FIL Asunción confirma la visita de ocho escritores uruguayos
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La Feria Internacional del Libro (FIL) - Asunción 2024 se desarrollará del 27 de junio al 7 de julio en el Centro de Convenciones del Mariscal, con el lema “Abre un libro, abre tu mente”. Este evento contará con más de 90 estands y 160 actividades culturales. Con entrada libre y gratuita, los horarios serán de lunes a jueves de 9:00 a 21:00, viernes y sábado de 9:00 a 22:00, y domingo de 11:00 a 21:00.
Este gran encuentro de las letras impresas reúne a todas las editoriales y librerías del país y del extranjero, así como a los gremios de escritores de Paraguay y del exterior. Habrá 94 estands que ofrecerán una amplia gama de libros de editoriales tanto internacionales como locales. Los visitantes podrán disfrutar de números artísticos y lanzamientos de libros, entre otras muchas atracciones.
Las actividades se realizarán en auditorios que llevarán los nombres de renombrados y premiados escritores paraguayos en homenaje a sus contribuciones literarias. Entre los homenajeados se encuentran Nidia Sanabria de Romero, Félix de Guarania, Humberto Rubin y Aníbal Barreto Monzón.
Este año, el país invitado de honor es Uruguay, que estará representado por reconocidos autores de diversas áreas de la literatura, como historia, poesía, teatro, novela y cómic. El día conmemorativo de Uruguay será el sábado 29 de junio, con charlas, presentaciones de libros y espectáculos artísticos. Algunos de los escritores uruguayos que estarán presentes en esta feria son:
Escritor, profesor y periodista uruguayo, actual Director de la Biblioteca Nacional. En 2017 fue incluido en la lista Bogotá 39 como uno de los mejores escritores latinoamericanos de ficción menores de 40 años. Su libro, Real de Azúa, una biografía intelectual, fue ganador en los Premios Nacionales de Literatura.
Sandra Massera
Dramaturga, directora teatral, actriz, docente. Ha escrito dieciocho textos para teatro y el guión de tres óperas. Recibió numerosos premios como: Premio Florencio de la crítica a mejor texto de autor nacional en tres oportunidades, Premio Nacional de Literatura del Ministerio de Educación y Cultura, Premio Juan Carlos Onetti, entre otros. Es fundadora y directora de Teatro del Umbral (1998), grupo independiente con el que ha llevado a escena numerosos espectáculos teatrales.
Mercedes Estramil
Escritora y periodista, fue colaboradora del suplemento La Semana, El País Cultural y revista BLa. En poesía obtuvo el Premio Municipal por su libro Ángel sólido y publicó Lennon & McCartney, poemario escrito junto a Álvaro Ojeda (2019). Sus más recientes novelas han sido galardonadas con el Premio Bartolomé Hidalgo de la Feria Internacional del Libro en Montevideo: Washed Tombs y Mordida (2019), libro que recibió además el Premio Nacional de Literatura/MEC en 2022.
Alfredo María Villegas
Nació en Buenos Aires, Argentina pero se hizo Ciudadano Uruguayo desde el 2005. Poeta Investigador, Ingeniero Agrónomo, Prof. Universitario. Fundó Ediciones Botella al Mar en Uruguay. Creador de los Encuentros Poetas y Narradores de las Dos Orillas” que se realizan desde el año 2006 en los departamentos de Maldonado y Rocha, Uruguay.
Periodista, escritor, guionista y editor de historietas del Grupo Belerofonte, con el que lleva editados sesenta y cinco títulos. Ha publicado las novelas gráficas: Los últimos días del Graf Spee, Acto de guerra, Dengue, Cena con amigos, Valizas, La comunidad, El club de los ilustres, Zitarrosa, 40 Cajones, Señor Invierno, Merlín, Etchenike, Far South, Malandras y Misterios de cuarto cerrado, entre otras. Como periodista, ha colaborado en medios como Postdata, La República, Brecha, Freeway y la diaria.
