El canal del Grupo Nación se suma a la fiesta del cine mundial, que este sábado inicia una edición virtual; y el lunes se verá una película japonesa. Foto: Gentileza.
Este sábado se inicia el 29º Festival Internacional de Cine, que tendrá como pantalla privilegiada a GEN del Grupo Nación. El canal digital que ofrecerá una programación selecta de películas paraguayas e internacionales del lunes 7 al viernes 11 de diciembre, cada noche a las 21:00, dentro del ciclo “Modo Avión”.
Para la primera noche del próximo lunes se anuncia el largometraje japonés “Nuestra hermana menor” (Umimachi Diary, 2015) de Hirokazu Kore-eda, ganador de la Palma de Oro del Festival de Cannes 2018. Con este drama también compitió en Cannes, y ganó el Premio del Público en San Sebastián.
En “Nuestra hermana menor”, Sachi, Yoshino y Chika son tres hermanas que viven en Kamakura (Japón), en la casa de su abuela. Un día reciben la noticia de la muerte de su padre, que las abandonó cuando eran pequeñas. En el funeral conocen a la hija que su padre tuvo trece años antes y pronto las cuatro hermanas deciden vivir juntas.
El martes 8 de diciembre, a las 21:00, se verá una selección de cortometrajes, que abrirá el mediometraje “El joven detective” (EEUU; 44 min.), y a continuación “Foley artist” (España; 18 min.); “Los dos cines de Jody Jarsun” (Argentina; 5 min.); “Migrante” (5 min., animación colectiva de América Latina); “Adentro de la tierra” (Hungría, Argentina; videoclip de 4 min.); “Kavi” (India; 19 min.); “Papiroflexia” (EEUU, del paraguayo Joaquin Baldwin; 3 min.); “El súperpoder quedarse en casa” (España; 6 min.); “Momentos” (Argentina; 6 min.); y “Tierra sin mal” (Hungría; videoclip de 4 min.).
“Profesión Cinero”
El miércoles 9 se presentará “Profesión Cinero” (Paraguay, 60 min.), en homenaje al recientemente fallecido Tito Vera Amarilla, protagonista del documental, que narra la época gloriosa del cine de barrio; y a continuación los cortos de la serie producida por la Fundación Cine con Vecinos, Fundación Cinemateca del Paraguay y Dirección de Cultura de la Municipalidad de Asunción, “Hacemos cine en mi barrio: sin rejas y madre coraje” (25:39 min.); y “Regresar” (13:37 min.).
El jueves 10 sigue con la producción documental “Soy paraguayo” (Polonia; 92 min.), con diversas entrevistas por el territorio nacional que buscan entender la identidad del paraguayo. Finalmente, el viernes 11, en horario de 21:00 a 23:00 se disfrutarán de cortometrajes paraguayos estrenados en el festival en los años anteriores.
Se encuentra habilitado el sitio oficial del 29º Festival: www.cinefestpy.org, donde se pondrán encontrar las informaciones más inmediatas del contenido y la programación. El catálogo digital contiene datos más detallados sobre cada película y textos de cultura cinematográfica que serán apreciados por los cinéfilos.
Lema, homenajes e invitado de honor
Totalmente Online será la 29ª edición del mayor acontecimiento cinematográfico de cada año en Paraguay. Se iniciará este sábado 5 y se extenderá hasta el domingo 20 de diciembre con el lema “Memorias, Ilusiones y Fantasías”, dedicado al 125 aniversario del nacimiento del cine, el centenario de Federico Fellini y los 150 años de la Epopeya Nacional, con Japón como invitado de honor.
La programación de películas y de actividades de formación de alto nivel cumplirán con los objetivos principales del Festival nacido en 1990 y siendo uno de los más antiguos del continente: el desarrollo de la cultura cinematográfica, del cine paraguayo, la formación de públicos y profesionales, y servir como puente cultural para el encuentro de naciones.
Adelanto de títulos y acceso
La sección oficial de largometrajes está integrada por 16 distinguidos largometrajes de autores, ficción y documentales con importantes premios internacionales, en carácter de estreno absoluto para el Paraguay.
Se citan como adelanto: “King Kong en Asunción” (Brasil-Paraguay) de Camilo Cavalcante; “Badur Hogar” (Argentina) de Rodrigo Moscoso; “Sólo una mujer” (Alemania) de Sherry Hormann; “Amigos por la vida” (Italia) de Francesco Bruni; ¡”Qué vivas 100 años”! (Argentina-Italia) de Víctor Cruz.
Además, “Pájaros de verano” (Colombia) de Cristina Gallego y Ciro Guerra; “Un tal Eduardo” (Uruguay) de Aldo Garay; “Por Gracia de Dios” (Francia-Bélgica) de François Ozon; “Crimen en el Cairo” (Suecia) de Tarik Saleh; “Luis Buñuel en el laberinto de las tortugas” (España) de Salvador Simó; y “Rey de ladrones” (Gran Bretaña) de James Marsh, entre otros.
La sección celebración del centenario de Federico Fellini trae el reestreno en bella copia restaurada de “La Dolce Vita”, a 60 años de su escandaloso estreno que conmovió el mundo, y varias actividades afines, como la entrevista en vivo al actor Peter Gonzáles Falcón, que interpretó el Fellini adolescente de “Roma – Fellini” en 1972. La sección Japón, país invitado de honor, aportará el estreno del animé “Mary y la flor de la hechicera”, entre otros títulos largometrajes y cortometrajes para toda la familia.
