asociado. No todos los juguetes que circulan en redes están pensados para la infancia. Lo importante es que el juguete sea seguro, acorde a la edad, y promueva el juego saludable. Siempre que se ofrezca algo nuevo, es fundamental acompañar y observar la reacción del niño”.
“Como cuidadores de la infancia, recomendamos priorizar juguetes que estimulen el desarrollo cognitivo, emocional y social. Si tu hijo te pide un Labubu, es una oportunidad para conversar con él, entender lo que le gusta, y decidir juntos desde el criterio y no desde la presión social”, explicó Núñez. “Usar estas modas como oportunidad para conversar y compartir con nuestros hijos, no solo para comprar. Porque más allá de las tendencias, el mejor regalo para un niño es nuestro tiempo y acompañamiento”.
Fuente: Europa Press/AFP
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Fomentando el cine andino en Francia con “Otros Ojos”
- Por David Sánchez, desde Annecy (Francia), X: @tegustamuchoelc (*).
En el marco del Festival Internacional de Cine de Animación de Annecy 2025, celebrado del 8 al 14 de junio, Arnaud Miquel, agregado audiovisual para los países andinos desde la Embajada de Francia en Colombia, presentó Otros Ojos, un ambicioso programa que promete transformar el acceso al cine en Venezuela, Colombia, Ecuador, Bolivia y Perú. Durante una entrevista realizada en Annecy, Miquel explicó que esta iniciativa, financiada por el Fondo Equipo Francia, no solo busca formar nuevos públicos escolares, sino también impulsar la animación regional y fortalecer de manera integral la industria audiovisual andina.
- ¿Podría explicarnos en qué consiste su función como agregado audiovisual en Colombia?
- Soy agregado audiovisual para los países andinos, desde el puesto de la embajada de Francia en Colombia. La embajada de Francia, en varios países, depende del Ministerio de Asuntos Exteriores, y en algunas de estas embajadas hay agregados audiovisuales, que a veces están asignados a un solo país o a varios. En Sudamérica, los agregados son regionales. Por ejemplo, Antoine Seillière está en Buenos Aires y cubre Argentina, Chile, Uruguay y Paraguay. Yo estoy en Bogotá y me encargo de los países andinos: Venezuela, Colombia, Ecuador, Bolivia y Perú.
Mi función es facilitar los vínculos entre estos cinco países y Francia, pero también entre ellos, para fomentar coproducciones, mejorar la formación, reforzar la industria audiovisual local. Somos una especie de punto de referencia para tratar de conectar socios y mejorar el contexto local.
- ¿Qué cubre exactamente el campo audiovisual en su trabajo?
- Casi todo lo que tenga que ver con imágenes en movimiento. Trabajamos con el cine, con la televisión, con la exportación de programas. También con el videojuego y la creación inmersiva. A veces, incluso con el valor de los medios, la libertad de prensa y la lucha contra la desinformación. Además, algunos agregados audiovisuales también se involucran en la música, porque es una industria cultural importante. En resumen, nuestro trabajo es un poco como el de un agregado para industrias culturales.
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- ¿Cuál es la misión principal de los agregados audiovisuales?
- Nuestra misión principal, sí, es servir a Francia. Trabajamos para el Estado francés, así que nuestro objetivo es promover las obras y la experiencia francesa en el extranjero. Organizamos festivales de cine francés, apoyamos a talentos franceses cuando son invitados a festivales. También colaboramos con festivales y eventos para facilitar la presencia francesa. Pero también apoyamos festivales en Francia, como Cinélatino en Toulouse o Biarritz Amérique latine, para que puedan recibir talentos latinoamericanos que presentan sus películas allá. El 90% de nuestras acciones están en los países donde estamos basados, pero siempre con un enfoque en la diversidad cultural y las colaboraciones futuras.
- ¿Con qué otras instituciones trabajan para llevar a cabo su labor?
- Trabajamos con muchas instituciones. En Francia, trabajamos con UniFrance, que promueve el cine francés en el extranjero. También con festivales, televisiones, radios, y medios públicos como France Médias Monde (France 24, RFI, CFI). Y por supuesto, hablamos con todo el mundo que tenga proyectos, tanto del sector público como privado.