Alberto del Pino Menck
Licenciado en Historia, escritor e ilustrador. Investigador especializado en las áreas de Historia Militar, Uniformología, Heráldica, Numismática, Vexilología y fotografía antigua, desarrollando asimismo, informes sobre la evolución histórica de armamento y blindados de las FF.AA. uruguayas. Asesor en identificación de piezas de colecciones iconográficas.
Nicolás Almada Luraghi
Artista, músico, cuentos fantasiosos, orfebre. Creador de “Cuentos con aroma romero” una experiencia literaria interactiva que narra la historia de La Princesa Ami con el objetivo de conectar las emociones mediante la fantasía.
Rodrigo Tisnés
Radicado en Buenos Aires desde julio de 2017, como escritor publicó una novela, “Jesús de Valizas”. Obtuvo premios como: Premio en el Concurso “Cuentos con Mentiras” de En Perspectiva (Montevideo) y Premio en el IV Concurso de Relatos con Humor “Alberto Cognigni” (Córdoba, Argentina). Redactor especializado en Cultura y Política para Revista Oz desde octubre de 2017. Actualmente es columnista del diario El Este (Rocha, 2001-2004).
Gremio porcino celebra apertura del mercado argentino y apunta a Chile
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La carne porcina paraguaya tiene a Argentina como nuevo destino y los productores celebran el hito y destacan el buen trabajo tanto del sector como de la Cancillería Nacional, en las gestiones. Desde la Cámara de la Industria Porcina y Derivados (Capainprod), afirman que la importancia del mercado argentino radica en su proximidad y por las oportunidades de crecimiento comercial con el vecino país.
La presidenta de la Capainprod, Marta Mareco de Ros, destacó que empresarios argentinos visitaron varias plantas procesadoras locales y se espera que el primer envío de carne porcina al país vecino se materialice en la brevedad. “Argentina nos habilitó de manera muy dinámica y estamos en contacto con compradores interesados”, dijo a la 1330 AM.
De esta manera, dicho país se suma a los destinos ya consolidados como Taiwán, Rusia y Uruguay, destacando a este último país como el primero que abrió su mercado para la proteína porcina paraguaya en medio de un escenario complicado como el de la pandemia del Covid-19.
La presidenta del gremio hizo una mención especial a la labor de la Cancillería Nacional por las gestiones interinstitucionales y afirmó que esta apertura tendrá un impacto sumamente positivo para productores del interior del país, ejemplificando que en localidades como Alto Verá lograron una transformación económica a través de esta actividad pecuaria.
“Las familias que trabajan en todo el sector productivo porcino son alrededor de 50.000 y muchas vienen de pequeñas granjas, de pequeños productores. Por eso es la sostenibilidad la que tenemos que trabajar con este sector, porque nosotros necesitamos crecer todos juntos”, consideró.
Según Mareco de Ros, el desafío actual es lograr la apertura de otros mercados como Chile, Singapur, Filipinas y México, países con los que ya se desarrollan las fiscalizaciones previas. “El cerdo paraguayo es una proteína saludable, eficiente y de alta calidad. Queremos que esta industria siga creciendo de forma planificada e inclusiva, con participación de los pequeños, medianos y grandes productores”, afirmó.
Dijo además que durante los primeros meses de mayo, presentarán al Servicio Nacional de Calidad y Salubridad Animal (Senacsa), la compartimentación que realizaron en Itapúa. Se trata de un sistema de gestión que busca mejorar la sanidad y seguridad de la producción porcina, facilitando el acceso a nuevos mercados internacionales.
“Eso es sumamente importante porque se va a certificar la unidad de genética, la unidad productora de lechones, la fábrica de lanceado, el frigorífico y las granjas. Va a ser todo un proceso totalmente trazable y eso nos vamos a presentar al Senacsa para poder abrir el mercado chileno”, destacó.
Técnicos del Senave verifican cultivos de zapallo, con fines de exportación al Uruguay, en la comunidad de Lomas Valentinas de Ñacunday. Foto: Gentileza
Apuntando al Uruguay: productores de zapallo de Ñacunday buscan su primera exportación
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Ciudad del Este. Agencia Regional.
Productores de zapallo de Ñacunday se preparan para concretar la primera exportación que, en este caso será al Uruguay. Para ello existe un trabajo conjunto con el Servicio Nacional de Calidad Vegetal y de Semillas (Senave) para la fitosanidad de la producción, de acuerdo a la exigencia del mercado uruguayo.
