Una exposición colectiva sin precedentes reúne obras de once artistas del Taller “Fábrica de Ideas”, en su primera muestra oficial. La cita es este lunes 16 de junio a las 18:00 en el Centro Cultural de la República El Cabildo, con acceso libre y gratuito. La muestra permanecerá abierta hasta el miércoles 18.
La exposición ofrece una diversidad de técnicas y expresiones, fruto de más de dos años de trabajo. Incluye desde pinturas sobre lienzo, repujado en aluminio, pinturas sobre loza, murales de azulejos pintados, hasta tallados en madera intervenidos con color. Todo bajo la coordinación de la artista y tallerista Alicia Pérez Pane.
“Queremos mostrar el arte que también hay en las casas y en las personas que no se dedican exclusivamente al rubro”, expresó Pérez Pane. Con este espíritu nace esta muestra, que da visibilidad a creadores que desarrollan su arte en paralelo a sus otras actividades cotidianas.
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La coordinadora remarcó el valor único de cada obra: “El arte es todo lo que conmueve. Es aquello que no se puede repetir dos veces. Por eso, lo que crean mis alumnas es arte, porque nadie lo podrá hacer igual”.
Entre los expositores se encuentran Milena Molas, Mercedes Clari, Gladys López, Helen Ismachowiez, Carlos Frutos, Patricia Rosales, Lorena Cuquejo, Lisette Mery, José María Ruiz, María Raquel Correa y la propia Alicia Pérez Pane.
Además de su carácter artístico, la exposición también es una celebración de la creatividad que florece en espacios no tradicionales. “Estoy muy agradecida con El Cabildo por apoyar a las amas de casa y personas que encontraron en el arte una forma de reencontrarse consigo mismas”, concluyó Pérez Pane.
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Construirán nuevo bloque cultural con una ampliación presupuestaria
El Centro Cultural de la República El Cabildo, a cargo de Aníbal Saucedo Rodas, detalló las obras que realizarán con la ampliación presupuestaria de G. 1.880.000.000, en el Objeto de Gastos 522 – Construcción de obras de uso institucional, dentro del PGN 2025 del Congreso Nacional. Y que forma parte de la ampliación presupuestaria autorizada por el Decreto N.° 4309 del Poder Ejecutivo.
Señalan que la obra estará ubicada en el terreno colindante a la Casa Bicentenario de la Música Agustín Pío Barrios, en la calle Cerro Corá entre Tacuary y EE. UU., actualmente utilizado como estacionamiento de dicha casa. Constará de 2 niveles y una terraza, con una dimensión de 170 m² por piso, incluye la anhelada sala de ensayos de la Orquesta Sinfónica de la Orquesta del Congreso de la Nación - OSIC, acondicionada con revestimientos acústicos y ajustada a las necesidades técnicas que una agrupación de este nivel requiere.
AUDITORIO PARA EVENTOS
Asimismo, esta sala servirá para fines de ensayos de otras agrupaciones y como auditorio para eventos musicales internos y externos. En el segundo piso se habilitará una sala de exposiciones de nuestro acervo permanente, como así también se podrá dotar, finalmente, de un espacio unificado y adecuado para el resguardo y acondicionamiento de dicho patrimonio tangible, el cual por falta de espacio actualmente se encuentra resguardado en el Cabildo, en el Observatorio Cultural y en la bóveda del BCP.
Completan la obra una terraza para múltiples usos y el estacionamiento en planta baja para mayor comodidad de los usuarios.
ACTIVIDADES Y ESPACIOS GRATUITOS
Destacan que todas las actividades y espacios del Cabildo y sus Casas del Bicentenario son de carácter gratuito. Los mismos se encuentran a disposición de la ciudadanía para la difusión de las disciplinas del arte y fortalecimiento de la consciencia y memoria histórica.
En ese contexto, consideran de suma importancia puntualizar que estos fondos contribuirán significativamente a nuestra tarea de generar espacios necesarios para el cumplimiento de nuestros objetivos institucionales; principalmente teniendo en cuenta el progresivo crecimiento del acervo cultural (obras de arte, documentos, objetos y otros) y de la alta demanda que tenemos a diario, en cuanto a la realización de actividades culturales, tanto las generadas por el CCR Cabildo y las de iniciativa ciudadana o de sectores culturales.
