Hoy se presenta el musical “Es tiempo de cantar” del grupo Pilcomayo Porãite
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Hoy a las 19:45, con el musical “Es tiempo de cantar” de Pilcomayo Porãite inicia el Ciclo de Verano del Teatro Municipal de Asunción “Ignacio A. Pane”. En esta ocasión, el grupo artístico estará presentando temas que recorren diversos estilos musicales, como canciones folclóricas paraguayas, latinas y pop, sumándole también una canción de autoría propia que le da nombre al proyecto.
Al ser una agrupación nueva, este es un desafío bastante importante ya que es la primera presentación en vivo, nada más y nada menos que en uno de los escenarios más importantes y representativos del país con tres fechas, y con dobles funciones.
El lunes 22 y miércoles 24 de febrero, y el lunes 8 de marzo en dos horarios; primera función a las 19:45 y segunda función a las 21:30. Las entradas son limitadas y ya están a la venta a través de Ticketea (https://www.ticketea.com.py/evento.php?evento=1394) y tienen un costo de G. 100.000.
Pilcomayo Porãite es una iniciativa de Blás “Coco” Cristaldo Sosa, quien es el productor ejecutivo del proyecto musical, y a su vez está a cargo de dirigir y fiscalizar las obras que permitieron la recuperación histórica de las aguas del río Pilcomayo, las cuales siguen corriendo de manera ininterrumpida hace ya casi 500 días y se denomina “Pilcomayo Porãite”.
La idea original surge un poco de manera anecdótica, ya que un año atrás, luego de realizar una expedición de 5 días por el río Pilcomayo, la cual fue documentada en video, que se encuentra en la etapa de edición final, Coco Cristaldo se percata que no había una música paraguaya que le cantase al río Pilcomayo.
Cuenta que había encontrado composiciones de otros países, o canciones nacionales, pero con un tinte más de guerra y eso era algo que no le convencía, en ese entonces se conoce con los hermanos Cheaib: Guido (música) y Elsa (letra), quienes junto a la voz de Marcos Brizuela le dan vida a la canción “Pilcomayo Porãite”, melodía que se convierte en el himno de este proyecto y en el corazón de este grupo y que forma parte del repertorio que se estará presentando en esta oportunidad.
“Me considero un conocedor, consumidor y amante de la música, me pareció una buena forma de homenajear a esta hermosa fuente de vida, dar a conocer de una manera diferente el trabajo que estamos realizando en el Chaco con el río, y a su vez dar una mano a nuestros artistas que están pasando por un momento muy duro, además que luego de mucho buscar, no pude encontrar una canción de autoría nacional que le cante al Pilcomayo”, expresó Blas Cristaldo Sosa.
El grupo está conformado por aproximadamente 30 músicos renombrados de diferentes estilos, trayectorias y edades, lo que genera una fusión muy interesante; figuras de renombre como Marcos Brizuela, Guido, Elsa, Iván y Mara Cheaib, Rigoberto Arévalos, Neny Ruíz Díaz, Tito Martínez, Francisco Pavón, Mabel López, Raúl Aguayo.
La lista continúa con Rito y Gustavo Pedersen, Enrique Ferreira, Heraldo Vargas, Jorge Landó, Mabel López, Marcial Villamayor, Mauricio López, Néstor Báez, Salvador García, Arnaldo Velázquez Penayo, Wilson Otto Alvarez, Daniel Pavetti, Shirley Falcón Martínez, Oscar Ortellado Sarabi, Víctor Cáceres Martínez y Álvaro Rodríguez Licitra, Ramón González, entre otros.
Un encuentro íntimo entre el alma del artista y el espectador
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Paulo César López
paulo.lopez@nacionmedia.com
Fotos: Néstor Soto
El pasado viernes 5 de setiembre el artista plástico cubista Miguel F. Fernández inauguró su exposición “Mi primera vez”, en la que presentó obras en las que predomina el estilo vanguardista creado por Pablo Picasso y Georges Braque, aunque también otras con matices expresionistas y abstractos. La muestra permanecerá abierta durante las próximas tres semanas en Más Decor - Galería de Arte (Malutín 610, Villa Morra). Además de retratos no figurativos, hay otros lienzos en los que se puede apreciar un diálogo entre personajes. En este intercambio con La Nación/Nación Media, Fernández adelanta lo que será su primera muestra artística de envergadura y reflexiona sobre el sentido del arte en nuestros días.