Así manifestó a La Nación/Nación Media, el ingeniero agrónomo Guido Servían, del Senave, sobre el trabajo que se viene realizando en 25 hectáreas de zapallo, pertenecientes a 12 productores organizados en la Asociación de Productores Ponta Jovai, de Lomas Valentinas. Informó que por hectárea producen un promedio de 15.000 kilos.
Zapallo cultivado en Ñacunday para su exportación a Uruguay por parte de una asociación conformada por productores. Foto: Gentileza
“Uruguay exige que el producto sea libre de una especie de mosca llamada anastrepha grandis, para que puedan recibir la producción nuestra; en tal sentido estamos haciendo el seguimiento con los trabajos técnicos y de laboratorio para lograr el objetivo”, explicó el funcionario del Senave.
Por su parte, Juan Bosco Gómez Cáceres, miembro de la asociación, informó que el 30 de abril se reunirán con el empresario que compraría los zapallos, una vez completado los requerimientos. Mencionó que varios de los productores ya están con las hortalizas listas para ser comercializadas.
“Nos estamos preparando para la exportación a la República Oriental del Uruguay. Ya el año pasado tuvimos el proyecto de exportar, pero en la total ignorancia sobre el proceso fitosanitario que debíamos hacer”, expresó el productor.
Indicó además que “esta vez el representante de la empresa se va a reunir con nosotros, comercializaremos directamente con el mercado uruguayo”. De la reunión también participará la empresa contratada por la firma compradora para el transporte de los zapallos.
Buen precio y nuevos mercados
“Lo que buscamos es buen precio, cuesta la producción, desde la preparación de la parcela para sembrar, lo que incluye fertilizantes, fungicidas, insecticidas, la semilla que no está tan barata, un paquete de semillas cuesta 1 millón de guaraníes y se necesita como mínimo tres paquetes para una hectárea de siembra”, explicó Juan Gómez Cáceres.
El productor dijo que buscan “nuevos mercados para que haya competencia”, además de mencionar el perjuicio que les ocasiona el contrabando. “El contrabando afecta considerablemente los precios”, remarcó el productor de Ñacunday.
En lo que respecta a Alto Paraná, cinco productores de Juan León Mallorquín, con un total de 35 hectáreas de cultivos de zapallo, también son parte del proyecto de comercialización al Uruguay, al igual que unos diez agricultores de Tembiaporã, departamento de Caaguazú, según el ingeniero Guido Servían.
Datos claves
Por hectárea los agricultores producen un promedio de 15.000 kilos de zapallo.
Los productores buscan “nuevos mercados” para una mayor competencia.
Un paquete de semillas de zapallo tiene un precio de 1 millón de guaraníes.
Paraguay-Uruguay: a 142 años del Tratado de paz, amistad y renuncia de pagos de deuda
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La Guerra de la Triple Alianza dejó a Paraguay una serie de secuelas que con los años y el esfuerzo de la ciudadanía y autoridades de la época se fueron subsanando. En el marco de esta realidad es indiscutible como gran parte de ese trabajo de reconstrucción se vio impulsado por acciones claves como la firma del Tratado de paz, amistad y renuncia del pago de gastos de guerra entre las repúblicas de Paraguay y Uruguay el 20 de abril de 1883.
Con la firma del mencionado tratado se llegaba a un entendimiento a través del cual se declaraba nulo y sin ningún valor el proyecto de Tratado de Paz, Amistad, Comercio y Navegación de diciembre de 1873 (también conocido como Tratado Miranda-Sienra Carranza), ratificándose la renuncia formal al cobro de los gastos de guerra, equivalente a la suma de 3.690.000 pesos.
En el Tratado Miranda-Sienra Carranza, la República del Paraguay reconocía como “deuda suya” el importe de los gastos de guerra hechos por la República Oriental del Uruguay para la campaña guerrera de 1865-1870 y debían ser cubiertos los “daños y perjuicios irrogados por la guerra, a los ciudadanos y demás personas amparadas por el derecho de la República Oriental del Uruguay”.
