El experto en utilería Guillaume Delouche de Independent Studio Services habla sobre armas de utilería en Sunland-Tujunga, Los Ángeles, California. Foto: AFP.
¿Cuáles son las reglas para armas y municiones en un set de cine?
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La muerte de la directora de fotografía Halyna Hutchins, tras recibir un disparo de un arma de utilería presentada como inofensiva al actor Alec Baldwin durante la grabación de un wéstern, volvió a encender la polémica sobre el uso de armas de fuego en los platós de cine.
- ¿Cuáles son las reglas sobre armas de fuego en sets de grabaciones en Estados Unidos?
En el “boletín de seguridad” difundido por la industria del cine y la televisión figuran reglas estrictas y muy detalladas. Las más importantes, en mayúsculas en el encabezado del documento, estipulan: “Los cartuchos de fogueo pueden matar. Tratar todas las armas de fuego como si estuvieran cargadas. Ninguna ‘munición real’ debe ser jamás usada o llevada a un estudio o un plató”.
Son sin embargo solo “recomendaciones” no obligatorias. Ninguna ley federal se aplica específicamente al uso de armas de fuego en platós. La mayoría de estados estadounidenses aplican las reglas de seguridad en el trabajo o de armas de fuego en general.
- ¿Cuáles son las calificaciones de los armeros en los rodajes?
“No hay escuelas de armeros en el cine. Generalmente uno se vuelve aprendiz en una sociedad de locación de armas y es enviado a los rodajes, se aprende en el terreno”, explica a la AFP Guillaume Delouche, armero para Hollywood desde hace unos 30 años.
Según él, California es el único estado que exige que “todas las personas encargadas de armas” en un rodaje, armeros o utileros, sigan una formación específica de cuatro horas sobre las reglas de seguridad que se deben seguir en un set de rodaje.
- ¿Qué tipo de armas de fuego se usan en un rodaje?
Se usan dos tipos de armas distintas: armas inertes, en plástico o en látex, y armas capaces de producir una detonación. Los cineastas las prefieren por la llama visible que sale del cañón, aunque ésta podría ser agregada en posproducción con efectos especiales.
“Cuando hablamos de ‘accesorios’ en un rodaje, nos referimos a una réplica en látex que no dispara. No es una pistola de fogueo”, precisa en Twitter SL Huang, doble de riesgo y armera en el cine. “Las armas de fogueo son armas reales”, capaces de tirar balas reales, insiste.
Los cañones de las armas automáticas y semiautomáticas se tapan, pero las armas manuales, como revólveres y carabinas tipo Winchester empleadas en los wésterns, son usadas sin modificar, precisa Delouche.
- ¿Se usan balas reales?, ¿cuál es la diferencia con un cartucho de fogueo?
“Lo que se llama munición real es una verdadera bala, un cartucho en el que se coloca un proyectil que acabará su recorrido en un objetivo tras haber pasado por el cañón”, recuerda Delouche. En el cine, las municiones reales son usadas en muy raras ocasiones, “y únicamente en campos de tiro o lugares apropiados”, absolutamente nunca en un plató, dice.
Un cartucho de fogueo no contiene proyectil, solo una carga de pólvora y un cebador que la activa para producir una detonación. Hay finalmente una tercera categoría de municiones, las balas de prueba. “Desde 1993 las fabricamos nosotros mismos, no son verdaderas balas neutralizadas, sino balas fabricadas para ser inertes: jamás hubo cebador o pólvora”, lo que evita accidentes, explica Delouche. Estas balas son usadas para dar la ilusión de balas reales, por ejemplo, para un primer plano de la carga de un arma.
El arma entregada a Baldwin le fue presentada como un “arma fría”. En el lenguaje del cine, designa un arma totalmente vacía, sin siquiera un cartucho de prueba en el interior. Puede ser manipulada libremente y accionada sin peligro.
“Cuando uso un arma fría, soy MUY CLARA con los actores y el equipo al respecto. La abro y muestro que el arma es fría”, afirma SL Huang. Cuando el rodaje pasa a las “armas calientes”, cargadas con cartuchos de fogueo, se anuncia repetidamente en voz alta y por radio, para que todo el mundo esté enterado.
