El filme paraguayo fue seleccionado entre más de 90 producciones y espera ser confirmado dentro de la nómina de los postulantes finales de los premios Oscar.

Hugo Giménez, cineasta.

El próximo 15 de marzo se dará a conocer la lista de nomina­dos para los premios Oscar 2021. La película paraguaya “Matar a un muerto” (2020) espera hacer historia y escri­bir su nombre entre los pos­tulantes finales luego de haber sido seleccionada de entre más de 90 filmes de la región en la fase preliminar.

Una producción entre Para­guay, Argentina, Francia y Alemania, se trata de un lar­gometraje que se ambienta en fines de la década del 70 y narra un hecho vinculado con la historia de los países del Cono Sur americano.

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Hugo Giménez, su director, habló con La Nación sobre el momento que viven tras la selección para los Oscar, su visión del arte cinematográ­fico y sus proyectos futuros.

–¿Cómo vivís este momento en el que un trabajo tuyo llega a estar en una lista junto con las mejores producciones del mundo?

–Luego de un 2020 muy difí­cil para todo el sector cultu­ral, toda noticia o reconoci­miento que tenga la película es motivo de celebración y alegría para toda la familia de “Matar a un muerto”. Para nosotros, que la obra siga vigente en espacios interna­cionales es muy importante y nos permite seguir traba­jando para que pronto poda­mos volver a estrenarla en los cines de Paraguay.

–¿Cuál fue tu camino como cineasta para llegar a este momento de tu carrera?

–Siempre tengo en cuenta el proceso. Uno es el resultado de un proceso. Por más azaro­sos que resulten los momen­tos de creación, al final uno termina siendo el resultado de sus elecciones, y el cine se basa en esa constante puja de elecciones: encuadrar (qué muestro o qué dejo de mos­trar) siempre será una elec­ción política.

–¿Cómo se dio el surgi­miento y la elección de la historia y el desarrollo del guion?

–Primero apareció el lugar, el bosque donde transcu­rre la historia. Luego de un tiempo pude dar con una idea narrativa que encajara con ese lugar, más tarde el con­texto histórico y el tiempo de la historia; allí supe de inme­diato que era esa la historia que quería contar. Después vino la escritura del guion, que tomó unos tres años más o menos.

–¿Qué fue lo más difícil de trabajar durante el rodaje y cuáles fueron tus miedos durante la producción?

–Robert Bresson en sus notas dice algo como “no se trata de dirigir a alguien, sino de diri­girse uno mismo”. Esa idea siempre la tengo presente y más aún en los rodajes. Al tener un rodaje totalmente en exteriores en “Matar a un muerto”, las dificultades y los miedos eran compar­tidos con los protagonistas, pues estábamos todos a mer­ced del clima y de la natura­leza; fue todo un desafío para el gran equipo de profesiona­les técnicos y artísticos que dieron lo mejor para que la obra tenga una alta factura técnica y artística. Estamos muy felices con la calidad de la película.

Desafiante rodaje en lo técnico presentó “Matar a un muerto”.

–¿Te parece necesario el aporte de una mirada artís­tica a la historia paraguaya?

–No suelo pensar en térmi­nos de necesidad a la hora de crear; “hacer una obra sobre o para algo”. Creo que ya arras­tra una limitación de entrada, prefiero emplazarme desde la creación como un reflejo del tiempo del artista. Si la obra es genuina, reflejará su tiempo histórico y también reflejará al artista… Encon­trar su lugar en la historia ya es cuestión de tiempo.

–Este contexto de pande­mia hizo que el público local no logre identificarse con la película, hinchar por ella o criticarla. ¿Cómo vivís esa situación?

–A días de estrenar la pelí­cula en Paraguay se vino el cierre total por cuarentena. Sentimos que nos falta com­pletar esa etapa, la obra toda­vía no está del todo completa sin un encuentro total con su público, esperamos y con­fiamos en que ocurra muy pronto.

–El cine paraguayo tiene un momento importante en términos de producción y maduración. ¿Cómo lo ves vos y qué hace falta según tu lectura?

–Hay un proceso no solo importante, sino incesante en producciones como en calidad. Ahora estamos en un momento en que el Insti­tuto de Cine se haga realidad y pueda funcionar para dar un marco, promover, regular y fomentar la creación audio­visual en nuestro país. Es un anhelo largamente esperado por todo el sector.

–¿Qué proyectos de pelí­cula o serie venís traba­jando actualmente?

–Ahora estoy en un proyecto documental de creación colec­tiva que trabaja narrativas sobre el concepto de la nostalgia de futuro, se llama “Recuerdo futuro”, y también estoy cola­borando con colegas en algunos proyectos. A la par estoy dando forma a la escritura de un pro­yecto documental personal. Todos los caminos me llevan al documental por un tiempo. Uno se siente a gusto en ese lugar.

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