Las vanguardias europeas irrumpieron en las primeras décadas del siglo pasado trastocando para siempre el sentido del arte. Lo figurativo y la perfección formal dejaron de ser las máximas aspiraciones abriendo un mundo de relaciones no directas entre el objeto y la representación. Así, la fragmentación y la distorsión pasaron a suplir los contornos definidos de las técnicas realistas.
Estos movimientos tuvieron una intensa actividad especialmente a través de grandilocuentes manifiestos en los que declaraban una ruptura con la tradición. Sin embargo, visto en perspectiva, cabría afirmar que estas corrientes no rompieron con ella, sino que pasaron a enriquecerla.
Más de un siglo después, estas pinturas forman parte del acervo pictórico de la humanidad y ocupan grandes espacios en los museos más prestigiosos del mundo con cotizaciones en millones de dólares. Es decir, han resignado forzosamente su voluntad de marginalidad y pasaron a integrar la esfera canónica.
No obstante ello, no han perdido su carácter contestatario, ya que aún encarnan ideales de emancipación y siguen denunciando flagelos como la guerra, el hambre y otras formas del dolor humano.
REMINISCENCIAS
Al observar la creación de Miguel F. Fernández, las reminiscencias a las obras de Pablo Piccaso y Vincent Van Gogh son inmediatas, así como el carácter deconstructivo de mitos fundacionales de la cultura occidental. En este diálogo con el estilo de otros artistas, Fernández bebe de sus influencias, pero aportando a su vez una mirada propia sobre episodios bíblicos y figuras de la literatura universal como el Quijote de la Mancha, reinterpretando estos símbolos muy arraigados en nuestra cultura.
“En el Quijote no veo un loco, sino un soñador que se resiste al pragmatismo del mundo. En los episodios bíblicos busco la dimensión humana como el pecado, dudas, los miedos, las decisiones. No es religión, es humanidad. El arte cuestiona, revela lo que la historia oficial no dice. En mi caso, la fragmentación invita al espectador a recomponer su propia versión de los hechos”, comenta.
“El pecado”. Reflexión sobre la naturaleza humana, presentada en un formato convencional de imágenes del hombre y la mujer, símbolos que invitan a la interpretación personal
Sobre las posibilidades de expresión que encontró en el cubismo, señaló que este le permite desarmar la realidad y reconstruirla desde múltiples perspectivas: “Es mi manera de mostrar que no hay una sola verdad, sino fragmentos que se entrelazan. Para mí la fragmentación y superposición de formas refleja la idea de que la vida es compleja, hecha de capas y contradicciones. Ninguno de nosotros es lineal y mis obras intentan reflejar esa condición”.
PRIMER ENCUENTRO
Con relación al nombre de la muestra, “Mi primera vez”, explica que “simboliza no solo mi primera gran exposición, sino también el primer encuentro del público con mi obra. Alude tanto a mi debut expositivo como al primer contacto del espectador con mi propuesta. Quiero que cada visitante lo viva como una experiencia única. Por eso, me interesa que quienes la visiten vuelvan más de una vez, porque cada cuadro guarda lecturas distintas”.
Consultado sobre qué opina del prejuicio hacia el arte producido en masa, responde que para él se trata de “elitismo innecesario. Ya lo dijo otro gran ídolo e innovador, Andy Warhol, que popularizó su arte en serigrafía. El arte no pierde valor por difundirse en distintos soportes; al contrario, llega a más corazones y multiplica su alcance”.
En lo tocante a la técnica en la que se siente más cómodo, indica que el acrílico sobre lienzo le da dinamismo, aunque también recurre al óleo y a técnicas mixtas cuando la obra así lo exige. En su carácter de comunicador, habiendo ejercido el oficio durante más de 40 años, Fernández asevera que en todo este tiempo aprendió que todo mensaje requiere un receptor, por lo que sus cuadros también buscan eso: “Abrir un diálogo, despertar preguntas y generar reflexión”.
MERCADO DEL ARTE
Apelando grosso modo a la teoría del sociólogo francés Pierre Bourdieu, la adquisición de obras de arte guarda relación con una búsqueda de distinción social y de acumulación de capital cultural. En nuestro caso, ante la falta o escasez de una burguesía ilustrada, el mercado del arte es por definición pequeño, por lo que la mayoría de nuestros pintores no lo pueden ser a tiempo completo, debiendo alternar esta vocación con otras actividades que cubran las necesidades materiales de la existencia. “Nuestro mercado es pequeño y en desarrollo, pero cuenta con gran potencial y con talento de sobra a pesar de la falta de apoyo institucional y la escasez de espacios de exhibición”, define Fernández. Teniendo en cuenta esta necesidad, el día de la inauguración de la exposición y durante las próximas tres semanas, las obras podrán ser adquiridas en la ya mencionada galería a precios que oscilan entre los 500 y 1.000 dólares, dependiendo del formato y la técnica.
