Por Carlos Giménez, periodista, cultura@gruponacion.com.py

Si bien era muy martes para un “Woodstock paraguayo”, no faltó el barro, la multitud y momentos eufóricos para elevar a Asunciónico como un festival indispensable en la agenda anual. En la segunda jornada, el martes último en el Espacio Idesa, con tres escenarios más cargados y más asistentes, 30 mil personas, Twenty One Pilots y Lenny Kravitz arrasaron las generaciones.

Además, Interpol (que ya estuvo en la primera edición, en el 2015) y Snow Patrols ofrecieron shows prolijos y más tranquilos, para calentar los motores. Los primeros, con un español más pulido, agradaron con “The Rover” y “Slow Hands”; mientras, Snow Patrols incluyó un pequeño set más acústico, más baladístico, con “Don't Give In” y “Open Your Eyes”.

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Más temprano, la banda local de covers Uhh Baby, los venezolanos Caramelos de Cianuro, el trapero argentino Paulo Londra y los uruguayos Cuarteto de Nos encendieron la fiesta. El tercer escenario también vibró intensamente con el dj francés Kungs, así como los grupos nacionales Deliverans y Villagrán Bolaños, que sumaron bastante público.

Hacia las 22:00, una figura emergió sobre el techo de una carcaza de automóvil en el centro del escenario Tigo, en medio de humor, antorchas y distorsión: así arrancó el delirio por Twenty One Pilots; una puesta técnica impactante y esa fusión alternativa de rock y hip hop incendiaron una hora, y surgió amor a primera vista entre la dupla y el público paraguayo.

Similar conexión hubo con Lenny Kravitz, tras asestar “American Woman” y una extensión reggae: El artista paseó lentamente el escenario de punta a punta, sin prisa, dijo que lamentaba no poder expresarse en español, que la siguiente visita esperaba hacerlo. Sin tantos artilugios escénicos, y con una poderosa banda, Kravitz fue otra experiencia alucinante. En el bis infinito de “Let love rule”, se bañó en un coro masivo y bajó varias veces a la fosa para interactuar directamente con el público. Finalmente, el dj Steve Aoki volvió con su parafernalia para cerrar Asunciónico como pista de baile.

Lenny Kravitz arrasó con sus éxitos inoxidables de tres décadas.


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