“Este año tene­mos una visión y misión fundamental y toda la comunidad educativa está abocada a ello que es la de elevar el Conamu a que se convierta en un instituto nacional de música”, des­taca la profesional en esta entrevista con La Nación. “Tengo sueños como artista, los cambios tienen que venir de abajo, ese es nuestro esfuerzo”.

–¿Por qué se hace necesa­rio un instituto?

–Esto va a permitir que nuestros egresados de pre­grado puedan acceder a las carrera de grado y posgrado y puedan obtener sus titu­laciones en esos niveles, lo que significa la posibilidad de profundizar en el estu­dio de las ciencias musica­les y por ende jerarquizar la profesión musical para que la sociedad pueda valorar cada vez más la profesión artística.

–La desvalorización es un problema de matriz…

–Así es, no se valora al músico, se entiende que es un oficio y no como una pro­fesión que tiene un estudio sistematizado y que ha pro­ducido en el país grandes compositores. El Conamu es una institución estatal que garantiza el acceso a la edu­cación musical a todo ciu­dadano que tiene un talento para desarrollar.

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–¿Cómo se resuelve el eterno problema presupuestario?

–La limitación que tenemos es que el Parlamento debe otorgar presupuesto para que esta entidad sea autár­quica, ya que la autonomía hace a la forma de gobierno, los planes de estudio y la posibilidad de manejar los propios recursos ya que actualmente el Ministerio de Educación (MEC) es el que ejecuta.

–¿Alcanzan a ejecutar sus partidas?

–Tenemos problemas inmensos, sólo 3 o 4 desem­bolsos al año y de los 13 mil millones de guaraníes que configuran nuestro presu­puesto, solamente el 1% eje­cuta el Conamu, entre 150 y 200 millones que son insu­ficientes para sostenernos.

Con más de 150 profesores que se distribuyen entre su sede central, el local pro­pio que se les adjudicara el año pasado, la filial Itauguá y el salón auditorio Emilio Biggi que imparten clases para más de 1.200 alumnos, el paso se revela como esen­cial, explica Aquino.

–¿Qué hace falta para que las autoridades compren­dan que el artista es esen­cial en una sociedad?

–Creo que hay una caren­cia de sensibilidad social. El arte para la sociedad paraguaya solamente cum­ple una función de entre­tenimiento, no así como en el mundo donde trans­forma sociedades, produce industria, genera divisas, transmite ideas y su fun­ción es mucho más amplia. Entiendo que debemos sen­sibilizar sobre este parti­cular, sobre el desarrollo humano, porque es impor­tante la formación integral donde la música desarrolla el pensamiento abstracto, no sólo la matemática.

–Tiene que ver con la creatividad…

–Totalmente, hace poco vino un experto internacio­nal que nos explicó que en Europa están apuntando a formar personas innovado­ras y creativas. El arte por excelencia es el que forma en la creatividad, en la capa­cidad de formular nuevos paradigmas. Para tener ciu­dadanos que puedan cam­biar el ambiente hacia un desarrollo sostenible, hace falta que nos ocupemos de formarlos en disciplina que trabajen en su creatividad para que den nuevas pro­puestas.

–¿Cómo están en materia de infraestructura, ins­trumentos, etc.?

–El año pasado por primera vez en 22 años nos trans­firieron un inmueble para que tengamos local propio. Penosamente no está apto para albergarnos a todos y seguimos aquí en alquiler, habiendo formado a más de 500 músicos profesionales. Necesitamos que una vez que nos transformemos en instituto, se nos construya un edificio modelo con labo­ratorio, auditorio, estudio de grabación, porque tenemos que poder experimentar con el sonido.

–Con requerimientos téc­nicos mínimos…

–Así mismo, porque nece­sitamos salas isonoriza­das para que se den clases individuales y el audito­rio, es fundamental para poder mostrar y practicar la parte artística, las prác­ticas de escenario. Necesi­tamos teatros, por ejemplo: No tenemos una compañía nacional de opera y estamos formando cantantes líricos.

–Bueno, está el Teatro Lírico “José Asunción Flores” del Banco Central.

–Pero no lo podemos utili­zar porque nos dan sólo cua­tro fechas en el año. El Teatro Municipal que tiene fosa, que se puede utilizar para la opera, la zarzuela, tiene un costo elevadí­simo que no podemos afrontar con los recursos de fuente 30.

–¿Y no hay posibilidad de articularse?

–Entendemos que sí, pro­movemos una articulación plena de las instituciones culturales porque lastimo­samente estamos actuando como islas y no podemos seguir así. Estoy pidiendo el auditorio de la Secretaría de Tributación (SET) por­que como se sabe fue pen­sado como un teatro réplica de Alla Scala de Milán.

De noche, sacando sillas y escri­torio podemos recuperar esa acústica maravillosa, por lo que estamos pidiendo para hacer presentaciones líri­cas y de zarzuela, estas son las cosas que tenemos que hacer.

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