Guatemala, Chile y México se mantienen en carrera para los Óscar
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La película guatemalteca “La llorona”, la mexicana “Ya no estoy aquí” y la chilena “El agente topo” superaron otro obstáculo en su carrera a los Óscar al quedar preseleccionadas a la categoría de mejor película internacional.
La Academia de Cine de Estados Unidos anunció este martes 15 filmes preseleccionados para disputar la categoría, de los que finalmente solo sobrevivirán cinco, que se conocerán el 15 de marzo. Ese día se publicará la lista completa de nominados.
“La llorona” es una reinterpretación moderna de la temible criatura del folclore latinoamericano en el contexto de la masacre de indígenas maya por parte de los militares. De quedar nominada, sería la primera vez para una producción guatemalteca.
La ópera prima del realizador Jayro Bustamante aspira este año a los Globos de Oro como mejor película extranjera y al Goya español como mejor filme latinoamericano. México, que en los últimos años se ha alzado con el Óscar en las categorías principales, podría llegar a la ceremonia de esta edición con “Ya no estoy aquí”, el segundo largometraje de Fernando Frías de la Parra.
La cinta muestra el universo de Ulises, un joven pandillero de Monterrey amante de la llamada “cumbia rebajada”, un subgénero musical en torno al cual construye su identidad. También está nominada a los Goya.
Por su parte “El agente topo”, la cinta de la directora chilena Maite Alberdi, podría aspirar al Óscar en dos categorías: mejor película internacional y mejor documental. El largometraje cuenta la historia de Sergio, un antiguo espía que a sus 83 años es contratado para infiltrarse en una residencia de mayores por una mujer preocupada por el trato que recibe allí su madre.
El año pasado, el Óscar a la “mejor película extranjera” fue para Corea del Sur con “Parásitos”, que dio la sorpresa de la noche al ganar también el máximo premio, el de mejor película, un doblete histórico. El país está ausente esta vez de la preselección, pero el sudeste asiático está representado por Taiwán (“A Sun”) y Hong Kong (“Better Days”).
Las tres cintas latinoamericanas competirán además con la francesa “Deux”, del director italiano Filippo Meneghetti, y la danesa “Another Round”, que cuenta con la participación estelar de Mads Mikkelsen, el enemigo de James Bond en “Casino Royale” (2006).
También se suman a la lista de preseleccionadas películas de Costa de Marfil, Rumanía, Túnez, Bosnia-Herzegovina, República Checa, Irán, Noruega y Rusia. La ceremonia de entrega de los Óscar, que cierra la temporada de premios de Hollywood, fue postergada este año hasta el 25 de abril debido a la pandemia.
Fabrizio Daniel Peralta Fretes, estudiante de tecnologías digitales en el Colegio Estado de Israel en Asunción, Paraguay, se encuentra entre los 50 finalistas que podrían verse beneficiados con el premio de 100.000 dólares. Foto: Gentileza
Joven de la Chacarita se distingue a nivel internacional
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Seleccionado entre casi 11.000 nominaciones y postulaciones de 148 países, hoy Fabrizio Daniel Peralta Fretes, estudiante de tecnologías digitales en el Colegio Estado de Israel en Asunción, Paraguay, se encuentra entre los 50 finalistas que podrían verse beneficiados con el premio de 100.000 dólares del programa Global Student Prize 2025.
La organización Chegg se asoció con la Fundación Varkey para lanzar en 2021 este premio hermano del Global Teacher Prize, nominado como Global Student Prize 2025, un premio anual de 100.000 dólares que se otorga a un estudiante excepcional que haya tenido un impacto significativo en el aprendizaje, la vida de sus compañeros y en la sociedad en general.
En su quinto año consecutivo, este premio se ha convertido en una plataforma poderosa para reconocer a estudiantes destacados que están transformando el mundo para mejor, abriéndoles también un abanico de oportunidades a partir de su participación.
Fabrizio Daniel Peralta Fretes, oriundo de la Chacarita, se ha destacado por ejercer como un líder estudiantil y joven innovador, características que demostró desde muy pequeño, ya que solo con cuatro años se convirtió en el primer estudiante becado del Colegio Estado de Israel, una de las escuelas más prestigiosas del país.
Este joven estudiante se ha destacado por mantener un promedio académico perfecto y en 2024 recibió la distinción académica de la bandera nacional, que lo reconoce como el mejor estudiante de su promoción. Además, fue finalista tres veces en la Olimpíada Nacional de Matemáticas (Omapa), cofundador del equipo de robótica y subcampeón en una competencia nacional, además de ubicarse entre los cuatro mejores en un desafío de diseño de cargas útiles, organizado por la Agencia Espacial del Paraguay.
