Por Carlos Giménez.

“Este concurso surgió hace 9 años atrás, observando que este tipo de concursos no se estaban haciendo a nivel de colegios, la única experiencia que conocíamos era una allá por la década de los 90 que realizaba el colegio María Auxiliadora de las salesianas, cuando eso en formato VHS”, relata Humberto Pessolani, licenciado en Comunicación Audiovisual, y coordinador del Concurso de cortos Acesip (Asociación de Colegios y Escuelas de la Compañía de Jesús en Paraguay).

El próximo viernes 26 de octubre, a las 19:30, el concurso celebrará su novena gala de premiación, en el salón de actos del colegio Cristo Rey (avenida Ygatimi entre Montevideo y Colón, de Asunción), con acceso libre y gratuito. Como finalistas figuran los trabajos: “Follow your dreams”, “La oportunidad de salvar una vida”, “Respeto”, “El otro lado”, “Sé tu mismo”, “Superación”, “El sabor de los recuerdos”, “La historia de un adicto”, “El valor de los abuelos”, “Del amor no se vive” y “Espejo”.

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“Vimos que era una excelente oportunidad para desarrollar la creatividad, para utilizar mejor los celulares y tecnologías disponibles de fácil acceso, además utilizar un medio de alto impacto como el audiovisual para comunicar valores y generar conciencia, ya que la idea iba más allá del concurso sino que después del mismo los materiales puedan seguir difundiéndose en internet, los cines y otros medios, así como generar una videoteca que pueda ser usada también en el aula”, agregó. Durante los primeros años el concurso tuvo una temática exclusivamente ambientalista”.

En 9 años, el certamen motivó a varios jóvenes para estudiar cine.FOTO: GENTILEZA

Difíciles de conseguir

“El concurso creció no sólo en numero de producciones, sino que con el tiempo fueron llegando nuevos apoyos a nivel de premios para sus ganadores, nuevos colegios participantes, de hecho cada año tenemos novedades con respecto a las instituciones que se presentan, como este año que tenemos a un colegio público argentino en competencia”, describe Pessolani. “Se abrió la categoría independiente (mayores de 18 años) para que puedan participar instituciones universitarias y realizadores amateur o profesionales. Para esta edición el concurso fue declarado de interés educativo por el Ministerio de Educación y Ciencias (MEC)”. Este año fueron recepcionados 41 trabajos contra 35 de la edición 2017.

Tras nueve ediciones, el coordinador del certamen reflexiona: “Desde el aula nos damos cuenta que proyectar un audiovisual tanto a niños como a jóvenes genera una concentración y un interés difíciles de conseguir. Muchas veces comprobamos que al hablar de una película o querer proyectarla, ellos ya la han visto, lo que nos indica que todos consumen mucho audiovisual. Cuando utilizamos la técnica del sckech para un tema vemos que les encanta crear historias y actuar. Con el concurso notamos que muchos proyectos no se realizan pues les resulta complicado trabajar en equipo, algunos se presentan incluso solos”.

Temas recurrentes

Sobre las necesidades en la relación del audiovisual y la educación, el docente y comunicador opinó: “Dentro del área de comunicación se insiste siempre con la parte escrita, pero casi nada en materia de oratoria, lenguaje corporal y mucho menos lo audiovisual”. “Al ser el audiovisual un producto de mucho consumo es necesario potenciar una alfabetización de este lenguaje en escuelas y colegios que permita decodificarlo y ser críticos. Los profesores no suelen querer involucrarse en producir videos con sus alumnos generalmente por desconocimiento y ya que todos cuentan con celulares se podrían explotar más los beneficios de contar con una cámara siempre por ejemplo. La creatividad esta muy comprometida en nuestra educación y a través de las creaciones audiovisuales se la podría potenciar muchísimo”.

“Desde que el concurso tomó una temática libre con el lema ‘Contanos una historia que nos haga crecer’, los temas que más se repiten son los relacionados a la problemática infanto-juvenil, como ser: bullying, redes sociales, uso del celular, drogas, el sentido de la amistad, el amor, el trabajo en equipo, el medio ambiente, entre otros”, comentó.

Generando vocación

“Hemos notado que siempre hay chicos más interesados que otros en participar y eso se debe a que existe una incipiente vocación hacia el audiovisual en ellos”, refirió Pessolani. “Tenemos varios casos que terminaron luego estudiando cine y en otros se avivo aún más ese deseo al ganar el concurso. Resalto las palabras de agradecimiento hacia el concurso que se expresan durante las entrevistas en los medios pos-premiación y donde descubrimos esa veta latente que hay en ellos. Me llamó la atención en una ocasión que a uno de los ganadores no le interesaba tanto los premios que le otorgamos sino más bien el certificado que lo hacía acreedor de ser ganador y esto al decir de él mismo se debía a que estaba más interesado en ir haciendo currículum y que necesitaba del mismo para una beca al extranjero para estudiar cine”.

Sobre la continuidad del concurso, dijo: “Buscamos crecer en apoyos, en colegios y realizadores que se vayan sumando a esta competencia, que los cortos puedan se difundidos en más medios y plataformas. Queremos empezar a publicar más videos que contengan entrevistas, recomendaciones, tips, que ayuden a los futuros realizadores a mejorar sus proyectos, lo cual en este momento no se da y hace que algunos trabajos presenten falencias técnicas o en la narrativa”.

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