La miniserie de Netflix “El secuestro del vuelo 601″, que narra el crimen de unos futbolistas paraguayos, no tiene actores locales en los papeles principales. Esta historia basada en hechos reales, que involucra a dos compatriotas, causó indignación en línea, por la ausencia de talento guaraní en el elenco.
El material “El secuestro del vuelo 601″ cuenta en 6 capítulos cómo dos futbolistas paraguayos, llamados Eusebio Borja y Francisco Solano López, secuestraron en 1973 un avión colombiano, exigiendo el pago de 200.000 dólares. Este caso se trató de uno de los episodios más relevantes de la historia de la aviación internacional y, según registros, duró unas 60 horas.
Fue el actor paraguayo Marcos Díaz, quien reveló en su perfil de TikTok que la producción de la miniserie realizó el casting en Paraguay, para encontrar quiénes darían vida a los papeles principales. “Fuimos unos cuantos actores paraguayos, los que fuimos llamados para hacer el casting, como en Paraguay nos conocemos entre casi todos los actores, ya sabíamos quiénes participaban del casting”, dijo Díaz.
A pesar de esto, ningún actor paraguayo conquistó a la producción para quedarse con los protagónicos. “Son dos actores argentinos los que van a interpretar estos papeles, la miniserie se acaba de estrenar, así que todavía no sé qué onda, pero estoy superansioso por ver y saber si estos dos argentinos van a hablar como paraguayos, pero debo admitir que si me bajoneó, no solo el hecho no haber quedado, sino que no hayan elegido a actores paraguayos”, lamentó Díaz.
La revelación del actor local sumó varias reacciones en línea: “Voy por el 3.º capítulo, hubiera quedado mejores actores paraguayos”, “Como piko argentinos interpretando a paraguayos”, “Ni para actores funcionamos”, “Qué lastima. Deberían ser actores paraguayos”, “Jamás un argentino podría imitar la forma de hablar de un paraguayo”, escribieron.
La serie se rodó en Colombia y está protagonizada por Mónica Lopera, Christian Tappan, Enrique Carriazo, Ángela Cano, Marcela Benjumea y otros destacados artistas. En la historia, los secuestradores tomaron como rehenes a todos los pasajeros y la tripulación y exigieron 200.000 dólares para liberar a sus víctimas, mientras se hacían pasar por guerrilleros del Ejército de Liberación Nacional.