• POR CARLOS GIMÉNEZ 
• Periodista 
• cultura@gruponacion.com.py

“‘Espectar el cine’, propone desde su nombre un verbo más activo que ‘ver cine’, ya que implica que como espec­tadores tenemos la capacidad de establecer nuestro propio recorte sobre aquello que nos es mostrado, pero para ello debemos ser conscien­tes del lugar determinante que ocupamos en la produc­ción cinematográfica, a tra­vés de adquirir los elementos necesarios para dirigir una mirada crítica sobre aquello que consumimos”, explica Ofelia Meza sobre el taller introductorio de apreciación cinematográfica, que dictará los días martes 22, miérco­les 23 y jueves 24 de enero, en horario de 19:00 a 21:00, en El Granel (Juan de Salazar 372 casi Artigas, Asunción).

“Particularmente, considero que esto es algo fundamental para aportar desde nuestro lugar de espectadores críticos a una industria cinematográ­fica creciente como es la para­guaya”, acota la estudiante paraguaya, creadora del blog de cine “El zurcido invisible” (https://elzurcidoinvisible.wordpress.com), y que desa­rrolla la carrera de Licencia­tura en Artes Combinadas de la Universidad de Buenos Aires (UBA), con énfasis en historia y análisis del cine y el teatro. El taller tiene una inversión de G. 200.000; para inscripciones y más informa­ción al 0981 227-071. “El taller ofrece la posibilidad de pen­sar al cine desde una perspec­tiva histórica. Los participan­tes podrán familiarizarse con cierta periodización que aca­démica y críticamente se le ha asignado a la historia del cine”, manifiesta la disertante.

Aunque será la primera vez que realiza este taller, Meza tiene experiencia de haber dictado algunas clases en el posgrado de la cátedra de “análisis del film”, en la men­cionada universidad, como miembro del Grupo “Art Kiné” de estudios cinemato­gráficos, en carácter de inves­tigadora en formación.

“Aparte tengo realizados cursos de dirección de cine en la ‘Escuela cinematográ­fica argentina’ (ECA), además de algunos cursos de guión cinematográfico. Tengo for­mación actoral en la escuela de teatro de la profesora Mar­garita Irún en Paraguay y en Buenos Aires cursos realiza­dos en el Centro Cultural San Martín y seminarios con por ejemplo Nacha Guevara sobre comedia musical”, describe Meza, sobre su formación.

“El taller consiste en trabajar con cuatro grandes momen­tos de la historia del cine: el cine de los inicios ligado a la invención del cinemató­grafo Lumière, los prime­ros intentos de ficción de la mano de cineastas como Georges Méliès; el cine clásico hollywoodense, entendién­dolo ya como un fenómeno industrial que se apoya en tres grandes sistemas: estu­dios, estrellas y géneros; el cine moderno con el ejem­plo de la nouvelle vague fran­cesa y las nuevas formas de relacionarse con el tiempo y el espacio cinematográfico”, explica Meza. “Por último, pero no menos importante, se sugiere plantear el debate sobre ¿dónde se encuentra el cine hoy día?, ¿podemos hablar de un cine postmo­derno? Tal y como pareciera manifestarse en otras artes ciertas características del posmodernismo, el cine de Quentin Tarantino nos ser­virá de ejemplo para trabajar conceptos asociados a dicha estética, como el cine de las citas, el pastiche. Al abrir la interrogante sobre el cine actual también nos cuestiona­mos cómo se resignifican los géneros cinematográficos”.

“Entender al cine como un fenómeno históricamente localizado implica situarlo como la más joven de las artes. El cine nace con el siglo XX literalmente, se le asigna la fecha de nacimiento al 28/12/1895 con la proyección de los primeros cortos de los hermanos Lumière en París. A medida que vamos avanzando en el siglo, el arte cinemato­gráfico avanza a la par, cre­ciendo y problematizándose con los grandes acontecimien­tos históricos que impactaron a la humanidad, entiéndase ambas guerras mundiales, la guerra fría, la caída del muro de Berlín, por nombrar algu­nos. Pensar al cine desde una perspectiva histórica tiene que ver también con su relación con otras artes que alcanzaron su ‘clasicismo’, su ‘modernidad’ y su ‘posmoder­nidad’ con siglos de diferencia, mientras que el arte cinema­tográfico recién muy tardía­mente empieza primero a ser reconocido como arte y no un mero descubrimiento tecno­lógico, y segundo que todos los mencionados procesos se produjeron con una impresio­nante velocidad”, reflexiona la estudiante.

“El zurcido invisible” surge como un proyecto personal a principios de abril del 2018. “El blog sigue siendo de mi autoría, aunque cuenta oca­sionalmente con colabora­ciones de otras compañeras cuyas miradas propias sobre el cine considero interesantes y desafiantes. Respecto a esto último, se propone a su vez ser una plataforma de voces que tengan ‘algo’ para decir y ten­gan ganas de hacerlo, cuanto más diversas mejor, por lo que disfruto mucho también el rol de editora. Algunas de las compañeras con las que hemos colaborado son: Mila­gros Villar, Dianny Silva, Camila Coscia, Julia González Narvarte y Bernarda Indart, y por supuesto estoy ansiosa por sumar tantas voces como sea posible”, cuenta su autora. “Las dos películas paraguayas sobre las que publiqué comen­tarios son ‘Los buscadores’ y ‘Las herederas’, aunque en nuestra página de Instagram hicimos breves reseñas sobre otros films como ‘Hamaca paraguaya’ (disponibles en @elzurcido)”.

Sobre la actualidad del cine paraguayo, la investigadora señala: “Me gusta decir que somos una industria no ya ‘naciente’ sino ‘creciente’, después de los grandes éxi­tos nacionales e internacio­nales que en los últimos años han cosechado compatriotas por todo el mundo, creo que podemos hablar de una pro­ducción paraguaya que se está haciendo sentir en los gran­des escenarios. Es muy emo­cionante, más allá del segui­miento que uno haga a tal o cual premiación, el peso sim­bólico de esperar una ‘short­list’ de los Oscars con espe­ranzas de encontrar una película paraguaya en la lista y, por qué no, traer a casa un galardón. Respecto a eso creo que sobre todo el caso reciente de ‘Las herederas’ fue suma­mente significativo para ali­mentar los sueños y las ganas de apostar a un cine propio”.

“Creo que el futuro del cine paraguayo es sumamente alentador. El cine nacional está buscando diversificar las propuestas para canalizar la demanda de un público y una sociedad que ansían verse representados en la gran pan­talla con todos sus matices y colores”, continúa. “El tipo de películas que se hagan de acá a futuro espero sean lo más diversas posibles, porque es la única manera de establecer­nos como una industria pro­pia. No soy del tipo de personas que opina que tal o cual género sea malo o bueno por natura­leza, sino que depende de cómo se lo trabaje, ya que cada uno de ellos tiene su propia poten­cialidad, dinámica y público”.

“Empezar el año con el taller ‘Espectar el cine’ es suma­mente significativo para cons­truir el movimiento y el tipo de actividades que sueño rodeen a la experiencia de ‘El zurcido invisible’ como blog, que muy lejano a concebirse como una plataforma estática y unidi­reccional, desde un inicio se plantea como un espacio inte­ractivo y de debate crítico. La idea es seguir creciendo como medio alternativo, especiali­zado en teoría del arte que busca acercarse al espectador y lector aficionados, valorando el poder de cuestionamiento que considero tenemos todos y todas”, concluyó.