En conversación con La Nación/Nación Media, el exembajador del Uruguay en nuestro país, Federico Perazza, recordó este hecho largamente estudiado como una práctica poco común, pero que sin ninguna duda sentó un precedente en las relaciones amistosas entre ambos países vecinos.
“Hay que recordar que en nuestro continente, en el transcurso del XIX, la práctica de condonar deudas de guerra a través de tratados no era algo usual. Muy por el contrario, en el mencionado siglo, los tratados contemplaban deudas y gastos de guerra, reflejando de manera concreta los intereses políticos, económicos y estratégicos de la época, en ese contexto particular de formación de nuevos Estados independientes y de frecuentes conflictos bélicos entre naciones”, remarcó Perazza.
El diplomático explicó que el presidente de aquel momento del Uruguay, el general Máximo Santos, empieza a emitir leyes por las que la nueva reconfiguración departamental del país abreva en figuras trascendentes de su historia y, por supuesto, se ve ante una época en que había que repensar la relación con el Paraguay después del desastre de la guerra grande.
“Parecía, pues, que en este contexto histórico tan particular algunas acciones internas iban a permear medidas de política exterior, sobre todo aquellas relacionadas con la paz con sus vecinos. Entiendo que ese momento había llegado y con él intentar la reconstrucción de relaciones a través de la formalidad de un tratado vinculante que abordara la paz definitiva y todo lo que ella conlleva para su perpetuidad”, indicó Federico Perazza.
Federico Perazza, exembajador del Uruguay en nuestro país. Foto: Archivo
Al analizar la firma de este tratado, el diplomático enfatizó que en las negociaciones llevadas adelante por el representante paraguayo, el canciller José Segundo Decoud, y por el enviado especial de la República del Uruguay, Ernesto Kubly, se pudo advertir la postura receptiva, solidaria y conciliadora del Uruguay, que era ni más ni menos que la posición pragmática del general Máximo Santos sintetizada en su frase “el Paraguay no nos debe nada”.
“El perdón de la deuda paraguayo fue una alta inspiración del general Santos. Los miembros del gabinete paraguayo aspiraban a dicha exención que, a no dudarlo, tenía una gran importancia para las finanzas de su país, y complacerlos era una medida de elevada política. Los pequeños estados americanos hallarían su salvaguardia en la práctica de los grandes principios que niegan el derecho de la fuerza”, enfatizó Perazza.
Tras la firma de este tratado, La Plaza San Francisco en Asunción fue renombrada como “Plaza República Oriental del Uruguay”, conocida como Plaza Uruguaya. Así también el General Santos fue honrado con la ciudadanía paraguaya y el nombramiento como General honorífico de los ejércitos de Paraguay. Y en 1885 se vivió la devolución de los trofeos de guerra por parte del gobierno del Uruguay.
De esta manera, Paraguay lograba con Uruguay la condonación de su deuda de guerra, algo que no había podido lograr con Brasil en 1872 ni tampoco con Argentina en 1876. Con Argentina se debió esperar hasta 1942 para que el Gobierno de Ramón Castillo y su parlamento sancionaran la ley 12.747 que renunciaba al cobro de la misma y con Brasil en 1943, bajo la presidencia de Getulio Vargas, se hizo lo propio.
Diez obras y autores fundamentales de la literatura paraguaya
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Paulo César López
paulo.lopez@nacionmedia.com
Fotos: Gentileza/Archivo
Con motivo del Día del Libro, que se recuerda el próximo 23 de abril, el escritor y docente Victorio Suárez comparte lo que a su criterio son los 10 libros fundamentales de la literatura paraguaya y de por qué considera que estas obras y sus autores merecen figurar en este sitial.
Transcurrido el primer cuarto del siglo XXI, ya es posible mirar en retrospectiva y hacer una valoración del camino andado, en este caso respecto a la creación literaria. Si bien en principio la intención fue ceñirse a este periodo, Suárez considera que hay fuentes e influencias de la segunda mitad del siglo pasado que no pueden omitirse.