“No se carga el número exacto de cartuchos de fogueo necesarios para la escena. Solo usamos las ‘armas calientes’ por el tiempo necesario para la grabación de los disparos”, escenas generalmente “muy, muy cortas”, añade SL Huang. “En cuanto termina la escena, entramos y verificamos las armas. Nadie se mueve antes de que acabemos”, insiste.
- ¿Son eficientes las reglas de seguridad?
Desde 1993 y la muerte del actor Brandon Lee, “no ha habido ningún incidente con armas de fuego en un set”, pero más de 40 fueron censados en otros dominios (construcción, acrobacias etcétera), anota Delouche.
SL Huang insiste en la multiplicación de verificaciones para evitar que una deficiencia aislada concluya en un drama. “Si alguien comete un error, hay otros múltiples” factores “que garantizan la seguridad”, argumenta.
Bombas sin bombarderos… sin paquetes sospechosos… asemejan a peligrosas herramientas incrustadas en la vida cotidiana… Quienes diseñan y desarrollan – quiero pensar que, sin desearlo, planificarlo ni gestionarlo– no siempre ven (o quieren ver) con claridad a las señoras y señores de la guerra y sus despreciables prácticas.
Por Ricardo Rivas
Periodista X: @RtrivasRivas
Fotos: Gentileza
En la construcción de la verdad necesariamente interviene la cultura. ¿Qué es verdad? “La realidad”, responden algunos y algunas. Pero... “la verdad no es una representación unívoca de la realidad”, sostiene Yuval Noah Harari en la página 44 de la edición que leo y releo de Nexus, una de sus obras más vendidas en nuestra maltratada aldea global. La realidad es compleja. Tanto como la humanidad. “¿Es tan sapiens el homo?”, recuerdo que decía irónicamente un tan querido como veterano colega periodista, corresponsal de la prensa internacional, con el que compartimos no menos de cinco años de trabajo en Latinoamérica. “¡Tendrá que demostrarlo!”, agregaba a modo de respuesta a una pregunta que nadie había expresado. Reíamos y brindábamos con otra cerveza para dejar atrás las mil formas de violencias que verificábamos en nuestras búsquedas periodísticas.
No conviene conceder “a la IA un mayor control sobre las sociedades del siglo XXI (...) futura dictadura de la IA podría ser muy distinta de lo que hemos conocido hasta ahora”, sentencia Yuval Noha Harari
De todas formas, aquel interrogante lanzado al aire todavía hoy no me animo a responderlo. Lo mío es la pregunta. El interrogante permanente. Solo políticos y creyentes en lo que venga e internalicen se presentan y actúan como propietarios de las respuestas. Los pongo en duda. ¡Sépanlo! Y aunque lo hago con respeto y, de alguna forma, en defensa propia, tengo claro y coincido con Harari en que “el poder no es sabiduría”.
Algunas palabras se ponen de moda. Muchas. Inteligente (smart) y dron son dos de ellas. Esperanza es la otra, aunque debo decirlo, rescato solo esas tres con el propósito de construir esta historia en esta noche de frío (¡muy frío!), de viernes junto a los leños crepitantes y sentado en la vieja mecedora. Afuera, la niebla es densa. Las nubes decidieron desplomarse sobre la tierra para quedarse allí. Silenciosas. Como en acecho de aquellos y aquellas que se atrevan a andar sin la certeza de saber qué hay dentro de tamaña tiniebla.