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Exposición por los 10 años de la visita del papa Francisco
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Para Cartes, visita del papa fue el evento más emotivo de su gobierno
El expresidente de la República Horacio Cartes visitó ayer la sede del Centro Cultural de la República El Cabildo para apreciar la exhibición de fotos con las que se rinde homenaje a la presencia del papa Francisco en Paraguay, al cumplirse diez años de aquel histórico evento.
Al respecto, el titular de la Asociación Nacional Republicana recordó con emoción aquellos días en que el santo padre llegó a Paraguay. Cartes manifestó que la presencia del papa Francisco en el país, del 10 al 12 de julio de 2015, constituyó el evento más emotivo e importante ocurrido durante su periodo de gobierno (2013-2018).
MEDIO CENTENAR DE FOTOGRAFÍAS
“Confieso que en esos cinco años que nos tocó (gobernar), por lejos este fue el evento más emotivo, más importante que pudimos haber tenido”, manifestó.
Horacio Cartes fue recibido en el Cabildo por el director general de esta institución, Aníbal Saucedo Rodas, quien le dio la bienvenida y lo acompañó durante el recorrido de la muestra. También estuvieron presentes los organizadores de la exhibición, el periodista Mariano Mercado y el fotógrafo Carlos Juri.
Las 50 fotografías expuestas en la ocasión fueron captadas por destacados reporteros gráficos de nuestro medio, y retratan distintos momentos de lo que fue la histórica visita papal.
EXPOSICIÓN, HASTA EL 21 DE JULIO
Igualmente, el exmandatario destacó el cariño que el papa Francisco expresó hacia el Paraguay y su gente. “A no olvidar, el santo padre, argentino, vino y nos dio esa deferencia acá, y sobre todo en cada expresión, dirigiéndose con tanto cariño a los paraguayos y ni qué decir a las paraguayas. Demos gracias a Dios”, apuntó el expresidente de la República.
Concluido el recorrido, el ilustre visitante fue distinguido con obsequios institucionales por parte del director general del CCR El Cabildo, así como de los organizadores de la muestra. Las fotografías en exposición son de autoría de los reporteros Sebastián Cáceres, Óscar Rivet, Néstor Soto, Aníbal Gauto, Pánfilo Leguizamón, Luis Enríquez, Carlos Juri, René González y Agustín Acosta.
La exposición estará abierta al público, de manera gratuita, hasta el lunes 21 de julio. El horario de atención en El Cabildo es de 7:00 a 19:00, de lunes a viernes, y los fines de semana de 9:00 a 19:00.
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Emoción y color en la atmósfera onírica de la pintora Carla Ascarza
- Jorge Zárate
- jorge.zarate@nacionmedia.com
- Fotos: Gentileza
La artista llama realismo lírico a su búsqueda, la transmisión con imágenes de sentimientos profundos e incluso valores. “Quiero transmitir la esperanza, la vitalidad, el misterio, la gratitud”, cuenta de sus bellas artes.
“Defino muchas de mis obras dentro del realismo lírico porque habitan una frontera entre lo real y lo simbólico”, cuenta Carla Ascarza. “Me interesa representar escenas, personas y objetos que existen, pero llevarlos a otro plano a través de la atmósfera, la paleta y la composición”, define.
Plástica de importante trayectoria, sus cuadros de la serie “Mensajeros” abordan lo mítico y lo tangible de los mainumby, colibríes que llevan y traen luces, colores, reflexiones.
“En esa transformación se produce el lirismo: lo que está cargado de emoción, de memoria, de misterio. La pintura me permite decir lo que no cabe en la literalidad. Puedo usar una figura humana o un objeto cotidiano, pero los rodeo de elementos poéticos para que emerjan como visión, como huella sensorial”, apunta.
Entiende al color como un comunicador eficaz. “Es una herramienta de intuición y también de resistencia: en un contexto como el nuestro, donde tantas veces se impone la opacidad, defender el color es también defender la vida”.
–¿Cuál fue el disparador de la colección “Mensajeros”?
–El disparador fue una vivencia íntima y una necesidad interior de nombrar lo intangible. Los colibríes llegaron a mí como metáfora de aquello que no permanece, pero deja huellas. En “Mensajeros” no los represento solo como aves, sino como símbolos de lo etéreo, de lo que se posa apenas en la conciencia. Ellos son portadores de mensajes del alma: la fugacidad del instante, la ligereza de lo esencial, la belleza que no se impone, pero transforma. La serie nace del deseo de capturar esa sutileza y convertirla en color, en forma, en presencia.
