Néstor Ló y Los Caminantes, un proyecto que sin dudas logró afianzarse en los últimos años, prepara un nuevo trabajo discográfico, el sucesor de “Salten, canten, griten, bailen”, álbum debut que vio la luz en marzo del 2018.
Recordado por el sentido hit “Mamama”, la banda fue tomando desde hace un tiempo el protagonismo en el mundo del folclore, con un sonido más universal. Néstor Ló habló con La Nación sobre lo que están haciendo como banda y de lo que se viene.
–Entiendo que arrancan un nuevo proceso de producción, ¿cómo encaran este nuevo material a diferencia de los trabajos anteriores?
–Este nuevo material nos toma con muchísimo más tiempo de trabajo en pos del resultado que buscamos, venimos trabajando hace más de un año en las canciones y nos toma también mucho más maduros musicalmente, aprendimos muchísimo en todo este tiempo juntos y eso se nota en la sonoridad de la banda.
–¿Hacia qué sonidos y ritmos se proyectaron al iniciar la banda, y dónde están ahora?
–Este segundo disco es una continuación de la propuesta del primero, pero con nuevas composiciones, sentimos que nos quedamos cortos en el primer disco respecto a la propuesta sonora que ofrecimos, nos quedamos con ganas de más, y de más tiempo de trabajo que si ya encontramos en este. Tendrá esos dos caminos bien marcados que tuvo el primero, el primero con mucho arraigo en nuestro folclore y el otro hacia el latinoamericano.
–¿Cuándo lanzan el primer corte y qué sorpresas trae?
–El primer corte está pensado para abril, la sorpresa es que juntamos dos generaciones con un profundo amor a nuestro folclore pero por sobre todo a la música en sí. Es una canción que grabamos con el maestro Juan Cancio Barreto, joya viviente de nuestra música y mi ídolo personal de toda la vida. Realmente es un sueño cumplido el poder grabar y tocar a su lado.
–¿Cómo se da tu proceso de composición y cómo trabajan en banda los arreglos?
–La composición viene desde muchos lugares, desde la inspiración pura, desde la técnica, desde la búsqueda disciplinada, de vivencias de uno, de vivencias de otros y así de un sinnúmero de lugares. Yo siempre bajo las canciones una vez que siento terminada la composición, y ahí empieza un mundo nuevo otra vez de pruebas y errores que a veces dejan la canción como uno la pensaba en un principio o sino van totalmente para otro lugar.
–¿Cómo te sentís en los escenarios festivaleros de folclore, algo muy distinto al palo del rock?
–Me siento muy cómodo, el cariño de la gente a medida que pasa el tiempo se hace cada vez más y más grande exponencialmente. Soy el mismo sea cual fuere el género que esté interpretando, yo trato de dejar todo en el escenario, así vivo la música. Y el circuito del folclore es el que más satisfacciones me ha dado, hemos conseguido premios que nos ponen al lado de personas que jamás hubiese podido siquiera imaginar estar, como lo es el maestro Juan Cancio, y como lo es el siguiente artista con el que vamos a compartir la siguiente canción que vamos a lanzar, y hasta ahí lo que te puedo decir.