Con casi sesenta guerras activas –desde algún lugar– el hábitat global es tenebroso. Con la popularización de los que se plantan como creadores revolucionarios de los desarrollos tecnológicos y, a veces, mucho más, el espanto crece. Bombas sin bombarderos… sin paquetes sospechosos… asemejan a peligrosas herramientas incrustadas en la vida cotidiana. Quienes diseñan y desarrollan –quiero pensar que, sin desearlo, planificarlo ni gestionarlo– no siempre ven (o quieren ver) con claridad a las señoras y señores de la guerra y sus despreciables prácticas. En ese campo también crece la IA (inteligencia artificial) que deslumbra, preocupa y deviene en símbolo que simboliza a partir de la cultura de quienes simbolizan para relatarla y producir sentido. Nada existe sin relato. Primero fue el verbo. Vuelvo a Harari. “La IA es la mayor revolución de la información que ha conocido la historia (que) no es el estudio del pasado, sino el estudio del cambio. (Porque) nos enseña lo que se mantiene inmutable, lo que cambia y cómo cambian las cosas”. Yuval Noah señala, desde esa perspectiva, sobre la inconveniencia de conceder “a la IA un mayor control sobre las sociedades del siglo XXI” dado que “se diferencia (entre otros desarrollos tecnológicos de alto impacto en las prácticas bio-psico-sociales) de la imprenta y de la radio (porque una eventual) futura dictadura de la IA podría ser muy distinta de lo que hemos conocido hasta ahora”. Desde la atenta observación y profunda reflexión hace públicas algunas de sus conclusiones. La inteligencia artificial “es la primera tecnología de la historia que puede tomar decisiones y generar nuevas ideas por sí misma”. La IA “puede procesar información por sí sola, (y) por lo tanto, sustituir a los humanos en la toma de decisiones (porque) no es una herramienta, es un agente”. ¿Por qué tanta preocupación? Su respuesta no se hace esperar con ejemplos concretos. “En el momento actual, en la fase embrionaria de la revolución de la IA, los ordenadores toman decisiones por nosotros: la concesión de una hipoteca, un contrato de trabajo o la imposición de una pena de cárcel. Esta tendencia no hará más que aumentar y acelerarse, lo que nos dificultará la comprensión de nuestra propia vida. ¿Podemos confiar en los algoritmos informáticos (sobre los que también se apoyan las operaciones de la IA) para tomar decisiones sensatas y construir un mundo mejor?”.
“La IA puede simular aspectos del razonamiento humano y realizar tareas específicas con velocidad y eficiencia, pero no puede (con) el discernimiento moral ni (...) establecer relaciones genuinas”, sostiene el papa León XIV
CONOCIMIENTO VERDADERO
Muy poco más de una década atrás, Tenzin Gyatso (90), el Dalai Lama –Premio Nobel de la Paz en 1989, en el transcurso de una cumbre de premios nobel que se realizó en Roma– sostuvo que la tecnología “puede convertirnos en esclavos” porque “si todo está mecanizado, no tenemos la capacidad de ver más allá” y exhortó para que “sea bien utilizada” dado que al “conocimiento verdadero (por muy desarrollada que esté la IA) “es imposible llegar y que sea mejor que la mente humana (porque) siempre será mejor y más inteligente (que) máquinas y robots (sin que importe) lo sofisticados que sean”.
Era el sábado 13 de diciembre de 2014. En nuestro presente, un puñado de días atrás, en Ginebra, Suiza, la Unión Internacional de las Telecomunicaciones (UIT) –asociada con otras agencias de la Organización de las Naciones Unidas (ONU)– desarrolló la “Cumbre de la IA (Inteligencia Artificial) para el bien”. Las preocupaciones de quienes allí convergen claramente crecen y así lo expresan. “La humanidad se encuentra en una encrucijada ante el inmenso potencial generado por la revolución digital impulsada por la inteligencia artificial”, sentenció en un mensaje que envió a la UIT el papa León XIV. En ese texto reseñó que el impacto de la inteligencia artificial se percibe en campos tales como “la educación, el trabajo, el arte, la sanidad, la política, el ámbito militar o la comunicación” y, justamente, por ello el jefe del Estado Vaticano demanda de quienes trabajan en ese tipo de desarrollos “responsabilidad y discernimiento”. El también líder del catolicismo advierte que “la inteligencia artificial puede simular aspectos del razonamiento humano y realizar tareas específicas con velocidad y eficiencia, pero no puede replicar el discernimiento moral ni la capacidad de establecer relaciones genuinas”. Al cabo de esa argumentación sobre la IA abogó a expertos y desarrolladores por el “respeto por los valores humanos y sociales, capacidad de juicio con conciencia clara y crecimiento en la responsabilidad” para garantizar –desde marcos éticos y jurídicos– “que se base en el reconocimiento compartido de la dignidad inherente y las libertades fundamentales de la persona”.
