Por: Micaela Cattáneo
El pasado martes, 5 de mayo, la cantante británica Adele, conocida por temas como Hello o Someone Like You, compartió una foto en su cuenta de Instagram por motivo de sus 32 años cumplidos. “Gracias por el amor que recibí en mi cumpleaños. Espero que todos estén seguros y cuerdos durante este tiempo loco. Gracias a todos los empleados de emergencia y trabajadores esenciales que nos mantienen seguros mientras arriesgan sus vidas, son nuestros ángeles”, escribió la artista.
Al día de hoy, la publicación tiene más de 10.700.000 likes y más de 227.000 comentarios. Y no precisamente por el mensaje de agradecimiento, sino por la foto que lo acompaña, ya que muestra a una Adele muy cambiada; distinta a la que conocíamos hasta hace poco.
Sin que ella lo planteara en su posteo, la gente empezó a debatir sobre su “nuevo aspecto físico”, lo que la convirtió en tendencia a lo largo de la semana. Muchos internautas salieron a comentar que “ahora, con unos kilos menos, se ve hermosa”; mientras que otros salieron a defenderla diciendo que “ella siempre ha sido hermosa, más allá de su peso”.
También se ha comentado cómo este cambio, de alguna forma, representa un estilo de vida más saludable y, a la vez, cómo podría influir esto positivamente en las personas que padecen sobrepeso u obesidad. Sin embargo, muchas especialistas de nutrición han salido a flote para defender la idea de que ninguna dieta milagrosa es sana.
Y es que la ex entrenadora personal de la artista, Camila Goodis, había dicho en una oportunidad que los más de 40 kilos perdidos por Adele se deben a una dieta llamada Sirtfood, que consiste en ingerir sólo 1.000 calorías por día, incluye alimentos bajos en calorías como jugos verdes, frutas, chocolate amargo, etc., y con la que se puede bajar hasta 3 kilos por semana. “Está haciendo actividad física, pero en un 90% es la dieta”, mencionaba.
Sin ir muy lejos, la nutricionista argentina Agustina Murcho publicó en su cuenta (@nutricion.ag) su postura en torno a lo que generó la foto de Adele, cuestionando principalmente cómo el foco del debate se centró en el cuerpo y en los aplausos por un descenso de peso tan rápido y no en lo que de verdad hay que hablar: lo que implica esta dieta a nivel mental y físico. “Se sigue desinformando y avalando dietas de hambre que pueden traer consecuencias graves”, escribió en su perfil de Instagram.
Y es cierto que si uno se pone a buscar noticias sobre el tema, encuentra titulares como “Nuevas fotos de Adele causan furor al verla feliz y segura con su cambio físico” o “Nuevas fotos de Adele presumiendo su nueva figura”, entre otros que asumen una realidad que ni siquiera fue expuesta por la protagonista de este asunto. ¿Quién dijo que ahora está más segura y feliz gracias a su cambio físico? ¿en qué parte de su publicación menciona que bajar de peso le cambió la vida?
Son preguntas que no hay que pasar por alto porque que, en pleno siglo XXI, se siga debatiendo sobre el cuerpo de las mujeres como si se tratase de un asunto de Estado y no de los pendientes que tenemos como país en cuanto a seguridad alimentaria, claramente, es un indicador de que como sociedad no estamos avanzando (ni con una pandemia a la orden del día).
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