Bajó el telón de Asunciónico, con un promisorio balance para soñar con su continuidad en el 2019. El martes pasado, la tercera y última fecha del festival (bautizado jocosamente "Supersónico" por un video viralizado) se llenó de reveladores sonidos alternativos, en una velada donde Gorillaz coronó el furor de una multitud, con unas 18 mil almas presentes en el Espacio Idesa.
Abrieron la fecha los nacionales Mi$$il, Iván Zavala y Caro Goodo & El Cardumen del Funk, siendo esta última una propuesta potente, con cierto aire a lo Amy Winehouse. La dupla Sofi Tukker, de origen neoyorquino, revolucionó con su fiesta remixada y mucho carisma; la cantante Sophie Hawley-Weld bajó entre el público, se puso una máscara de caballo, y dos fans subieron a bailar con ellos.
Desde Alemania, Milky Chance trajo un combo de folk-rock que terminó incendiando al público con su energía en escena. Lo mismo los británicos Metronomy, que alzaron una contagiante bandera sicodélica. El (acertado) tercer escenario también vibró con sonido local: desde el matiz hard rock ochentoso de Pat & The Jurassic Band, el pop de Dalí y La de Roberto, y la algarabía de Bohemia Urbana generaron pogos de variable intensidad.
EN GUARANÍ
La música electrónica se tendió en la previa a Gorillaz: el norteamericano Dillon Francis agitó sus bandejas, incluyendo un bloque de temas latinos, que gustaron y disgustaron (sonó "Scooby Doo papá" y "Movimiento Naranja"). Pero aquello se borró ante las expectativas de ver en carne y hueso al genio detrás de la banda virtual Gorillaz, creada hace dos décadas por Damon Albarn (Blur), con el artista Jamie Hewlett.
Diez minutos antes de medianoche, con "M1 A1" abrió la carga ante una multitud eufórica. Al finalizar el cuarto tema, "Tomorrow Comes Today", Albarn dijo "aguije" (gracias en guaraní), una de tantas. También quiso pronunciar "Rohayhu…", pero casi tropezó. Gorillaz vino como súperbanda, incluyendo seis coristas y los invitados De La Soul, Pauline Black, Peven Everett, Jamie Principle, Little Simz y Bootie Brown.
Aunque el gran público no enganchó con temas menos populares, un inspirado Albarn y una londinense fusión de rock, electrónica y hip hop, materializaron un inolvidable broche de oro, coronado con "Clint Eastwood".