“Es preciso trabajar juntos para detener a los robots (y drones) asesinos”, propuso Daisaku Ikeda (1925-2023) ante la Organización de las Naciones Unidas
TECNOLOGÍA Y VIOLENCIA
El uso de los más recientes desarrollos tecnológicos aplicados al ejercicio de las violencias se expande con proyección global. La IA es esencial en el desarrollo de armas autónomas no tripuladas. La guerra digital parece haber llegado para quedarse. En un reciente reporte de la organización Drone Wars UK (https://dronewars.net/) se consignan los resultados de una investigación que, en sus conclusiones, revela “la magnitud del daño a civiles causado por los ataques con drones militares en países africanos, como Etiopía, Mali, Burkina Faso, Nigeria, Somalia y Sudán”. Sin dejar afuera de sus búsquedas Ucrania, Gaza o todo Oriente cercano, añade que “drones armados tipo MALE importados en todo el continente, de fabricantes de Turquía, China e Irán” se utilizan ampliamente. “Como mínimo, se determinó que más de 943 civiles han muerto en al menos 50 incidentes separados entre noviembre de 2021 y noviembre de 2024”, según consta en las pesquisas desarrolladas y precisan que “de los seis estados investigados, cinco han sido verificados por operar drones Bayraktar TB-2, producidos por el fabricante turco de drones Baykar, (que en) varios también operan drones armados Wing Loong II y (sistemas de armas autónomos) Mohajer-6 de Irán”. Destaca el sitio que esos equipos también intervienen “en campañas militares nacionales (internas, dirigidas) contra grupos insurgentes armados (y que) regularmente (esas armas llamadas inteligentes) no distinguen entre civiles y combatientes en sus operaciones”. Los analistas precisan que “en un incidente ocurrido en la región etíope de Amhara, más de 85 civiles murieron en un ataque con drones contra la aldea de Ch’obi en octubre de 2022”. Luego que, “en otro incidente, en Nigeria, un error de inteligencia militar causó la muerte de al menos (otros) 85 civiles –y, según algunos informes (podrían ser) hasta 125 (las víctimas)– que (estaban reunidas) para celebrar la festividad islámica de Mawlud, (y fueron asesinadas) en dos ataques con drones mal dirigidos en diciembre de 2023”.
Las matanzas (incidentes) de civiles sin riesgo alguno para quienes operan los drones porque se encuentran en áreas alejadas de las operaciones en desarrollo se multiplican. “Hace tres semanas, el 10 de junio, un dron británico Reaper comenzó a rastrear una motocicleta en el noroeste de Siria, cerca de la frontera con Turquía”, relata dronewars.net “mientras (en tierra) alguien descrito por la inteligencia de un país europeo central como ‘un miembro conocido’ de ISIS (Estado Islámico de Irak y Siria, por su sigla en inglés) la conducía. El individuo, que aparentemente había sido monitoreado por el dron ‘durante algún tiempo’, fue rastreado y abatido por un misil Hellfire disparado por el dron poco después”. ¿Es necesario añadir información al reporte? ¿Algo no se entiende? ¿También existe el llamado “gatillo fácil” en el ecosistema digital de las nuevas guerras?
Los drones atacan incluso en áreas civiles densamente pobladas. Los daños no deseados se repiten. ¿Existen y se cumplen disposiciones para preservar y mitigar eventuales daños sobre la población civil? “Estos casos demuestran la urgente necesidad de reforzar los controles sobre la proliferación de drones armados y la clara falta de responsabilidad de quienes exportan estas armas al proporcionarlas a gobiernos aparentemente poco dispuestos a respetar el derecho internacional humanitario. La magnitud del sufrimiento civil que se muestra en este informe debería dejar clara la amenaza que supone la rápida expansión de la guerra con drones en todo el mundo, facilitada por el acceso a sistemas de armas cada vez más baratos producidos por fabricantes irresponsables y con ánimo de lucro”. Acechan los drones y, por ello, “las actividades más básicas de la vida cotidiana –visitar un mercado o asistir a un lugar de culto– (son) potencialmente mortales”.