“Amigos de Picasso”, una celebración de la influencia de Picasso en el arte contemporáneo, utilizando formas geométricas y carbonilla para crear fondos oscuros que agregan profundidad
RECEPCIÓN Y CONSUMO
Muchas veces los trabajos sobre arte se centran excesivamente en la producción y características inmanentes de las obras, pero muy poco en su recepción. Es decir, en cómo son consumidas e interpretadas por el público; cómo se convierten en hechos sociales, además de puramente artísticos.
Una vez hechas, por qué el espectador o el marchante deciden comprar una pintura y otorgarle un lugar privilegiado en sus hogares y galerías, además de qué es lo que supone este hecho socialmente. “Adquirir arte es también llevarse un fragmento de la mirada del artista. Cada uno adquiere una obra porque encuentra un espejo en ella. No es solo una adquisición material: es un encuentro íntimo entre el alma del artista y la del espectador”, asevera.
A más de los cuadros en formato tradicional, también habrá reproducciones más económicas de láminas en canvas, porcelanas y otros objetos de uso cotidiano para que todo el público pueda llevarse consigo un pedazo de arte y que la experiencia perdure a través de un recuerdo. En este sentido, el artista se declara un convencido de la democratización del arte, pues aunque el original tiene un valor único, las reproducciones permiten que más personas se acerquen y se lleven algo consigo.
“Mujeres de máscaras”. Un homenaje a la multidimensionalidad de la identidad femenina, combinando color y textura para evocar emociones profundas
TECNOLOGÍA DISRUPTIVA
Los artistas y los creadores de productos culturales se han pronunciado mayoritariamente en contra del uso de la inteligencia artificial en sus respectivos campos, alertando sobre los peligros en materia de derecho de autor y mercado de trabajo.
En cambio, el alarmismo ha cedido lugar a un irremediable pragmatismo, pues prescindir de estas tecnologías sería condenarse al ostracismo.
Por ello, la muestra incluye códigos QR pegados a un lado de los cuadros a través de los cuales se podrá contemplar la misma pintura, pero animada en inteligencia artificial, una nueva forma de ver y vivir la obra de arte.
Por último, en cuanto a qué le diría a un potencial público no especializado que quiere pero no se atreve a acudir a los centros de exposición, concluyó señalando que “invito a la gente a acercarse al arte sin miedo. No hace falta entenderlo todo: basta con sentirlo y dejarse interpelar. El arte es presencia, es diálogo y es memoria”.
TEMPRANA FASCINACIÓN
Sobre sus inicios en el mundo del arte, Fernández relata que “desde niño sentí fascinación por los colores y las formas. Empecé dibujando en cuadernos escolares y copiando escenas cotidianas.
A los 17 años descubrí a Van Gogh y Picasso en exposiciones en Copenhague y Suecia.
Miguel F. Fernández, pintor paraguayo
Estos pintores marcaron mi rumbo. Van Gogh, por la intensidad emocional, Picasso por la libertad formal y Andy Warhol por su compromiso en popularizar el arte. Mi formación fue en gran parte autodidacta, pero siempre en diálogo con otros artistas. Hoy mi trabajo es la síntesis de esa curiosidad inicial y de una búsqueda constante por expresar mi visión del mundo”.
Además de artista plástico, Fernández es actor y comunicador con más de 45 años de experiencia en medios de comunicación. Ha explorado diversas técnicas y formatos a lo largo de su carrera en la que fue atravesando diferentes etapas. Actualmente incorpora nuevas tecnologías y perspectivas que enriquecen y popularizan sus creaciones.
El arte del ñandutí: un puente cultural entre Paraguay y Japón
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El jueves 4 de septiembre se llevó a cabo el lanzamiento oficial de un libro único que rinde homenaje al ñandutí, una de las expresiones más representativas del arte y la cultura paraguaya. El evento fue realizado en el salón auditorio del edificio corporativo del Grupo Toyotoshi.
