“Obviamente alguna vez tuve el sueño de que la casa la compre el Estado y que la convierta en un museo. Pero si es imposible, si es una utopía, no me importa si sacan todos los ladrillos de esta casa y hacen un edificio de departamentos. Lo que yo necesito es dinero para darle la mejor calidad de vida a mi mamá”, comenta Diana Barboza, cantante e hija del matrimonio compuesto por Agustín Barboza (1913-1998) y Francisca Zayas, conocida con el nombre de Yvera.
Diana, quien ahora es la cabeza y sostén del hogar, puso hace un tiempo a la venta la casa familiar ubicada en Simón Bolívar 337 entre Iturbe y Caballero. “Hasta hace un año mamá se manejaba perfectamente sola, y de un día para el otro fue totalmente dependiente”, explica. Yvera sufrió un accidente cerebrovascular y posteriormente padeció de varias caídas que la dejaron en cama y con la dependencia para su cuidado diario.
Los requerimientos económicos de la familia superan los ingresos materiales que Diana tiene, y esto la deja en un lugar común con su pares, en un país donde los artistas, y en particular los músicos, no cuentan con un plan de seguridad social que los incluya y proteja en estas situaciones.
“En mi vida siempre he sido responsable de mis actos, y me he valido por mí misma. No estoy acostumbrada a mendigar, a pedir, a rogar, siempre he estado acostumbrada a trabajar y a que se remunere por mi trabajo”, señala Diana, en tanto que aclara que su intensión no es solicitar caridad, solo narrar su historia familiar, y explicar la necesidad que tienen los músicos de poder estar asegurados en el Instituto de Previsión Social. Don Agustín Barboza, quien vivió en esta casa, hogar de la familia de Yvera, es el creador de canciones como “Mi patria soñada”, “Ruego y camino” y “Reservista purahéi”.