- Cuéntenos sobre el proyecto financiado por el Fondo Equipo Francia que presentaron en Annecy.
- Es un programa que iniciamos hace aproximadamente un año. Es parte de un fondo especial del Ministerio de Asuntos Exteriores llamado “Fonds Équipe France”, que financia durante un máximo de dos años proyectos con impacto fuerte en sectores clave como cultura, agricultura, ecología o paz.
Nuestro proyecto fue diseñado con varios socios para responder al problema del decreciente número de jóvenes que van al cine en los países andinos. Esto afecta al ecosistema completo: exhibidores, productores, talentos. La idea fue dividir el proyecto en dos etapas.
- ¿En qué consiste la primera etapa del proyecto?
- La primera parte es la formación de jóvenes talentos de la animación, para darles herramientas que les permitan financiar y desarrollar proyectos con vida cultural y económica tanto local como internacionalmente. Para ello, trabajamos con M6 y el Campus internacional del SPA (Syndicat des Producteurs de l’Animation). Organizamos sesiones en Bolivia y Colombia sobre producción, distribución y guion. Dieciocho jóvenes fueron seleccionados y vinieron a Annecy a vivir una experiencia internacional y conectarse con el mundo de la animación.
- ¿Y la segunda etapa?
- La segunda parte es un programa de educación en imagen. Se llama “Autres regards”, y busca cambiar la forma en que los espectadores —y las instituciones— ven el cine local. Hay un problema: las películas colombianas, por ejemplo, se ven un poco en Colombia, pero casi nada fuera del país. Queremos crear un catálogo de películas de los cinco países andinos y de Francia que circule por salas de cine con público escolar.
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- ¿Cómo funciona ese modelo educativo?
- Es un modelo inspirado en el sistema francés. Financiamos proyectos piloto donde estudiantes van al cine no una, sino tres veces al año, dentro del horario escolar. La idea es que los niños vivan la experiencia del cine y que eso despierte su curiosidad, incluso si el cine es considerado caro en algunas poblaciones. A largo plazo, si un día tienen más recursos, podrían optar por ir al cine porque ya conocen y valoran la experiencia.
- ¿En qué países se implementa el programa actualmente?
- Hoy el programa está presente a nivel nacional en Colombia, Venezuela, Bolivia y Perú. En Ecuador, solo trabaja a nivel de la ciudad de Quito. Actualmente, lo financiamos desde la cooperación francesa, pero esperamos que el año próximo se sumen aliados locales —ministerios de Educación y Cultura— para que el proyecto pueda convertirse en política pública.
- ¿Hay reglas específicas sobre qué películas se pueden proyectar?
- Sí, hemos establecido una regla para esta primera edición: máximo un film nacional por país. La idea es que no se trate solo de promoción del cine nacional. Por ejemplo, en Colombia se puede mostrar un film colombiano, pero las otras dos proyecciones deben ser de otro país andino o de Francia. El catálogo lo forman películas cuyos productores y distribuidores han aceptado participar.
- ¿Podrías contarnos cómo se implementó el programa en Perú?
- En Perú decidieron trabajar con cines en el marco de festivales. Esto les permite valorizar los festivales existentes y, al mismo tiempo, beneficiarse de espacios disponibles, lo que también ayuda a reducir costos. Es un modelo interesante para adaptar el programa al contexto local.
* David Sánchez es un periodista franco español afincado en Toulouse, centrado especialmente en cine iberoamericano, miembro de la crítica internacional Fipresci. Sitio: https://www.tegustamuchoelcine.com.
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Los 7 mejores espectáculos del Festival de Aviñón 2025: el más grande del planeta
- Por David Sánchez, desde Aviñón (Francia), X: @tegustamuchoelc (*).
- Fotos: Gentileza
Cada julio, esta ciudad francesa de apenas 90.000 habitantes se transforma en el epicentro mundial del teatro con el Festival de Aviñón, el más grande del planeta, que compite en magnitud y prestigio con el Fringe de Edimburgo.
Aviñón, esa joya del sur de Francia, es mucho más que su célebre puente de la canción infantil Sur le pont d’Avignon o su pasado como sede papal durante 68 años, cuando rivalizó con Roma en el siglo XIV.