La obra, primera en su tipo de carácter didáctico, no solo documenta y enseña la técnica ancestral del ñandutí de manera accesible, sino que también expone su valor como símbolo de unión cultural entre Paraguay y Japón. A través de sus páginas, artesanos y artistas de ambos países encuentran un espacio de transmisión, aprendizaje e innovación que permite mantener viva esta tradición y proyectarla hacia el futuro.
Este proyecto fue posible gracias a la dedicación de su autora, Mie Elena Iwatani, quien desde Japón trabajó incansablemente para dar a conocer y fortalecer el aprecio por el ñandutí. Su visión trascendió fronteras, inspirando a nuevas generaciones y consolidando más de 105 años de intercambio cultural entre ambos países.
El proyecto fue posible gracias a su autora, Mie Elena Iwatani, quien desde Japón trabajó para dar a conocer y fortalecer el aprecio por el ñandutí. Foto: Matías Amarilla
La edición se realizó gracias a la colaboración del Grupo Toyotoshi, que hizo posible la donación de 500 ejemplares impresos, reafirmando su compromiso con el arte, la cultura y la identidad paraguaya.
El evento contó con invitados especiales y la presencia del Sr. Mario Toyotoshi, embajador de la República del Paraguay en Japón; Andrea Vázquez, presidenta del Instituto Paraguayo de Artesanía (IPA) y otras autoridades que acompañaron este importante lanzamiento.
“Con esta publicación, el ñandutí se proyecta como mucho más que un encaje: es una obra de arte, un legado de belleza, inspiración y unión entre naciones”, resaltaron.
Marcos Benítez, en la Feria Arteba de Buenos Aires
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El artista visual paraguayo Marcos Benítez participó por primera vez de la prestigiosa Feria Arteba, celebrada en el Centro Costa Salguero de Buenos Aires, Argentina. Lo hizo como parte de la Galería Herlitzka junto a renombrados artistas como Marta Minujin, que trabaja el arte pop con performances e instalaciones que se ganaron renombre mundial por su estilo único.
La curadora Andrea Marcia Benegas y la gestora cultural paraguaya Christy Russo
La feria de arte más importante de Latinoamérica presentó una cuidada selección de 66 galerías que exhibieron obras de más de 400 artistas de Argentina y del mundo, en un recorrido de 11.000 m² donde convergen las producciones más relevantes del arte moderno y contemporáneo.
En este contexto, Marcos Benítez presentó sus textiles “AO / Proyecto Herbolario 2021”. Se trata de impresión vegetal sobre textil paraguayo aopo’i, donde el artista deja huella de la flora autóctona conectando con la memoria ancestral de su tierra.
Mauro Herlitzka, Marcos Benítez y Henrique Faría
La colección está conformada por piezas realizadas en tejidos de fibra y pigmentos naturales, creando paños donde aborda temas como deforestación, territorio y productividad de forma más puntual, según explicó el artista que tiene más de 30 años de trayectoria, y cuya impronta se sitúa en el cruce entre las tradiciones del arte moderno paraguayo y las expresiones populares contemporáneas.
Las obras de Benítez se exhibieron por primera vez en la feria de arte más importante de Latinoamérica
En Matices Art Gallery (Cruz del Defensor 241, Villa Morra) está abierta la recientemente inaugurada exposición del artista plástico paraguayo Sebastián Boesmi. La muestra, denominada “Orden en el caos”, se compone de escultura, pintura y videoarte, destacándose como estrella de la exhibición la escultura Piano Bull de 117 cm de alto por 130 cm de largo y 80 cm de ancho que llegó especialmente desde Madrid (España), ciudad donde reside el artista.
“Se trata de una pieza única, de bioplástico y cerámica, recubierta con fibra de vidrio, pintada y lacada a mano, con lo cual se logra que tenga brillo y un efecto espejado”, explicó Boesmi.
La muestra estará abierta hasta el sábado 20 de setiembre con una invitación especial para personas con discapacidad visual quienes, a través de códigos Navi Lens, podrán acceder al texto curatorial y comentarios para entender y explorar las obras. Boesmi decidió hacer que esta muestra sea inclusiva, inspirado en una persona con discapacidad visual que visitó su última muestra en Paraguay, cuyo acompañante le explicaba cada pieza con palabras, Por otro lado, siguiendo con su proyecto de talleres experimentales el artista dará talleres sin costo para estudiantes de arte y personas con un proyecto en artes plásticas.