NARRANDO LO INVISIBLE
–En tus series anteriores se ve una búsqueda por retratar la escena cotidiana, los rostros cercanos. ¿Cómo vas volcando a los lienzos tus inquietudes? ¿Seguís un plan?, ¿pintás lo que te es urgente?
–Trabajo a partir de una urgencia interior. Hay veces en que una imagen se instala en mi cabeza y no me suelta hasta que le doy cuerpo en el lienzo. A veces es un rostro anónimo que encuentro en una fotografía o una escena callejera que me golpea. No siempre tengo un plan estructurado, pero sí una búsqueda constante: la de narrar aquello que suele pasar desapercibido. Lo invisible, lo que no está en los titulares. Pinto para dar visibilidad a lo común, pero con una carga simbólica profunda. En ese sentido, la serie “Contramundos” fue muy significativa: cada obra fue una pequeña crónica visual del Paraguay contemporáneo.
–Contanos un poco más de tu relación con el color. ¿Cómo decidís ese universo personal?
–El color para mí es emoción. Es lenguaje puro. Muchas veces dibujo con el color. Nunca lo uso de manera literal. Mi paleta se construye a partir de lo que siento, de lo que quiero provocar. La realidad ya tiene sus propios tonos, pero el arte me permite alterarlos, amplificarlos, volverlos signos. A veces un verde ácido, un fucsia estridente o un naranja encendido no tienen lógica si uno los mira desde lo mimético, pero sí si los entiende como pulsaciones anímicas. Pinto desde el color porque él habla más rápido que las palabras.
–También abordaste lo abstracto. ¿Cómo fue ese recorrido?
–Lo abstracto fue, en mi caso, un espacio de liberación. Al principio, mi obra estaba más centrada en el retrato y la escena figurativa, pero la abstracción me permitió explorar otros caminos: el gesto, la mancha, el ritmo. Fue como quitarme las palabras de encima y quedarme solo con la voz. Me interesa lo abstracto cuando nace de una pulsión verdadera, cuando no es solo una estética, sino una necesidad de expansión. Algunas obras de transición en mis series combinan ambos lenguajes: hay figura, pero también hay fuga hacia lo simbólico, hacia lo que no puede decirse con formas reconocibles.
CREAR CON HONESTIDAD
–Fuiste premiada y tu obra se exhibió en el exterior. ¿Cómo sigue ese camino?
–El reconocimiento que recibí en Moscú con “La dulcera”, obra de la serie “Contramundos”, fue muy importante para mí. No solo por el premio en sí, sino porque visibilizó una escena local que muchas veces queda relegada. Esa obra nació de una historia real, de una mujer que vendía dulces de mamón en Garibaldi. Yo la fotografié, hablé con ella, le comenté sobre mi trabajo, compré sus dulces, le solicité permiso para fotografiarla y luego la convertí en símbolo. Fue mi forma de hablar sobre la desigualdad, sobre la cultura del consumo, sobre lo invisible. A partir de esa experiencia se abrieron otras puertas, pero más allá de lo institucional, lo que me mueve es seguir creando con honestidad. Hoy me interesa explorar más a fondo las narrativas indígenas, la memoria colectiva, los ritos del presente. El camino sigue desde ahí.
–¿Cómo ves la plástica nacional?, ¿qué cosas destacás de este presente?
–La plástica nacional es profundamente valiente. Está llena de artistas que, a pesar de contextos hostiles, producen con una potencia conmovedora. Pero no puedo dejar de señalar la precariedad estructural en la que trabajamos muchos de nosotros. Los materiales son carísimos: un solo tubo de óleo, un pincel profesional, un lienzo, representan una inversión enorme. Muchos colegas pintan en condiciones mínimas, con recursos limitados y aun así construyen discursos estéticos de gran profundidad. Falta apoyo sostenido, políticas públicas reales, espacios de visibilidad. Aun así, el arte persiste. Se renueva, se reinventa. Destaco sobre todo el trabajo de mujeres artistas, de jóvenes que se animan a experimentar, de quienes cruzan el arte con la militancia, con lo social, con lo comunitario. Es un momento duro, pero fértil. Y estoy convencida de que el arte seguirá abriendo caminos, aunque tenga que hacerlo con las uñas. La plástica paraguaya está viva. Y lo está no por el mercado, sino por la urgencia expresiva de sus creadores.
