Una extensa e intensa jornada de rock (y ritmos fusionables) ofreció Pilsen Reciclarte, el sábado pasado en el Anfiteatro “José Asunción Flores” de San Bernardino, estableciéndose con su cuarta edición en el gran festival local de verano en su género y de bandas latinoamericanas. Unas 18 mil personas concurrieron en las más de 12 horas de música y fiesta, llevando a alzar el cartel de entradas agotadas.

Desde tempranas horas, aún con sol a pleno, una buena cantidad de público llegó para el enérgico arranque de los concepcioneros Polka Stereo, hacia las 14:00; seguidos por The Crayolas, Bohemia Urbana, y los argentinos El Kuelgue, que luego de Cosquín Rock Paraguay (en setiembre pasado) volvieron con banda ampliada.

Aunque muchos hubieran preferido verlos en horario nocturno, Bersuit Vergarabat agitó el escenario, y con versos de “Recuerdo de Ypacaraí” se despidieron entonando “Un pacto”. A continuación, la emergente banda nacional LaNuestra demostró su gran momento, embolsillándose a la audiencia con canciones propias cada vez más masivas. Con la cadencia reggae de Los Cafres se pintaba la hora mágica para las mejores postales, con el lago de fondo.

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VASOS Y RECICLAJE

Mención aparte esta propuesta de Pilsen de apostar a la escena nacional y regional, para adherir la conciencia ambiental: en la pantalla grande aparecían tips de limpieza y reciclaje, y se reportó que se reciclaron 350 kilogramos de latitas con el canje de entradas. Además, la decisión se instaurar codiciados vasos conmemorativos y reutilizables permitió el ahorro de miles de vasos de plásticos desechables.

En los intermedios también conmovió la promoción del espectáculo “Gracias totales”, que será en marzo próximo, evocando que Soda Stereo tocó en Rock San Ber en 1988, a poca distancia del anfiteatro, así como en este mismo escenario, en 1993. El público también vibró con éxitos de bandas nacionales que no estaban presentes, como SKA, Revolber, Flou, Nestorló, RBS, y otros.

MÁS EMOCIONES

A las 21:00 subió La Secreta, agrupación que supo desnudarse de la nostalgia, tras siete años de ausencia (la primera reunión fue en el último Cosquín Rock Paraguay); y domar el escenario con vigencia y potencia. “Esta enfermedad es un bajón”, advirtió el cantante y compositor Mike Cardozo, al comentar que casi no estuvo debido al dengue, e instó a destruir los criaderos de mosquitos.

La Beriso, una banda argentina que comenzó a desembarcar en Paraguay cuando celebraban 20 años de trayectoria, se impuso con sus baladas y rocanroles de rutas, incluyendo interesantes versiones de “Corazón duro” (Bronco) y “Sobreviviendo” (Víctor Heredia). Emotivo momento con “Cómo olvidarme” (dedicada a una hermana del cantante Rolando Sartorio, fallecida de cáncer), que llenó las gradas de luces de celulares y coros. Sartorio también fue solidario al parar el show el tiempo necesario para que el equipo de seguridad controlara una pequeña trifulca en zona de generales.

Igualmente impactaron los nacionales Villagrán Bolaños, y la medianoche llegó con una descarga de fuegos artificiales, mientras la multitud, agotada y eufórica por igual, todavía estaba lista para vibrar con un poderoso Ciro y los Persas, más el explosivo cierre de punk y pogo a cargo de 2 Minutos.

LaNuestra sorprendió y conectó exitosamente con el público.
La Secreta ofreció un show emocionante y lleno de fuerza.
Aún de día, una creciente multitud disfrutó del show de Bersuit Vergarabat.
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