Por Roque Martínez, periodista, roque.martinez@gruponacion.com.py

“Hace 30 años que vivo en esta cuadra que era una zona roja, sin desmerecer a las compañeras que son trabajadoras sexuales, ¿verdad?, pero cansados de las políticas públicas que no hacen nada por el arte, decidimos con Malena Bareiro abrir un local donde hacer arte en la calle. Y La Chispa se convirtió en eso. Un lugar de encuentro”, expresó un emocionado Pachín Centurión durante su presentación en la última edición del Chernobyl Fest realizado en La Chispa, un espacio de música y arte diverso ubicado en el casco antiguo de la ciudad sobre Estrella entre Montevideo y Colón.

En cuatro años de existencia, la cuadra cultural quizás tuvo en este 2018 su mejor año con las presentaciones de Manu Chao y Pil, pionero del punk en Argentina, quien llegó con su banda Pilsen, que inauguró los nuevos equipos de audio del espacio. Antes tuvieron que atravesar diversas dificultades que llevaron a los encargados del centro cultural a considerar si resultaba viable continuar el proyecto. Citan las complicaciones de salud de Pachín, sumado a que la calle Estrella inició una etapa de refacción como circunstancias determinantes durante el año.

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Cientos de bandas se presentaron en los cuatro años de La Chispa. Foto: Gentileza

Sin embargo, después del segundo semestre los hermanos Rubén y Sebastián Coronel tomaron las riendas, y la responsabilidad de seguir adelante con el espacio, organizando eventos cada fin de semana o cualquier día entre semana, ya sean shows en vivo, proyecciones de películas o ferias.

“El repunte llegó durante el segundo semestre del año. La diversidad que existe en La Chispa creo que atrae al público. Eso se puede notar desde la primera persona con la que te cruzás al llegar. Tratamos entre todos de que sea un espacio seguro. Es un espacio donde las cosas se solucionan dialogando. No se permite gente violenta ni maltratadora”, expresó Sebastián.

En sus inicios, uno de los objetivos de La Chispa, “el santuario del under”, como lo dice Pachín, fue cambiar la cara a la cuadra, que se recuerda como una zona olvidada y oscura del centro capitalino. En la actualidad esta situación ha cambiado ya que también los demás bares del alrededor del centro cultural consiguen sumar más clientela cuando los eventos se extienden de esquina a esquina, a través de concierto o ferias.

La Chispa, un espacio cultural que da vida a la cuadra. Foto: Gentileza

“Hay como una energía diferente. Lograr mantener eso con el tiempo es un desafío. Sigue siendo una cuadra llena de cultura y diversidad. Es un espacio amplio y seguro para todos. Entre semana o fin de semana la gente que pasea durante el día y se saca fotos con los murales o se sientan a tomar tereré en la vereda”, afirmó Coronel.

Recuerdan que la apertura del local fue el 10 de noviembre del 2014, sábado en que proyectaron una película y además Pachín Centurión ejecutó con su guitarra y potente voz, canciones populares hasta que de sorpresa se presentaron dos patrulleras de la policía al local.

“Bajaron prepotentemente diciendo que no podemos tomar la calle. Entonces Malena sacó su acta y dijo que iba a meter una demanda a los policías por incumplir derechos del libre tránsito. Desde ahí nunca vinieron más de esa manera. Suelen aparecer, conversamos con ellos, pero a molestar no vienen más”, explicó Sebastián, el actuar estratégico de su madre.

EL FUTURO

Entre los próximos objetivos de La Chispa, proyectan que artistas de la talla de Manu Chao, que la visitó este año, puedan tocar un show completo en su soñada próxima vuelta al país. “Queremos ver qué pasa con La Vela Puerca, que nos piropearon y tiraron mucha fuerza en el Cosquín Rock. Uno de los integrantes de Los Gatos, los creadores de La balsa, quiere venir”, dice Sebastián.

Coronel reconoce que la visita de Manu Chao sumó mucha visibilidad a La Chispa tanto a nivel país como internacional, teniendo en cuenta que el diario “El país” de España se hizo eco de la venida del cantante franco español. Igualmente, afirma que seguirán apostando a las bandas nacionales.

Manu Chao y Pachín Centurión cantando en la calle. Foto: Gentileza

“En cualquier lugar donde querés tocar, ponen condiciones muy adversas para los músicos. Acá es gratuito, ahora tenemos equipo y sólo tienen que coordinar la fecha. Queremos ser un semillero y lugar de referencia para los músicos”, refirió Sebastián.

En tanto que Centurión reafirma que a pesar de las personas conservadoras que existen en la sociedad paraguaya, el centro cultural continuará ofreciendo un espacio para los artistas. “No les gusta la gente que viene, el underground, los skaters, los grafiteros ni los homosexuales, pero nosotros somos. Por eso se va a continuar por mucho tiempo. Donde haya arte en la calle, allí estará La Chispa”, expresó Pachín.

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