San José de los Arroyos. Omar Jara.

José Nicanor Franco Alderete, autor de la famosa Misa Folklórica Paraguaya, que ha sido ejecutada hasta en la Capilla Sixtina de la Ciudad del Vaticano en una misa celebrada por el papa Paulo VI, reveló que cuando iba a escribir la obra, hace 54 años atrás, se encomendó a la Virgen de Caacupé, y le prometió que si se llegaba a grabar las canciones, el disco sería dedicado a la Madre Serrana, como efectivamente ocurrió.

Franco era seminarista y músico y desde muy corta edad ejecutaba el acordeón e integraba grupos que cantaban música religiosa. Las piezas de la Misa Folklórica Paraguaya, como Gloria o Santo, son infaltables en las grandes celebraciones litúrgicas, como la Misa Central de Caacupé, y fueron interpretadas en las dos visitas papales a nuestro país, tanto la de Juan Pablo II en 1988 y durante la visita Francisco en el 2015. Así mismo, la obra musical se hizo acreedora del Premio Nacional de Música otorgado por el Congreso Nacional en el 2011.

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El creador relata cómo surgió la obra. “Era el año 1967. Como servidor de la Iglesia tanto en la diócesis de Caacupé como en esta parroquia de San José de los Arroyos, constantemente ofrecía mis servicios musicales, sea con Los Rutilantes Guaraníes, Los Triunfadores, Los Hijos del Paraguay (conjuntos folklóricos sanjosianos de la época) o con un trío que formé”, recuerda.

Asegura que ofrecían su arte y folclore en casi todas las misas solemnes de Caacupé. “Pero ejecutábamos la Misa Folclórica del compositor caraguatayense Justo Ramón Colmán”, rememoró. En ese tiempo José tenía 18 años.

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La Misa Folklórica Paraguaya fue grabada en 1.967 por el Trío Los Bemoles, acompañado del Coro Polifónico del Ateneo Paraguayo, dirigido por Isis de Bárcena Echeveste. Foto: Gentileza.

Agrega que el entonces obispo de Caacupé, monseñor Ismael Rolón, un día, luego de una peregrinación, le preguntó en el Obispado si por qué no componía su propia obra, o sea, una Misa Nativa de su autoría, confesó. “Me quedé mudo”, admite.

“No supe qué contestar. Era mucho pedir a un jovencito de 18 años, decía en mi interior”, recuerda. Sostiene que el obispo se dio cuenta de su inseguridad y remató con esta frase: “Si no me componés una misa que sea tuya, te llamaré músico vale’y, en otras palabras, músico inútil, y se alejó hacia el fondo del Obispado y mientras iba me decía: o lo tomas o lo dejas, vete vos”, sigue relatando.

Recuerda que con esto se quedó “como atontado” por lo que consideraba un imposible, una tarea que estaba lejos de él, en ese momento al menos. Sin darse cuenta, sale del Obispado, cruza la calle y estaba frente a la imagen de la Virgen de los Milagros de Caacupé.

“Le pedí de corazón que me ayudara a componer la Misa Folklórica y como hacen los peregrinos, le hice una promesa, que si me salían las composiciones de las diferentes partes de la sagrada liturgia, y las llevaba al disco, por mi patria el Paraguay y por la Iglesia, iba a mandar poner en el disco esta inscripción: ‘DEDICADA A LA VIRGEN DE CAACUPÉ’. Y así se hizo”, expresó.

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La Misa Folklórica Paraguaya fue grabada en 1967 por el Trío Los Bemoles, acompañado del Coro Polifónico del Ateneo Paraguayo, dirigido por Isis de Bárcena Echeveste.

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