También cofundó el primer club de debate del colegio y habla seis idiomas en distintos niveles, incluidos español, inglés, portugués, guaraní, hebreo y japonés, entendiendo la importancia de conocer y manejar diversos idiomas.
Este joven estudiante se ha destacado por mantener un promedio académico perfecto y en 2024 recibió la distinción académica de la bandera nacional. Foto: Gentileza
Debido a estas condiciones académicas en el 2024, recibió una beca completa para participar en el programa Yale Young Global Scholars en la sesión de Innovaciones en Ciencia y Tecnología, donde se encontró con estudiantes de todo el mundo, y trabajó en un proyecto integrado de neurociencia con alumnos de China, Honduras y Estados Unidos.
Su dedicación y esfuerzo le han valido también ser beneficiario de varias becas para participar de programas internacionales, entre los que se destaca el Programa de Fondos de Oportunidad del Departamento de Estado de Estados Unidos, que brinda ayuda financiera y asesoramiento a jóvenes paraguayos destacados para postular a universidades de Estados Unidos.
Si bien cuenta con múltiples intereses y responsabilidades, Fabrizio decidió ayudar económicamente a su familia tras la crisis del covid-19, trabajando cuatro horas cada noche en un restaurante, sin dejar de liderar sus proyectos y mantener su excelencia académica.
En el 2024, recibió una beca completa para participar en el programa Yale Young Global Scholars en la sesión de Innovaciones en Ciencia y Tecnología. Foto: Gentileza
“Actualmente me encuentro con muchas expectativas positivas, en general muy optimista, ya que al estar representando a mi país, Paraguay, en algo importante, he de decir que siento que muchos otros jóvenes y familias paraguayas me van a apoyar bastante”, indicó Fabrizio en conversación con La Nación/Nación Media.
Él mismo explicó que el procedimiento para que le sea otorgado continúa con una lista de 10 finalistas, la cual se anuncia en agosto, pero que espera ese momento con mucho entusiasmo, ya que espera llegar a la meta con el apoyo y esfuerzo que existe de por medio.
Líder positivo
A partir de su propia experiencia con el estrés y la ansiedad, Fabrizio fundó SPORTESAI, una organización sin fines de lucro que promueve la salud mental en el deporte y la vida diaria. Sus talleres ya han llegado a más de 300 jóvenes paraguayos, ofreciendo herramientas para la resiliencia y el bienestar emocional.
A través de KESHER, la sociedad de voluntariado de su escuela, lideró campañas en redes sociales, programas de tutoría académica y acciones de voluntariado cívico durante los últimos tres años, además de formar parte de la comisión directiva del Club Interact, en donde contribuye a proyectos de servicio liderados por jóvenes en todo el país.
El sueño del joven Fabrizio es estudiar ingeniería eléctrica en Estados Unidos y luego regresar a Paraguay para mejorar la infraestructura nacional y ampliar las oportunidades para jóvenes en comunidades vulnerables, convirtiéndose en un ejemplo de superación y dedicación para sus iguales.
En esta oportunidad, remarcó también su agradecimiento hacia su familia y su comunidad, ya que son su pilar fundamental para conseguir sus objetivos y seguir luchando por su excelencia, al igual que a su casa de estudios, el Colegio Estado de Israel.
“Además, quisiera agradecer a todas las personas que hicieron posible y accesible una educación para mí, ya que, en mi opinión, esa es una de las razones más importantes por las cuales yo puedo hoy decir que soy parte de los 50 mejores. En Paraguay hay mucho talento; es la falta de oportunidades y acceso a estas herramientas la que no deja que ese talento fluya”, finalizó Fabrizio.
No se debe premiar por buenas calificaciones, pero sí elogiar el esfuerzo, afirma psicóloga
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Esta semana, en todas las instituciones educativas del país estuvieron entregando las libretas de calificaciones, muchos chicos brillaron con sus notas perfectas y otros resaltaron por el esfuerzo de poder aprobar las materias. Profesionales afirman que no se debe premiar la buenas notas, pero no está por demás elogiar el esfuerzo.
Los estados de las redes sociales se coparon de fotos de los boletines de calificaciones, padres y madres compartieron sin dudar la excelencia de sus hijos, pero surgió la interrogante ¿Debería premiar la perfección en las notas?