“Solo existen dos días en el año en que no puedes hacer nada. Uno se llama ayer y otro mañana. Por lo tanto, hoy es el día para amar, crecer, hacer y vivir”, predica el Dalai Lama, Premio Nobel de la Paz 1989
PAZ, SIEMPRE
En mayo de 2019, Daisaku Ikeda (1928-2023), filósofo budista, educador, constructor de la paz, escritor y poeta, ante la Asamblea General de la ONU –invitado por António Guterres, secretario general de esa organización multilateral– propuso la prohibición de las armas autónomas letales (SAAL, por su sigla en inglés). “Existe en la comunidad internacional la creciente inquietud de que los SAAL transformen radicalmente el entorno de la seguridad global”, dijo Ikeda aquel día. Aseguró después, sin que nadie lo desmintiera o contradijera, que “una de las amenazas que representan estos sistemas (de armas) es la posibilidad de iniciar combates sin intervención humana directa”. Aleccionó luego que ello “reduce el umbral de las acciones militares y genera situaciones potenciales que podrían violar gravemente el derecho internacional humanitario”. Esperanzado, exhortó “enfáticamente (…) a los Estados que ya han solicitado la prohibición de los SAAL; a países como el Japón, que han declarado su intención de no fabricar tales armas; y a las oenegés participantes en la Campaña para Detener a los Robots Asesinos, a unirse y trabajar juntas por la pronta aprobación de un instrumento jurídico vinculante que prohíba por completo el desarrollo y el uso de estos sistemas”. Miles lo escuchamos, aplaudimos y vitoreamos. Pensamos como él, sentimos como él. Decimos enérgicamente no a drones y robots asesinos. Deseamos la paz. Sabemos que se puede y se debe. ¿Cuándo? Siempre. Alguna vez, el Dalai Lama lo dijo claramente. “Solo existen dos días en el año en que no puedes hacer nada. Uno se llama ayer y otro mañana. Por lo tanto, hoy es el día ideal para amar, crecer, hacer y vivir”.
El martes último, en la sede del Cuerpo de Policía Montada, Milei presentó el Departamento Federal de Investigaciones (DFI) de la Policía Federal. Foto: Gentileza
Argentina: autorizan a civiles tenencia de armas semiautomáticas y de asalto
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Buenos Aires, Argentina. AFP.
El gobierno argentino autorizó a civiles la compra de armas semiautomáticas y de asalto, según un decreto publicado este miércoles en el boletín oficial. La decisión del gobierno del ultraliberal Javier Milei autoriza a “legítimos usuarios” la compra y tenencia de “armas semiautomáticas, alimentadas con cargadores de quita y pon símil fusiles, carabinas o subametralladoras de asalto derivadas de armas de uso militar de calibre superior al 22”, de acuerdo al decreto publicado en el boletín oficial.
La disposición deroga una prohibición al respecto que regía desde 1995, cuando se restringió al ámbito militar la compra y uso de ese tipo de armamento. El decreto lleva la firma del presidente Milei, del jefe de ministros, Guillermo Francos, y de la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich.
Es la última de una serie de medidas que flexibilizan la tenencia de armas en Argentina, donde según datos oficiales citados por el Centro de Estudios Legales y Sociales “en el año 2022 uno de cada dos homicidios dolosos (...) fue producido con un arma de fuego”. En mayo se simplificó por decreto el otorgamiento de permisos con la llamada “tenencia express”, un trámite destinado a “facilitar y agilizar la obtención de armas de fuego”, según había anunciado el gobierno.
El trámite pasó a ser exclusivamente en formato digital a través de la plataforma de la Agencia Nacional de Materiales Controlados (Anmac), tanto para civiles como para miembros de las Fuerzas Armadas, de seguridad o policías que compren armamento en armerías comerciales. Los civiles deben probar “usos deportivos”. A finales de 2024, otro decreto de Milei bajó la edad mínima de portación legítima de armas de fuego de 21 años a 18.
