- POR CARLOS GIMÉNEZ.
“Estoy muy contento por el éxito dela película, ya que con justicia refleja un resultado esperado, por el esfuerzo que puso la producción en ella”, expresó Roberto Weiss, a quien los 50.344 espectadores que yavieron “Leal” hasta el viernes pasado (según el reporte de IBOE) recordarán como el Suboficial Ricardo Fariña, a quien el ministro Fernández (Silvio Rodas) encarga, junto a Ibáñez (Félix Medina) y Gorostiaga (Luis Aguirre), la selección del Comando Yaguareté para combatir a una organización criminal.
La producción de HEi Films, enasociación con Arco Libre (Argentina), alcanzó la terceraubicación en el ranking de las películas paraguayas mástaquilleras. Para celebrar, sus protagonistas, y los directoresPietro Scappini y Rodrigo Salomón visitarán los cines Pinedo, alas 17:00; Sol, a las 19:30; y Cinemark, a las 21:00. En esta nota, los comandos de “Leal” revelan características de sus personajes y anécdotas.
NEGOCIO DE ANTIGÜEDADES
“Me dedico a un negocio de antigüedades y mi contacto con el mundo cinematográfico vienea través de este negocio ya que a menudo, de la sección arte de las producciones, vienen a buscar cosas para ambientar los setsde filmación”, contó Weiss, cuya experiencia actoral era en comerciales. Hasta que su amigo Dani González (parte del equipo decasting) leyó el guión e inmediatamente lo imaginó para esepersonaje; así fue que le avisó sobre el casting y quedó seleccionado.
“En una de las escenas de selecciónde los comandos yaguareté se trabaja con comandos verdaderos que se ve en el fondo como extras haciendo su entrenamiento real y era una cosa impresionante verlos hacer todos esos ejerciciosque conllevaban mucha dificultad, con bastante facilidad, como si estuvieran jugando”, resaltó el intérprete de Fariña.
TEMBLEQUE REAL
“Estoy encantado con que tenga tanta aceptación de parte del público”, enfatiza Sergio Quiñónez,que encarna a uno de los personajes favoritos del público: Tembleque. “La gente te da esa cálida recepción al salir delcine, y esa preferencia por los personajes, es muy grato ver eso. Y muy feliz con el resultado, ya que también llevó mucho trabajo por parte de mucha gente. Orgulloso de haber formado parte de la película”.
“Fui al casting, me dieron un guión con un diálogo de ‘Tembleque’ y quedé. No pensé que iba a quedar. Fue una experiencia completamente increíble para mí”,recordó Quiñónez, que no tenía formación actoral, y sededica a la edición de videos. “Tuve asesoramiento por parte de nuestra couch, Fátima Fernández, y también de los directores. Estuvieron con nosotros dando unos tips, también dejándonos dar aportes al personaje, si esto le va quedar mejor. También estuvimos con los verdaderos comandos, porque ‘Tembleque’ es un personaje real, yo estuve con el verdadero ‘Tembleque’. Eso me ayudó mucho a ver cómo era él. Dentro de mi poca experiencia, llegué a sacar todas las características del personaje y a darle mi toque. Por suerte tuvo buena aceptación”.
“Con el Comando Yaguareté desde un comienzo hubo buena química, siempre trabajamos con buenaenergía, con chistes, nunca hubo ningún problema. Fue muygrato haber conocido a cada uno de los integrantes. Fue genial”, agregó Quiñónez, que destacó como escena favorita el allanamiento de una casa donde se estaba produciendo droga, porque se grabó ante comandos reales, y les gustó mucho eldesempeño de los actores.
CAMUFLAJE
“Mi personaje es el especialista en camuflaje, hay una escena donde estuve como 40 minutos debajo del agua, y fue bastante riguroso”, describe Fabio Chamorro, cuyo apellido casualmente coincidió con el del comando, tras haber probado para otros personajes. “Nos conocimos con los demás comandos en el último encuentro de casting. Teníamos que hacer una escena donde estábamos todos, desde ahí hubo buena química entre los comandos y fuimos muy buenos compañeros. Nos llevamos superbien”.
Chamorro estudió teatro en el Instituto Municipal de Arte, y también trabajó mucho tiempo con el maestro Wal Mayans. Hizo una serie, algunos cortos y participó en el filme “El toque del oboe” (1998); y “Leal” marca su vuelta al cine. “La impresión que deja ahora esta película es fenomenal. La aceptación del público es increíble. Las salas están siempre llenas y la gente se identifica mucho. La gente quiere ver películas nacionales”, opinó.
TORMENTA TERRORÍFICA
“Me pone muy contento, me alegra el corazón esta enorme receptividad que tuvo la película por parte del público, ya que una película como ‘Leal’ llevó muchísimo esfuerzo, ni qué contar las personas que estuvieron detrás de los actores. Los actores son la punta de iceberg de todo el equipo de trabajo que hizo posible esta realidad”, señaló David Gerber, que interpreta a Ruso.
Pero en su cotidiano, “desde las 5 de la mañana hasta las 5 de la tarde”, Gerber trabaja como gerente de logística de la empresa Ramírez Díaz de Espada. Sin embargo, afirma: “La actuación la llevo en la sangre, me gusta mucho, me distrae y me llena de felicidad”. Por ello hizo la serie “Furia ciega”, hace una década, como un justiciero que aterrorizaba a policías corruptos.
“Tuve que bajar 15 kilos. 13 kilos y medio antes del rodaje, y un kilo y medio durante el rodaje para tener realmente la fisonomía de esa persona fuerte de 2 metros, y no ser un gordo grandote. Tuvimos un entrenamiento terrible. En primera instancia con Édgar Torres. Con dietas durante dos meses, y luego en el gimnasio”, reveló Gerber.
El actor cuenta una anécdota que asegura que nunca van a olvidar las 50 personas que participaron del rodaje: “Estábamos todos en la pista de aviación de Tobatí, donde se filmó el asalto final. Teníamos que realizar cuatro escenas largas y duras de combate intenso. Y se nos avecinó un cambio de clima brutal, una tormenta terrorífica, y al día siguiente debíamos filmar otras cuatro escenas. Entonces, eso iba a ser imposible, ya que la pista de aviación, después de una lluvia iba a quedar inhabilitada (cosa que ocurrió). Pero como vimos que teníamos tiempo, nos pusimos las pilas y esas más de 50 personas hicimos una especie de pacto de combate y sacamos el final de la película en una sola tarde, las ocho escenas hicimos en 4, 5 horas ininterrumpidas, antes que venga la tormenta. Y salió perfecto”. Esta anécdota tiene como apéndice que, luego, al caer esa tormenta, “entre todos empujamos el avión al hangar, unos 500 metros bajo lluvia y granizo”.