–¿Cuál es tu materia pendiente en la plástica?
Siento que una de las búsquedas más importantes que tengo como artista –y también como ser humano– es profundizar en el compromiso del arte con las causas humanitarias. Vivimos en un mundo profundamente desigual, herido, con pueblos que luchan por su derecho a existir, a hablar, a vivir. Mi materia pendiente no es una técnica, ni siquiera una exposición; es usar cada vez con más claridad mi voz visual a favor de la vida. Me interesa cada vez más vincular mi obra a causas sociales, a los pueblos indígenas, a la defensa del planeta, a la memoria colectiva. Para mí, el arte no debe ser indiferente. Tiene que incomodar, abrazar, iluminar, conmover. Y ahí está mi tarea pendiente: seguir encontrando lenguajes que acompañen y denuncien. Que no se queden en lo estético, sino que toquen lo ético.
NARRAR DESDE OTRO LUGAR
Carla Ascarza estará exponiendo en la muestra colectiva “Sinergia, arte femenino en diálogo con la memoria urbana”, que abre el próximo 15 de agosto a las 19:00 en el Espacio Cultural Staudt, sito en Iturbe 333 casi Mariscal Estigarribia. Expondrá allí en conjunto con Norma Annicchiarico; Gloria Valle y Osvaldina Servián.
Vale recordar que Carla, además de artista plástica, es también comunicadora.
–¿Qué facetas de la expresión potencia la pintura?, ¿qué cosas permite expresar más allá de las palabras?
–La pintura es, para mí, el lenguaje donde lo no dicho se vuelve posible. Como comunicadora, valoro el poder de la palabra, pero sé que tiene límites. Hay experiencias que no se traducen fácilmente: el dolor ancestral, la belleza inexplicable, la rabia callada. La pintura me permite explorar dimensiones expresivas que la palabra, por momentos, no alcanza. Pero, como comunicadora, siempre he sentido un fuerte compromiso con la narrativa: contar historias, dar sentido, transmitir lo profundo de lo humano. En mi obra, esa narrativa se vuelve visual, simbólica, sensorial.
–Se sigue contando, descubriendo…
–Pinto no solo para emocionar, sino también para contar. Cada personaje, cada escena, cada fragmento de color tiene una historia detrás. La pintura potencia esa posibilidad de narrar desde otro lugar, de dar cuerpo a relatos que a veces no encuentran espacio en los medios tradicionales. Y me permite también generar otra temporalidad: la del silencio, la contemplación, el tiempo detenido que exige una imagen. La narrativa visual que construyo desde el arte es una extensión de mi voz como comunicadora, pero una voz que a veces se vuelve más poderosa, más ambigua, lo que es fundamental para interpelar al otro. La pintur a abre un campo de significación que no pretende cerrarse . Y en eso me siento profundamente libre.
BREVE BIO
Carla Ascarza es licenciada en Artes Visuales por el Instituto Superior de Artes Verónica Koop con la puntuación summa cum laude. Cuenta con un masterado en Antropología Social por la Universidad Católica de Asunción y especializaciones en antropología de la salud y derechos humanos. Dentro de su formación artística estudió en programas y talleres en la Escuela de Bellas Artes, talleres libres de Olga Blínder, Edith Jiménez, Lisandro Cardozo, Vicente Duré, Luis A. Boh y Jo Oliveira. Fue becada por el maestro Livio Abramo como asistente en sus talleres de línea y color.
Cuenta con numerosas exposiciones colectivas nacionales e internacionales. Entre las más recientes se mencionan Muestra Kuña Mbarete Rembiapo, Sala Jacinto Rivero, Centro Paraguayo Japonés (2025); Muestra Ñepyrumby, Apart Hotel Maison Suisse (2024); Muestra Apertura de ciclo. Casa Hassler, San Bernardino (2024); Muestra Incondición Interior, Centro Cultural Manzana de la Rivera (2023).
Obtuvo el Primer Premio de Pintura en el XII Festival Mundial de Bellas Artes VERA, Moscú, Rusia. Año 2017. Representó a Paraguay en la muestra internacional Passion Art Barcelona. Sus cuadros también representaron al país en muestras en Nueva York (EE. UU.), Canberra (Australia) y Seúl (Corea).