Por ello, al lado de obras de las últimas dos décadas y media aparecen nuevamente autores clásicos como Augusto Roa Bastos y Elvio Romero, que desde la narrativa y la poesía dejaron un legado que sigue vigente.
Estos son, pues, los diez títulos fundamentales de la literatura paraguaya, con sus respectivos autores, de acuerdo al especialista en las letras nacionales.
–¿Cuáles les parece que son los diez libros capitales de la literatura paraguaya de este siglo?
–Hay mucho más de diez libros capitales, pero trataré de ceñirme a los diez libros que considero son los más importantes de la literatura paraguaya. En esto tengo que incluir a escritores, críticos y poetas que vinieron a partir del cuarenta, obviando (arbitrariamente) a aquellos autores y obras novecentistas y quienes aparecieron en ese intermedio de 1900 a 1940. No obstante, puedo enumerar cuanto sigue:
1. “YO EL SUPREMO” (1974, NOVELA)
–¿Podría hablarnos brevemente de cada una de las obras y por qué las escogió?
–Creo que estos autores fundamentales de la literatura paraguaya abrieron un amplio diafragma para la incursión literaria en nuestro país. Augusto Roa Bastos (1917-2005), por ejemplo, como hijo legítimo del cuarenta, comenzó escribiendo poesías, luego pasó a la narrativa. En ese sentido, su mejor libro fue “El trueno entre las hojas”, obra que expone esa vertiginosa presencia de hechos esenciales en medio de soledades tan extremas como aquel “Pedro Páramo”, de Juan Rulfo, donde la ficción se incorpora a la realidad como el brazo ejecutor de la obra. Esos “carpincheros” de Roa son como luces que caminan en las sombras, destellando una poesía permanente, inquieta, total. Sin embargo, en “Yo el supremo”, obra de difícil lectura, el escritor no renuncia a sus raíces poéticas y construye una montaña sobre la historia y los personajes del Paraguay, destacándose sobremanera la imagen del doctor Gaspar Rodríguez de Francia, genio inspirador, decidido y de carácter difícil en una novela donde el tiempo es ayer y también se puede considerar como hoy. Con esta obra Roa logra el Premio Cervantes de Literatura en 1989 y él mismo manifestó que no le resultó fácil escribir, que le llevó una década de escritura e investigación. Estimo que, por el momento, la escritura literaria está liviana, agredida por los medios electrónicos, se mantiene casi en estado neutral, hecho que nos lleva a creer que una obra como la de Augusto Roa Bastos seguirá siendo un clásico insuperable.
2. “LOS INNOMBRABLES” (1959, POEMAS)
El otro de esta apretada lista es Elvio Romero (1926-2004), probablemente el máximo poeta del Paraguay y uno de los más emblemáticos de Hispanoamérica y el mundo. Merecía el Cervantes de Literatura, pero no fue así. Dejó una impresionante cantidad de laureados libros. No obstante, creo que “Los innombrables” (1959) es una de sus producciones de mayor calidad estética y de denuncia, apuntando siempre con detallada sinceridad hacia el sistema opresor. Por su militancia política, casi toda su obra se desarrolla en el exterior y recibió elogios de grandes escritores como Nicolás Guillén y Rafael Alberti, a quienes también él admiraba sin disimulo. Se trata, probablemente, del poeta paraguayo de mayores y mejores recursos expresivos. Nunca olvidó sus “llanuras natales” y en todas sus obras late el compromiso fuerte, los deseos de libertad, la denuncia directa hacia las injusticias que, en realidad, nunca cedieron en Hispanoamérica y menos en nuestro país.
3. “POEMAS DE UN MUNDO EN BRUMAS” (1950, POEMAS)
También apunto el nombre de Elsa Wiezell (1926-2014), poeta y autora de una impresionante cantidad de libros. Su voz poética sigue siendo una de las mejores de la literatura del Paraguay e Hispanoamérica. Amó la poesía y vivió cada día como poeta. Creativa, visceral, amplia, su “mundo en brumas” es la más clara expresión de la poesía que ya comenzaba a tomar fuerza en aquella década del cincuenta, que produjo probablemente el repertorio poético más logrado del Paraguay. Poesía existencial, voz de incertidumbre, tanteos estéticos para capturar aquello que nos aprisiona a cada paso marcan la semblanza de esta gran poeta que habló con fuerza quemante sacudiendo los ánimos y volviendo febril todo el ámbito que nos rodea.