Cada julio, esta ciudad de apenas 90.000 habitantes se transforma en el epicentro mundial del teatro con el Festival de Aviñón, el más grande del planeta, que compite en magnitud y prestigio con el Fringe de Edimburgo.
Durante tres semanas, sus calles, plazas y 139 teatros se convierten en un hervidero de creatividad, con más de 1.700 funciones diarias y un programa de casi 500 páginas que desafía cualquier intento de abarcarlo todo. Es una locura teatral que exige organización, instinto y, sobre todo, pasión por el arte escénico.
En los primeros cinco días del festival de 2025, he tenido la suerte de sumergirme en esta vorágine y aquí entrego mis siete premios a las obras más destacadas.
Mejor obra casi muda: “Patrik” – Théâtre Épiscène
De qué va: este espectáculo, protagonizado por Patrik Cottet-Moine, es una oda al humor físico y visual.
Con apenas palabras, Cottet-Moine crea un universo de gags absurdos y surrealistas que conectan con públicos de todas las edades y nacionalidades. Cada escena es una explosión de imaginación, desde transformaciones corporales hasta situaciones disparatadas que desafían la lógica.
Comparado con Rowan Atkinson por su expresividad y genialidad física, Cottet-Moine es un tesoro del teatro gestual.
Su capacidad para transformar su rostro y cuerpo es hipnótica, y su humor, aunque absurdo, es universal. A las 10 de la mañana, con una sala llena, este espectáculo demuestra que no necesita grandes escenarios para brillar. Ver a Patrik es, como dice la crítica, un lujo que todos deberían experimentar al menos una vez.
Mejor obra: 1 “Heure de Philosophie (avec un mec qui ne sait pas grand-chose”) – Théâtre Notre-Dame
De qué va: otra joya de Christophe Delort y PA Prod., este monólogo convierte la filosofía en una experiencia accesible, divertida y profundamente educativa. A través de una pizarra, un panel y una narrativa ingeniosa, Delort desglosa conceptos filosóficos complejos con humor y claridad, invitando al público a reflexionar sobre ideas que, aunque siempre han estado ahí, rara vez nos detenemos a explorar.
Este solo es un prodigio de equilibrio: hace reír, enseña y nunca aburre. Delort demuestra una vez más su maestría como director y actor, transformando un tema que podría ser árido en una experiencia vibrante. Al salir de la sala, el espectador no solo se siente entretenido, sino enriquecido, con nuevas perspectivas sobre la vida y el pensamiento. Una obra que encapsula lo mejor del festival: teatro que transforma.
Mejor vis cómica: “Titouan Bodin por Shakespeare... Même pas peur!” – Théâtre de Notre-Dame
De qué va: esta obra es un ambiciosa y divertidísima, intento de condensar la vastísima obra de William Shakespeare en una sola función. Tres actores, un biombo y una energía desbordante son los ingredientes de esta comedia que recorre las tragedias, comedias y dramas históricos del bardo inglés con un enfoque fresco, dinámico y absurdamente hilarante.
La estrella indiscutible es Titouan Bodin, un actor que brilla con luz propia. Su vis cómica es un don natural, una chispa que no se puede fingir. Ya sea interpretando a un héroe masculino o a una dama shakesperiana, Titouan transforma cada escena en un espectáculo de humor físico y verbal que roba carcajadas.
Formado en el Acting Studio de Lyon bajo la tutela de Joëlle Sévilla, este actor, activo desde 2013, ha colaborado con numerosas compañías en la región de Auvergne-Rhône-Alpes, destacando en géneros que van desde la comedia absurda hasta musicales y cuentos infantiles.
Su papel como Sherlock Holmes en “¿Quién quiere la piel de Sherlock Holmes?” (2019), representado 150 veces, ya lo había consolidado como un talento polifacético.
En “Shakespeare... Même pas peur!”, su versatilidad, humor inglés y enfoque físico lo convierten en el alma de la obra, haciendo que esta experiencia sea tan instructiva como desternillante. Una joya para quienes aman el teatro que no se toma demasiado en serio.