Para la psicóloga Priscila Zacarías Sarubbi, es muy importante tener en cuenta que todos los chicos tienen diferentes formas de aprender y que cada uno es único. Ahora, con las entregas de calificaciones es muy importante validar lo que sienten los padres sin desmeritar el esfuerzo.
“Si hay algo que presumir seria mas bien las ganas, esmero y tenacidad de los chicos por seguir avanzando. Acompañando amorosamente el proceso, mostrando real interés en la manera que nuestros niños y niñas aprenden. Elogiando sus esfuerzo y logros”, resaltó en entrevista con La Nación/Nación Media.
La profesional aseguró que se debe resaltar que existe una necesidad de validación por parte de los padres que comparten las las notas de sus hijos, pero que no es motivo para desmeritar el esfuerzo que hizo ese niño excelente.
“Acá lo importante a resaltar es la necesidad de validación que sienten los padres que presumen las notas de sus hijos, sin desmeritar el esfuerzo y la dedicación de los alumnos y su calificación. Pero para los padres con un chico que tiene dificultades de aprendizaje una nota que no sea precisamente un 5 se siente como si lo fuera”, aclaró.
Se deben evitar las comparaciones. Foto: Jorge Jara
Un esfuerzo en equipo
Zacarias resaltó que cada calificación es fruto de un tremendo sacrificio de todo un equipo, ya sea mamá, papá y docentes. “Muchas veces puede un 3 tener sabor a un 5. Y no me malinterpreten no es fomentar bajas notas, sino persistir por mejorar paso a paso”.
Agregó que todos los chicos tienen diferentes maneras de aprender y cada uno es único en la forma de estudiar y esto lo respalda la teoría de las inteligencias múltiples de Howard Gardner. “Solo uno y la familia sabe lo que vive día a día en el colegio y la casa”, refirió.
Priscila destacó que comparar las calificaciones afecta a los chicos en el autoestima e influye en cómo los alumnos pueden percibir su rendimiento, diciendo: “si saco un 5 soy el mejor”. Por otro lado, una etiqueta para el estudiante que no saca una nota excelente generando ansiedad escolar y sentimientos de inferioridad.
“Las notas no definen quienes somos. Lo importantes es aprender y llevarlo a la práctica. Tener en cuenta que esto también refuerza dos lados un autoestima basada en sacar excelentes notas y estudiar no por un interés genuino sino por recibir aprobación”, aclaró. .
Se debe acompañar a los chicos. Foto: Jorge Jara
Evitar reacciones impulsivas
“El impacto de los padres en la vida de sus hijos es altamente significativa”, dijo la profesional y aclaró que el aprendizaje también involucra el área emocional, por lo que es importante hacer un trabajo colaborativo entre la casa y la escuela para ayudar al estudiante.
“Por ello deben evitar reacciones impulsivas, generando un entorno seguro de amor y empatía. Hablando con los chicos para conocer en donde se encuentran las áreas a trabajar y reforzar. Buscando soluciones y estrategias para lograr los objetivos en la siguiente etapa”, manifestó.
Para reforzar la seguridad de los chicos se debe acompañar amorosamente el proceso, mostrando real interés en la manera que los niños y niñas aprenden, elogiando sus esfuerzo y logros. “Como padres debemos fijarnos metas realistas y perseverar en lograrlas. Creyendo siempre que con dedicación y esmero lo puedes hacer posible”, concluyó.
El compositor argentino Lalo Schifrin al recibir el Óscar honorífico en el Dolby Theater del Hollywood, el 18 de noviembre de 2018. Foto: Robyn Beck/AFP
Falleció Lalo Schifrin, autor del tema “Misión Imposible”
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París, Francia. AFP.
De “Misión Imposible” a “Bullit”, el pianista y director de orquesta Lalo Schifrin, fallecido ayer jueves a los 93 años, compuso la música de varias películas y series de televisión de culto. El músico argentino, nacionalizado estadounidense en 1969, fue el discretísimo autor de más de un centenar de partituras heterogéneas en una época en que las bandas sonoras se consideraban obras por sí solas.
Dejó una huella indeleble en el cine de acción estadounidense de los años 1960 y 1970, y se labró un nombre entre los grandes con seis nominaciones a los Premios de la Academia, y otras 19 a los Grammy, que honran lo mejor de la música. El artista fue laureado con un Óscar honorífico en 2018 por su trayectoria y conquistó cuatro premios Grammy en sus varias décadas de carrera.