4. “ARCÁNGELES EBRIOS” (1964, POEMAS)
En 1960 aparece la voz poética fundamental de aquella promoción: Roque Vallejos (1943-2006). Fue una expresión saturada de belleza, soledad y desesperación. Después de su primer y celebrado libro, “Pulso de sombra” (1961), llega una serie de poemas en “Los arcángeles ebrios” (1964), obra en la que logra desenterrar la patética elucubración al mirar un mundo cambiante. En ese contexto, nuestro país ya sentía en su epidermis la consolidación del sistema dictatorial que castigó a todos. Con un trabajo inteligente e impecable, Vallejos logró entender los tramos de la creación en Paraguay dando a conocer su libro “La literatura paraguaya como expresión de la realidad nacional”, importante radiografía para conocer nuestro proceso literario. Más allá de “Los arcángeles ebrios”, llega en formato opúsculo “Poemas del Apocalipsis”, probablemente conteniendo los mejores poemas escritos en Paraguay.
5. “PASO DE HOMBRE” (1963, POEMARIO)
Otro escritor de irradiaciones supremas fue Francisco Pérez Maricevich (1937-2022), crítico riguroso, narrador y poeta. En su segundo poemario “Paso de hombre”, recibió halagos de Josefina Plá, gran protagonista del acontecer literario del Paraguay en aquellos años difíciles. Coincidimos con ella al exponer la incursión de nuestro poeta al territorio de la existencia y a las profundidades del ser, donde se trata de hallar respuestas para enfrentar la realidad del tiempo que se vive. Afanosamente directo en su proyección poética, este libro es un alivio que nos lleva a tocar con alas nuevas la misma existencia tantas veces descompaginada por crueles arrogancias y falta de creencia.
6. “ESPANTADIABLOS” (2006, POEMARIO)
Otro poeta de singulares aciertos y calidad expresiva fue Jacobo Rauskin (1941-2024). En 2007 recibió el Premio Nacional de Literatura por su obra “Espantadiablos”. Se trata de un poeta de lenguaje universal y muy cercano a todo lo que palpita en el mundo. Rauskin sella connotaciones precisas a sus versos, vaciándolos de cualquier exceso y apostando por las honduras del alma. Precisamente allí el poeta lucha contra su propio desencanto.
7. “HIJOS DE LA REVOLUCIÓN” (2019, NOVELA)
“Hijo de la revolución” es uno de los tantos títulos que dio a conocer una de las más prolíficas escritoras del Paraguay, Maribel Barreto (1936-2022). Por esta obra obtuvo el Premio Nacional de Literatura y fue, además de crítica en literatura, una excelente representante de la vida creativa. En la novela de referencia, una vez más, aparece la certera imaginación de la autora, que ya venía incursionando en la investigación de los vericuetos políticos de la vida nacional. Aquella revolución, emparentada con la del 22, aparece en todo el esplendor imaginativo de la autora, que condensa muy bien los ingredientes que llegan con una sublevación, entre ellos, el abuso en todo sentido. Antes de su fallecimiento, se dedicó con intensidad a la escritura, ofreciendo libros de gran valor sobre los autores nacionales, especialmente en ese emblemático ensayo crítico titulado “Visión de dos décadas de literatura paraguaya en el siglo XXI”.
8. “EL PELUQUERO FRANCÉS” (2008, NOVELA)
“El peluquero francés” es una de las mejores novelas de Guido Rodríguez Alcalá (1946), destacado intelectual, poeta y periodista perteneciente a la promoción del 70. En varias obras de carácter histórico, el autor de esta novela indagó de manera puntillosa en la historia del Paraguay y de ella emergieron otras memorables obras, pero es en “El peluquero francés” donde se puede percibir un desprendimiento del hecho histórico tal como nos cuentan los manuales de historia. Si bien transcurre en un tiempo relacionado al pasado paraguayo, en esta obra el autor expone y logra la atención del lector con la llegada de Elisa Alicia Lynch al Paraguay y la amistad necesaria de esta con Jules Berny, un antiguo amigo a quien volvió a encontrar. Es una obra en la que no faltan los detalles de aquellos años políticos por estos lares de supervivencia extrema.
