¿Cuándo se reabrirán las fronteras? ¿Cuándo volverán los niños a las escuelas? ¿Cuándo se volverá a las salas de cine? ¿Cuándo se podrá rodar de nuevo? La pandemia del Covid-19 sin duda deja un sin fin de preguntas por responder, pero a la par trae una afirmación irrevocable: las plataformas digitales están más que nunca en la forma de consumo de contenidos de entretenimiento.

Juanca Lucas, productor y realizador reconocido en la escena local, entiende que la producción no debe parar, por ello se encuentra trabajando en “Añakua”, un proyecto que nació como un contenido a ser rodado, pero las condiciones actuales llevaron a la idea al universo de las animaciones. Después del documental de narrativa innovadora “La afinación del Diablo”, Juanca busca consolidar su trabajo en el mundo de los gráficos en movimiento, ahora dando una mirada a la realidad campesina paraguaya, pero desde la ciencia ficción.

–Estás trabajando un proyecto de animación, ¿en qué consistiría eso?

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–El año pasado nos juntamos con un grupo de profesionales del cine y tv, buscando que el cine aporte a la sociedad, tanto en la creación de audiovisuales como organizando talleres de capacitación. Así surgió Kurundu Colectivo. Dentro de los proyectos está “Añakua” (lugar del mal o lugar del diablo), un cortometraje de animación 2D dentro del género de ciencia ficción.

–¿Cuál es la temática a grandes rasgos de lo que plantearías?

–La historia sucede en el futuro. Año 2050. Una familia campesina, agrícola, acosada por un asesino a sueldo que quiere sus tierras. Si bien está inspirada en un hecho real que conocí en un trabajo, decidí agregarle elementos de ciencia ficción. Me parece que la violencia está tan normalizada, que contar esta historia real como documental sería para que juzguen a la víctima, como suele pasar. El caso de Curuguaty es un ejemplo. Pero la pandemia me trajo varios replanteos en el guión sobre cómo será el futuro. Un planteo es sobre un posible escenario de desabastecimiento alimentario que tanto se habló en este tiempo ¿Cómo sería la vida de esta familia campesina agrícola en esta situación? Porque imagino que pocos conocen recetas a base solamente de soja, que es lo que más producimos en nuestras tierras. De esto trata un poco “Añakua”.

–¿Cómo surgió la historia y si en su génesis ya se planteó como animación?

–La historia surge a principios del año pasado en la comunidad de San Juan, distrito de Francisco Caballero Álvarez. Fui a trabajar en un documental de Miguel Armoa que registraba testimonios y situaciones de secuestros, amenazas, incluso homicidios, que ejercen los sojeros a los compatriotas paraguayos. Así de impactante suena y también se ve allí en San Juan. Entonces me sumé a narrar la injusticia que se vive allí. En un principio pensaba plantearlo con no actores (campesinos). Pero nos topamos con la cuarentena, entonces decidí continuarlo con la animación. Me parece una elección que da más libertad creativa, y a la vez tendrá un impacto visual más intenso.

–¿Qué trabajo te ocupará en este proyecto?

–En este trabajo estoy como director, guionista, trabajando en conjunto en la parte de producción con Patricia López, que hace años trabaja en el registro fotográfico rural. También está Sofía Paoli Thorne y su equipo de Tekoha Audiovisual, que están produciendo materiales educativos con la animación.

–¿Con qué ilustradores tienen pensado trabajar, y cómo ves el terreno en recursos humanos para un proyecto así en el país?

–Aun seguimos buscando un ilustrador, que será clave para el proyecto. También buscamos afuera pero mi deseo es que el ilustrador o ilustradora sea local, para tener un diálogo sobre las características que podría tener un escenario rural en el futuro. Quiero que al mirar el corto cualquiera pueda reconocer a Paraguay, a pesar de tener algo de apocalíptico o futurista.

–¿Técnicamente el proyecto requerirá inversión en tecnología o en capacitación?

–Gran parte del presupuesto está dedicado a la animación, al equipo técnico. Pero también queremos que el corto llegue a la comunidad de San Juan. En este sentido agradecer a las organizaciones que están haciendo posible este corto: Base-IS, a Japolí y a Global Greengrants Fund, que es una organización internacional. Una pena que ninguna institución cultural del Estado no nos apoyaran hasta el momento.

–¿Es la animación en cortometrajes un espacio en el que se puede apuntar en el este contexto de cuarentena?

–Totalmente. En Paraguay tenemos profesionales de animación de buen nivel, aunque en producciones es poco explorado por los directores de cine o tv. Actualmente estamos elaborando un proyecto docuanimación, desde Tekoha Audivosual, mezclando los testimonios reales con la ilustración animada. Pero también existen otras alternativas como los transmedias, o los audiovisuales interactivos que utilizan el internet como base. También me parece un buen momento desde quienes trabajamos en el audiovisual poder utilizar materiales de archivo y resignificarlos.

–¿Cómo pensás que se va ir moviendo el mercado en este contexto?

–La situación de la cuarentena afirmó la capacidad que cualquiera tiene para crear audiovisuales, con las miles de aplicaciones y facilidades que se tiene. En este sentido me parece que “hacer por hacer” ya no funciona, quedó obsoleto con las grandes cantidades de producciones, influencer, youtubers. Si queremos que valoren nuestro trabajo como realizadores audiovisuales, se debe apuntar a calidad y dejar de lado la serialización. Porque así como pedimos no volver a la normalidad, también debemos cambiar nosotros… quizás reinventando nuevas formas de narrar, acercarnos más a las nuevas tecnologías o bien abordar temáticas menos artificiales o glamorosas, lejos de nuestra realidad. Lo único claro que veo es que ha triunfado el mercado de streaming, plataformas o cualquiera relacionado con internet y el no moverte de tu casa.

¿Qué otros proyectos vienen manejando?

–Dentro de Kurundu Colectivo, estamos trabajando a la par con un proyecto documental-experimental que se llama “Yvaga” que se realizará con celulares, capacitando a distancia a campesinos. Ellos promocionarán sus productos agroecológicos para la venta a la ciudadanía. Un hermoso proyecto que tiene como premisa el cuidado de la salud con el alimento sano.

Juanca Lucas es un reconocido realizador audiovisual en la escena nacional.

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