Mejor sorpresa: “Madame Arthur fait son Opéra” – Rouge Gorge
De qué va: esta ópera cabaretera es una explosión de música, humor y provocación. Cuatro artistas, vestidos con pelucas extravagantes, maquillaje estridente y transparencias que no dejan nada a la imaginación, reinterpretan la ópera clásica con un toque sádico, erótico y profundamente íntimo. La obra juega con la cercanía física entre actores y público, creando una experiencia sensorial única. Presentada en el magnífico Théâtre Rouge Gorge, cuya arquitectura interior —con su balcón central y lámparas de ensueño— ya es un espectáculo por sí misma, esta obra rompe todos los prejuicios sobre la ópera. Los artistas no solo cantan con maestría, sino que tocan piano y violín, exhiben físicos imponentes y despliegan un humor que transforma lo que podría ser un género elitista en algo accesible y vibrante. La elección de programarla a las 22:00, una hora poco común en el off, es un acierto del director Harold David, que logra llenar la sala con un público que sale maravillado. Es una ópera que no solo se escucha, sino que se siente en el cuerpo, una sorpresa que redefine lo que significa asistir a un espectáculo lírico.
Mejor obra semiseria, semihumorística: “Al Capone” – Théâtre Notre-Dame (Salle Rouge)
De qué va: esta obra, producida por la compañía PA Prod., dirigida por el talentoso Christophe Delort, narra la vida del infame gángster Al Capone, desde sus inicios hasta su reinado como capo de la mafia. Con un equilibrio perfecto entre drama, humor y música, la pieza utiliza transiciones musicales en vivo para marcar el paso del tiempo y las escenas, creando una narrativa fluida y envolvente.
“Al Capone” es un ejemplo de cómo el teatro puede ser profundo sin ser pretencioso. Con un elenco reducido de cuatro o cinco actores y dos músicos, la obra combina momentos de brutalidad con toques de humor sutil y una interacción medida con el público. La genialidad de Delort radica en no excederse en ningún aspecto: ni en el drama, ni en la comedia, ni en la violencia. Cada elemento está dosificado con precisión, lo que resulta en una experiencia redonda, emocionante y memorable. PA Prod. y Delort confirman aquí su capacidad para convertir cualquier idea en oro teatral.
Mejor solo humor: “Yohann Métay - Le Sublime Sabotage” – Théâtre des Corps Saints
De qué va: en este monólogo, Yohann Métay interpreta a un escritor frustrado que, en un intento de crear una novela de éxito, desata un torbellino de humor ácido y autocrítico. La obra comienza con un falso anuncio de cancelación que descoloca al público, para luego sumergirlo en una montaña rusa de gags que abordan sus miedos, inseguridades y encuentros con los espectadores. Métay es un huracán en escena. Con su bolso bandolera y una actitud irreverente, se mete con todo el mundo: mayores, parejas nadie está a salvo de su lengua afilada. Su humor, extremo pero inteligente, hace que el público termine con dolor de mandíbula de tanto reír. Este solo es un despliegue de energía y carisma, una masterclass de cómo un solo actor puede llenar un escenario y mantener al público en vilo durante toda la función. Una obra imprescindible para los amantes de la comedia sin filtros.
Mejor improvisación: “Anthony Joubert en Le Dîner des Cons” – Cinévox Théâtre
De qué va: basada en la célebre comedia de Francis Veber, esta versión de “Le dîner des cons” (“La cena de los idiotas”) dirigida y protagonizada por Anthony Joubert ofrece una mirada fresca a la historia de un grupo de amigos que organiza cenas para burlarse de invitados “tontos”. La trama, conocida por su humor cruel pero hilarante, cobra nueva vida gracias a la espontaneidad de Joubert. Joubert no solo actúa, sino que dirige y aporta una naturalidad única a la obra. Su vis cómica brilla especialmente en los momentos improvisados, donde no duda en señalar los errores de sus compañeros o interactuar con el público, generando risas espontáneas. Esta capacidad para romper la cuarta pared (si es que en teatro existe) y convertir los tropiezos en momentos de genialidad hace que esta versión destaque entre las muchas que se presentan en Aviñón. Es una obra que respira frescura y demuestra que, incluso en un clásico, hay espacio para la innovación.
* David Sánchez es un periodista franco español afincado en Toulouse, centrado especialmente en cine iberoamericano, miembro de la crítica internacional Fipresci. Sitio: https://www.tegustamuchoelcine.com.