Entre sus joyas figuran la música minimalista de la famosa persecución con el Mustang de Steve McQueen en “Bullitt”, el sincretismo de “Operación Dragón”, el funk vanguardista de “Harry el sucio” y la mezcla de jazz, folk y música sinfónica de “La leyenda del indomable”.
“La misión de un compositor es encontrar el sonido de una película y construir una partitura en torno a él”, declaró a la revista Les Inrockuptibles en 2001. En su opinión, componer para el cine era como trabajar en contrapunto, donde la música añade un matiz que el cineasta no filmó.
Boris Claudio Schifrin nació el 21 de junio de 1932 en Buenos Aires en el seno de una familia de emigrantes judíos procedentes de Rusia.
Animado por su padre, primer violinista de la Orquesta Sinfónica de Buenos Aires, aprendió a tocar el piano desde muy joven.
Gran conocedor de la música clásica, se apasionó por el jazz con Thelonious Monk y Charlie Parker.
Después descubrió el cine estadounidense con George Gershwin, cuya “Rhapsody in Blue” escuchó a los 14 años.
En 1953 obtuvo una beca en el Conservatorio Nacional de Música de París. Con Olivier Messiaen, perfeccionó sus conocimientos de la música sinfónica del siglo XX y su gusto por las conexiones entre sonidos e imágenes.
De vuelta a Argentina, se fijó en el trompetista Dizzy Gillespie, para quien escribió los arreglos de “Gillespiana”.
El realizador francés René Clément lo llamó para trabajar en “Les Félins” (1964), protagonizada por Alain Delon y Jane Fonda.
De lo trágico a lo burlesco, de armonía a disonancia, su partitura equilibraba el jazz, la música sinfónica y la música surf, derivada del rock and roll que surgió en la década de 1960 en California.
Se estableció en Hollywood, donde conoció al productor de televisión Bruce Geller, quien le encargó su partitura más famosa para la serie de televisión “Misión imposible” (1966).
La tonada repetitiva y sincopada, que evoca la urgencia y el suspenso de las películas de espías, es inconfundible.
La melodía principal ganó diversas variaciones, incluyendo las que figuran en los ocho largometrajes protagonizados por Tom Cruise, en la piel del agente Ethan Hunt.
La pieza le valió al compositor dos de sus cuatro premios Grammy.
Era apenas el comienzo para Schifrin, quien desarrolló una prolífica carrera en la industria.
En 1968, completó las bandas sonoras de “El Zorro” y “Bullitt”.
El compositor entró en los hogares de la mano de la televisión, y sus partituras quedaron impresas en toda una generación.
Fue sampleado por artistas de hip-hop y electro como Portishead. Swing, pop, funk, bossa nova: todos estos ritmos integrados en sus partituras han dotado su música de modernidad. “No sé si he merecido la carrera que he tenido”, dijo en una ocasión el músico. “Mi vida no es más que una sucesión de encuentros realizados en el lugar y el momento adecuados”.
Tom Cruise recibirá un Óscar honorífico por sus “imposibles” acrobacias
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Los Ángeles, Estados Unidos. AFP.
La misión finalmente está cumplida: Tom Cruise recibirá un Óscar honorífico, anunció ayer martes la Academia de Hollywood, que premiará el conjunto de la rica carrera del actor y productor, durante la cual nunca ganó la preciada estatuilla. El intérprete de 62 años, que acaba de poner punto final a la saga “Misión Imposible”, es ampliamente considerado como una de las últimas grandes estrellas del cine, capaz de llenar salas solo con su nombre.
Después de la pandemia de covid, este fanático de las acrobacias incluso fue visto como el salvador de Hollywood gracias al éxito de “Top Gun: Maverick”, para la cual volvió a ponerse el traje de piloto de combate. Pero a pesar de cuatro nominaciones a los Óscar - como actor por “Nacido el 4 de julio”, “Jerry Maguire” y “Magnolia”, y como productor por “Top Gun: Maverick” -, hasta ahora nunca había sido galardonado.
“El increíble compromiso de Tom Cruise con nuestra comunidad de cine, con la experiencia en salas y con la comunidad de dobles nos ha inspirado a todos”, destacó la presidenta de la Academia, Janet Yang, en un comunicado.
Cruise recibirá este Óscar honorífico el 16 de noviembre, durante la ceremonia de los Governors Awards, un evento anual que celebra los premios otorgados por la Junta de Gobernadores de la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas (AMPAS). La Academia también anunció otros Óscar honoríficos que se entregarán ese día: a la actriz Debbie Allen, al diseñador de producción Wynn Thomas y a la cantante de música country Dolly Parton, reconocida por su compromiso humanitario.