“A los 16 años tienen derecho a votar. A los 18 pueden ir a la guerra, formar una familia o ser miembros de una fuerza de seguridad. Y, aunque parezca increíble, a cualquier edad pueden elegir un cambio de sexo que los marcará de por vida. Entonces, ¿por qué a los 18 años no podrían ser legítimos usuarios o portadores de un arma?”, se había preguntado entonces la ministra Bullrich.
La ministra es una defensora de la libre portación de armas, en tanto el presidente Milei, aunque se manifestó a favor cuando era diputado antes de llegar a la presidencia, luego dijo que una reforma en ese sentido no formaba parte de su plataforma. En Argentina, con 45 millones de habitantes, cerca de un millón -la mayoría hombres- tienen credenciales de usuario de armas de fuego, aunque más del 65 % están vencidas, según una investigación de Chequeado en mayo en base a pedidos de acceso a la información.
Pedro Almodóvar, el cineasta español más reconocido a nivel internacional, comenzó a rodar su nuevo largometraje “Amarga Navidad”, su vuelta al español tras su film en inglés “La habitación de al lado”, anunció este lunes su productora El Deseo. El vigesimocuarto largometraje del realizador manchego de 75 años se filmará entre Madrid y la isla de Lanzarote, en el archipiélago atlántico de Canarias, y su estreno en cines será en 2026, indicó la productora de los hermanos Agustín y Pedro Almodóvar en una nota de prensa.
El reparto contará con el actor argentino Leonardo Sbaraglia y los españoles Bárbara Lennie, Aitana Sánchez-Gijón, Victoria Luengo, Patrick Criado, Milena Smit y Quim Gutiérrez. Sbaraglia, Lennie, Luengo, Sánchez-Gijón y Smit ya participaron en películas anteriores del oscarizado director, quien suele repetir intérpretes en sus obras.
“Amarga Navidad” contará dos historias paralelas, la de Elsa, una directora de publicidad quien emprende un viaje sanador a Lanzarote junto a una amiga tras la muerte de su madre, y la del director de cine Raúl Durán, que entremezcla “ficción y realidad”, indicó la nota de prensa.
El film “desarrolla cómo la vida y la ficción están unidas de un modo indisoluble, incluso doloroso en ocasiones”, agregó. Almodóvar vuelve al español tras su debut en inglés “La habitación de al lado” (2024), una película sobre la amistad y la muerte protagonizada por Tilda Swinton y Julianne Moore que ganó el León de Oro a la mejor película en Venecia y tres Premios Goya del cine español.
En sorpresiva requisa, incautan armas de fuego y proyectiles en el Cereso de Itapúa
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Este lunes se realizó una requisa en el Pabellón A Alta, del Centro de Rehabilitación Social (Cereso) del departamento de Itapúa, en la que los intervinientes lograron incautar armas de fuego, proyectiles y celulares. La intervención fue realizada por personal del establecimiento penitenciario con el acompañamiento del director, Javier Rodas, y fue comunicado a la Policía Nacional.
Según el reporte policial, la intervención se realizó pasado el mediodía en el centro de rehabilitación ubicado en barrio San Jorge, en el distrito de Cambyretá, donde lograron incautar varios elementos, entre ellos dos armas de fuego y proyectiles, todos sin percutir.
La Dirección de Policía del Departamento de Itapúa realizó el relevamiento de datos, trabajos de campo y retiro de los elementos incautados para su análisis. También fue informado el agente fiscal de turno, Francisco Martínez, quien dispuso la individualización y declaración indagatoria de los reclusos en cuyo poder encontraron las armas.
En la requisa encontraron un arma de fuego, tipo revólver, calibre 38 mm; un arma de fuego, tipo pistola calibre 22 mm, marca Mahely. Además, 28 cartuchos sin percutir de ambos calibres, un celular de la marca Samsung en poder del recluso Pascual Benítez Miranda alias el “Sicario”.
Así también, otro aparato celular, marca Samsung de color negro en poder de la personas privada de su libertad identificada como Ronald Javier Núñez. Las evidencias se encuentran actualmente bajo cadena de custodia en sede de la Comisaría n.º 115 del Barrio Arroyo Porã de Cambyretá.
La incautación fue realizada por los agentes penitenciarios. Foto: Gentileza