Por Carlos Giménez, periodista, cultura@gruponacion.com.py

El joven investigador, compositor, guitarrista y director de orquesta Javier Acosta Giangreco se ha propuesto recuperar y poner en relieve a un artista olvidado, cuya obra adquiere una dimensión profunda para la música paraguaya, al nivel de otros grandes creadores como José Asunción Flores, Mangoré o Herminio Giménez: se trata del cantante y compositor Nicolás Pérez González (1927-1991).

Tres años de trabajo resultaron en el libro “Nicolás Pérez González: ‘La Revolución Inconclusa’. Obra completa para Guitarra”, material que será presentado el próximo jueves, a las 20:00, con un conversatorio y concierto homenaje en el teatro “Tom Jobim” del Centro Cultural Embajada de Brasil (Eligio Ayala casi Perú, Asunción), con la participación de Fernando Masi, José Luis Miranda, Lázaro Barni, Valentina Díaz Frenot y Gabriela Guzzo.

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“Es mi primer libro pero no mi primera investigación. Hice un trabajo similar con un compositor argentino en mis años de estudiante. Esa experiencia, que fue muchísimo más modesta que este trabajo, me dio las armas suficientes para escribir este libro”, refirió el músico paraguayo, que proyecta realizar otros conciertos. Los interesados en el libro pueden contactarle en Facebook como Javier Acosta Giangreco.

¿Cómo se da el descubrimiento de Nicolás Pérez González y su obra?

–Por una serie de casualidades. Hace 3 años yo estaba terminando la licenciatura en música en la ciudad de Buenos Aires. Tenía muchas ganas de hacer música y aplicar todo lo que había aprendido. Formé un dúo para guitarra y canto con la soprano Gabriela Guzzo. Nuestra misión fue hacer canciones paraguayas y argentinas que no sean populares. El desafío era enorme, dado que la música paraguaya es fundamentalmente folclórica. En esa búsqueda, el maestro Luis Szarán me facilita el manuscrito de las “Tres canciones paraguayas en guaraní”… una obra muy particular y diferente, el compositor era Nicolás Pérez González. Esa obra me superó, y me quedé con hambre de saber más.

Un mes después tuve un encuentro en la casa de mi novia, llegó desde Brasil un gran cantante paraguayo. Artista dueño de una trayectoria tan inmensa que hasta el día de hoy no conozco un paraguayo con tantos logros internacionales. El músico era Eladio Pérez González, hermano del compositor…, eran demasiadas coincidencias en tan poco tiempo, sentía que algo me impulsaba a tener que hacer algo. Así con Eladio como primer aliado, empecé a recomponer esta historia.

¿A qué se refiere con el título “La Revolución Inconclusa”?

El título del trabajo vino primero que toda la obra, cuando entendí el legado de Nicolás Pérez González y siendo que nadie lo conocía, se me ocurrió el nombre de la Revolución Inconclusa. La transformación musical que había hecho no tuvo precedentes, pero dado su prematura muerte, la misma no tuvo continuidad. Quedo inconclusa.

¿Cuál es la relevancia de la obra de Nicolás Pérez González?

–Pérez González fue el primer compositor paraguayo que en la década del sesenta ya entendió que la música paraguaya debía mirar hacia un horizonte más universal y menos arraigado a la tradición, el modelo Asunción Flores ya se estaba agotando y era necesario pensar en otras alternativas. Fruto de esto llevó el folclore hacia los terrenos inhóspitos de la vanguardia europea. Sin olvidarse de sus raíces, Nicolás Pérez González fue el primer compositor que llevó a la tradicional guarania al lenguaje atonal.

Si se hubiera conocido este nuevo enfoque en el tiempo que el compositor lo estaba gestando, tal vez hoy la música paraguaya no hubiera estado tan estancada.

Respecto a que reúne la “Obra completa para Guitarra”, ¿cuál es el contenido del material?

–El libro tiene 150 páginas, información elaborada totalmente con fuentes de primera mano, no existía ningún tipo de bibliografía precedente.

El trabajo cuenta con 30 páginas iniciales donde se verá un prólogo en el que explico la importancia de este compositor, biografía actualizada con fuentes de primera mano, el catálogo de obras con fechas de publicación y un análisis técnico musical donde explico algunas características generales de cómo está compuesta su música a fin de que el músico pueda entenderla mejor.

Seguidamente las partituras que en total son 10 obras, entre ellas suites de varios movimientos, serie de canciones, música para guitarra y orquesta, dúo de guitarra, guitarra sola, etcétera. Nutrida la misma con fotografías, comentarios y en la contratapa tiene un disco que lo grabé yo con apoyo de MIX Estudios. En ese disco está grabada una selección de obras de este compositor.

¿Cuáles han sido sus fuentes para este trabajo, y las principales dificultades del mismo?

–La única fuente fue hablar con la gente correcta, grabar esas conversaciones y finalmente transcribirlas para luego estudiarlas. Estas personas fueron Eladio Pérez González, Nicolás Pérez González hijo, Miguel Ángel Gilardi, José Luis Miranda, Luis Szarán y Jorge Salomoni.

Las dificultades primeramente fueron la distancia. Dado que la familia del compositor vive en Francia, el hermano en Brasil y los que viven en Paraguay son personas sumamente ocupadas, se hizo lenta la recolección de datos, los encuentros fueron breves pero muy seguidos.

Segundo fue el desinterés de organismos públicos a la hora de conseguir fondos. Apelé a empresas privadas cual estoy muy agradecido y mucho ha salido del apoyo familiar. Tengo esperanzas que esto cambie para mis próximos trabajos.

¿Tiene previstas otras investigaciones similares?

–Creo que este trabajo es sumamente completo y muy minucioso, y modestia aparte, un modelo que debería ser imitado. La idea siempre fue levantar el nivel de la bibliografía musical paraguaya y la investigación. La misma hoy se encuentra en un estado calamitoso. Creo que el mismo trabajo que hice con Nicolás Pérez González se debe hacer con José Asunción Flores, Herminio Giménez, Óscar Nelson Safuán, y hasta el propio Agustín Barrios, por citar solo algunos. No podemos permitirnos abandonar a nuestros principales autores y destinar sus creaciones a fotocopias que van de mano en mano, o manuscritos que quedan en poder de algunos pocos. Es menester reestudiar toda la música paraguaya, volver a grabar y profundizar en estudios para que nuestras riquezas estén en manos de todos de una manera digna y, por sobre todo, moderna. Es un compromiso moral el que tenemos los investigadores y desde luego, si Dios permite, este será mi primer trabajo de tantos que vendrán.

Espero que las entidades públicas se abran a apoyar esto porque la cultura es de todos. Es un bien público y no un privilegio de pocos.

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