9. “EL TEXTO IMPOSIBLE” (2023, POEMARIO)
“El texto imposible” es un poemario de Moncho Azuaga (1952), que en 2023 recibió el Premio Nacional de Literatura. Se trata de una obra que expresa el sentir más sincero del poeta. Probablemente, algunos pensaron que renunciaría a su palabra contestataria, casi exteriorista, como diría Ernesto Cardenal. Pero Moncho siguió en lo mismo para decirnos lo que somos y quiénes son aquellos que siguen con el fusil cargado en este largo peregrinaje que resulta confuso, extremadamente peligroso, amargo, letal.
10. “MANUAL DE ESGRIMA PARA ELEFANTES” (2012, RELATOS)
Finalmente, “Manual de esgrima para elefantes”, de Javier Viveros (1977), un escritor de feliz aparición en la literatura nacional. Si bien el material recoge experiencias de una estadía del escritor por el continente africano, su escritura es atrapante y nos lleva al deleite de leer su trabajo. Desde los primeros tramos, Javier ofrece no solamente su capacidad creativa, sus ganas de invención, presenta también la buena escritura, correctamente diseñada para lograr su objetivo. Es en la actualidad no solamente el más promisorio, sino también el de mayor caudal literario en la cuentística nacional. Su calidad queda demostrada en varios libros que el escritor viene presentando regularmente.
–¿Por qué le parece que estos autores son especialmente importantes?
–Creo que cada uno logró el propósito de crear una buena literatura y, por supuesto, abrir la senda para otros escritores nacionales. Se han comprometido grandemente, y eso es muy difícil en Paraguay. Despojarse de todo lo innecesario, soñar y actuar solidariamente es una actitud que requiere valentía, capacidad creativa y conocimiento. Todos estos autores entendieron, saben perfectamente esta situación.
–¿Algo que desee añadir que no le haya preguntado?
–Sí. Hablamos de diez libros fundamentales y yo creo que existen mucho más. Hay nombres que no podemos pasar por alto, aunque a veces al nombrar uno olvida a ciertos poetas, escritores y ensayistas. No obstante, voy a ofrecer mi reconocimiento y admiración a tantos más: Teresa Méndez Faith, una mujer que hizo visible la literatura paraguaya desde sus cátedras de literatura en una universidad norteamericana. Asimismo, publicó cerca de cuarenta libros sobre autores nacionales, con exhaustivos análisis sobre la literatura paraguaya. Debo recordar también a la escritora Raquel Saguier, que falleció tempranamente, pero dejó una novelística brillante. Por otra parte, tenemos a Luis María Martínez, el máximo poeta social del Paraguay; José Luis Appleyard, poeta místico por excelencia; Rubén Bareiro Saguier, Carlos Villagra Marsal, Carmen Soler, Nila López, Juan Manuel Marcos, Jorge Canese, Alcibiades González Delvalle, Osvaldo González Real, Renée Ferrer, Feliciano Acosta, Milia Gayoso, Andrés Colmán Gutiérrez, Bernardo Neri Farina y los integrantes del Taller Ortiz Guerrero: Mario Rubén Álvarez, Delfina Acosta, Amanda Pedrozo, Ricardo de la Vega, Mario Casartelli, Osmar Sostoa, Miguel Ángel Meza, Susy Delgado, Jorge Gómez Rodas y los más actuales: Gloria Muñoz, Chiquita Barreto, Blas Brítez, Genaro Riera, Gabriel Ojeda, Maricruz Méndez Vall, Ulises Viveros, Alicia Rizzi, Gloria Marecos, Mía Luján Duarte Quintana, Sebastián Ocampos, Julio Benegas Vidallet, Alberto Sisa, Ricardo Loup. Puede seguir un poco más la lista y te darás cuenta que tenemos mucho más. De todos modos, creo en una veintena de libros fundamentales y más de treinta escritores y poetas imprescindibles.