Un grupo de sonrien­tes niños de Mariscal Estigarribia (Boque­rón) fue la comunidad de la Red Sonidos de la Tierra que viajó la mayor distancia para parti­cipar del Seminario y Festival de Orquestas Juveniles, del 17 al 20 de julio, en San Juan Bau­tista (Misiones). Desde el cora­zón del Chaco, unos 720 kiló­metros y más de 9 horas de viaje atravesó la delegación para ser parte de la Megaorquesta de 1.653 músicos, provenientes de 58 comunidades de todo el Paraguay, con edades entre 5 hasta 68 años.

“Este seminario y festival fue uno de los mejores entre los 16 que ya se llevaron a cabo en todos estos años”, señaló Luis Szarán, director y fun­dador, desde 2002, del pro­grama Sonidos de la Tierra. “La experiencia acumulada por el equipo organizador de la Asociación Tierranuestra y Sonidos de la Tierra posibilita una excelente planificación y puesta en acción. También es de fundamental importancia el soporte local, en ese sentido el pueblo de San Juan Bautista se preparó como ningún otro sitio. Centenares de volunta­rios, recorridos turísticos por las casa antiguas y lugares his­tóricos, asistencia personali­zada a los visitantes, servicio de alimentación, seguridad y salud con todos los cuidados al máximo”, resaltó el maestro.

La música contribuye a forjar amistades con pares de Paraguay y otros países.FOTO: GENTILEZA

RELACIONES PERSONALES

Aparte del conjunto chaqueño, la Orquesta Sinfónica Estu­diantil de Collipulli, desde el centro de Chile, sumó el kilo­metraje más alto: sus 75 inte­grantes viajaron 2.700 kilóme­tros, para su segundo festival en Paraguay, luego de la experien­cia de 2015, en la ciudad de Pilar.

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“La integración social y comu­nitaria es fundamental entre los objetivos de Sonidos de la Tierra”, describió Szarán. “Estos seminarios y festiva­les, más allá de posibilitar que los niños y jóvenes adquieran nuevos conocimientos técni­cos y de repertorio, benefician a todos en el aspecto de las rela­ciones personales, establecién­dose vínculos, amistades, pro­piciando intercambios entre las comunidades y fortale­ciendo lazos humanos enri­quecedores”.

“Este es el festival 16 y cada año se lleva a cabo en una región dife­rente con la idea de dejar capa­cidad de organización insta­lada en cada comunidad, como para que pudieran emprender otras actividades y como valor agregado para los participantes, conociendo regiones diferentes del país, su historia, geografía, cultura, etcétera. También se llevan a cabo seminarios y fes­tivales regionales por depar­tamentos, donde por propia iniciativa de los pueblos se organizan estos encuentros”, explicó el director. Anterio­res ediciones fueron en Ypa­caraí, Caacupé, Neuland, Concepción, Encarnación, Ayolas, Luque, Pilar, Coro­nel Oviedo, Coronel Bogado, San Ignacio y Asunción.

“Luego de este seminario y festival, las clases continúan en todos los pueblos. Esta­mos organizado un concurso para violinistas para acceder a instrumentos de gran valor, la campaña de la Rifa Anual y varios viajes al exterior por parte de diferentes grupos”, comentó Szarán, respecto a pro­yectos de Sonidos de la Tierra para lo que queda del año 2018. La séptima Rifa Anual se lanza el martes 7 de agosto, a la 10:30, en la casa central de Personal.

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