Gustavo Sánchez Haase es un recono­cido guitarrista de blues en la escena local. Desde su hogar, en Encarnación, resiste a la cuarentena con su arte y desarrolla constante­mente espectáculos musica­les que son transmitidos a tra­vés de Facebook (ver https://bit.ly/2V868sO).

Profundo conocedor del género que asumió como propio, Gustavo se presenta en diferentes facetas para su público con guitarra, voz, armónica o el formato de la one man band. Las restriccio­nes de movilidad han forzado a los músicos a buscar diver­sas formas de mantener el vín­culo con su público y también de darse a conocer. La Nación habló con el músico sobre lo que viene haciendo y sus pro­yectos a futuro.

– ¿Cómo surgió la idea de mantener de manera ya regular este vínculo con la gente a través de los vivos por Facebook?

– Las redes sociales, desde la implementación de los con­ciertos en vivo, son una de las maneras más interactivas de conectarse con el público y hacerse conocer en el mundo entero. Y, en segundo lugar, porque todos los conciertos presenciales han sido cance­lados y una manera de retri­buir al público es con los lives en las redes sociales.

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– Escucharte siempre es didáctico. ¿Cuál es la recep­tividad que presenta la gente a lo que proponés y al género con el cual te emban­derás?

- Gracias a Dios hay muy buena receptividad. En todo este tiempo han aumentado en muy buena medida los segui­dores y el interés por el blues y sus ramas va en crecimiento. Además, entre los propios cole­gas existe una mayor solidari­dad para compartir lo que cada uno aprende en sus respectivas carreras musicales.

– Como músico y médico, ¿cuán importante pensás que es el aporte en arte y entretenimiento que rea­liza la gente a través de las redes en este tiempo?

– El arte es uno de los elemen­tos fundamentales que ayudan al desarrollo psíquico de la per­sona y contribuyen a mante­ner íntegra la salud mental. Y en los tiempos difíciles como el que estamos viviendo ahora se convierte en un gran factor que alivia el estrés y lleva alegría a los hogares.

– Sobre tus proyectos perso­nales ¿Qué venías haciendo como músico y gestor cul­tural antes de la pandemia? ¿Qué plantes tenías traza­dos?

– Antes de la pandemia estaba, como nunca, en muchísimos proyectos. El año pasado ter­miné de grabar mi primer disco como one man band, “Urbano & rural”, que en forma de EP ya está en todas las plataformas digitales. En Posadas estaba a full ensayando con La Posadas Jug Band, banda de blues tra­dicional ragtimes y jazz blues, que lo comparto con mis ami­gos tremendos músicos como son Pili Gonzálvez, Tito Agu­lla y Elvis Yachuk, presentando proyectos educativos al Minis­terio de Cultura de la Provincia, que fueron aprobados, como el de Blues en Las Escue­las. Teníamos aprobada una gira provincial para mayo, ade­más de conciertos en impor­tantes auditorios de la ciudad. Estaba también empezando otro proyecto, de Power Blues Dúo, con el baterista Ivan Yachuk, en el que tocamos hill country blues, estilo del norte de Misisipi, con el cual teníamos agendada una serie de presentaciones. Además, debía comenzar una gira por algunas ciudades de Argentina y Brasil para presentar el disco durante este primer semestre del año. Además, desde el 2018 volvimos a reactivar la que fue mi primera banda en mis ini­cios en la música: Los Mata­sanos del Rock, de Villarrica, que lo comparto junto con mis hermanos Rodrigo y Hernán, y mi amigo Carlos Bernal. Esta­mos en la etapa de conclusión de un disco que grabamos el año pasado, con 6 temas pro­pios y 3 clásicos del rock nacio­nal paraguayo.

– ¿Qué cosas pensás en estos días como ideas fijas que debes hacerlas cuando todo esto pase y te puedas mover libremente, sea en el plano personal, profesional o artístico?

– Estos días aprovecho para componer, practicar, hacer lives en Facebook, compar­tir virtualmente con los ami­gos, familiares y, por supuesto, hacer tareas domésticas con mi esposa Elisa. Y, Dios mediante, cuando esto pase, continuar con los proyectos y recitales que se habían cancelado, ade­más de giras promocionales del disco de Haase One Man Band, entrar de nuevo al estu­dio para grabar el primer disco de La Posadas Jug Band, con­tinuar con los ensayos de The Moonshines, el proyecto de Power Blues Dúo de hill coun­try blues al que me referí más arriba y, más adelante, promo­cionar el disco de Los Matasa­nos del Rock.­

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