Etickets gratuitos y con costo
Los exquisitos, asombrosos, impactantes y fascinantes cortometrajes nacionales y extranjeros –de formas ficción, animación y documental– serán ofrecidos en programas de larga duración que harán delicia de espectadores jóvenes y mayores.
Todos los programas estarán disponibles en Passline Paraguay, donde se podrán acceder a los etickets gratuitos y con costo. Fiel a sus seguidores, el Festival habilitará también el ETicket Cinéfilo que por un solo monto dará acceso a todos los Programas del Festival.
¡Vamos! GEN celebra 1 millón de seguidores en TikTok
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La cuenta de TikTok de GEN/Nación Media llegó al millón de seguidores este martes. El perfil, que suma más de 47 millones de “me gusta” y que lidera a nivel país con las cápsulas de noticias tituladas “En Un Flash”, llegó a la codiciada cifra de un millón de fanáticos y las reacciones no se hicieron esperar.
“¡1 millón de gracias! Llegamos al millón en TikTok y es gracias a cada uno de ustedes que nos sigue, comenta, comparte y nos banca todos los días. Esto es solo el comienzo, porque vamos por más. ¿Qué te gustaría ver en esta nueva etapa?”, se escribió en el perfil de TikTok de GEN/Nación Media.
El agradecimiento continuó con el escrito: “Esto es gracias a vos, que bancás cada video, cada locura y cada momento con nosotros. Sin ustedes, esto no sería posible. Seguimos creciendo, seguimos rompiéndola y esto recién empieza… ¡Nos vemos en la cima!”. Algunas de las reacciones por este logro fueron: “Se festeja como un gol”, “Felicidades GEN”, y “¡Bravo compañeros! Felicidades a todos”.
A finales del 2017 se emitió por primera vez la señal del joven canal de televisión capitalino, GEN. Desde sus inicios, GEN pisó fuerte con una programación enteramente local, siendo parte de la grilla de todas las cableoperadoras del país y llegando al resto del mundo a través de la transmisión online de su web oficial: gen.com.py.
GEN se caracteriza por ofrecer una programación variada que incluye noticias, deportes y entretenimiento. Algunos de sus programas más conocidos son: “Arriba Hoy”, “Versus”, “Residentas”, “Universo Paralelo” y “Noche de Furia”. Cabe mencionar que posee una radio asociada, llamada Universo 970 AM, que emite en la frecuencia 970 AM.
En esta edición del programa “Expresso”, del canal GEN/Nación Media, Augusto dos Santos recibe al sociólogo Carlos Peris y al filósofo José Manuel Silvero. Foto: Emilio Bazán
Las secuelas que dejó la pandemia en las sociedades
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Fotos: Emilio Bazán
En esta edición del programa “Expresso”, del canal GEN/Nación Media, Augusto dos Santos recibe al sociólogo Carlos Peris y al filósofo José Manuel Silvero para reflexionar sobre los cinco años de la irrupción de la pandemia del coronavirus en el mundo. Además del saldo de muertes y pérdidas económicas, los catedráticos advierten que la emergencia sanitaria generó una ola de desinformación que ha persistido, además de un miedo que ha socavado la confianza y polarizado a las sociedades.
–¿Cómo podrían describir lo que nos pasó como sociedad con la pandemia?
–CP: Ya pasaron cinco años y me parece que podríamos decir que la pandemia nos vino a mostrar las debilidades de nuestra sociedad en el sentido de que muchas veces vemos a nuestras sociedades como un todo armónico, racional, hiperconectado y de repente vino un virus que nadie sabe bien en dónde apareció y nos metió a todos en nuestras casas. Y lo segundo es que vino a acelerar un montón de procesos que ya estaban presentes, pero que con la pandemia se aceleraron como, por ejemplo, las noticias falsas, la sociedad que se divide en dos partes dicotómicas, irreconciliables. Las sociedades están más fanáticas, cada vez se dialoga menos. Eso no es evolucionar hacia tiempos mejores.
–JMS: La pandemia vino a demostrarnos la fragilidad de ciertos sistemas que, en función a ciertos relatos, eran casi indestructibles. Desde el relato podemos decir que todo está bien y luego cuando un hecho como una pandemia te confronta ahí te das cuenta cómo los relatos van cayendo. Y a mí especialmente me interesa reflexionar sobre el impacto que la pandemia pudo haber tenido o tuvo en cierta franja etaria, especialmente en los niños, que tuvieron que quedar confinados y el proceso de socialización, que es fundamental en cierta edad, se interrumpió y todo el sistema escolar a nivel mundial en gran medida tuvo que sostenerse gracias a la solidaridad, entre comillas, de grandes empresas tecnológicas.
Es decir, los Estados no estaban preparados para enfrentar esta pandemia. Estoy hablando de la educación, podemos trasladar luego a los sistemas sanitarios, pero en cuanto a la educación se impusieron ciertos criterios tecnológicos, tuvimos que aprender a convivir con ciertas lógicas que no eran propias de la didáctica y de las teorías que veníamos discutiendo y en un momento dado de la noche a la mañana todo cambió. Evidentemente no hemos podido construir una autonomía digital y en un momento dado nos dimos cuenta de que efectivamente ciertos desarrollos tecnológicos son indispensables.
RUPTURA DEL PACTO SOCIAL
–Esta pandemia ocurrió en un momento de máximo orgullo científico en el mundo médico, en el que prácticamente ya hay pocas enfermedades irreversibles. ¿Hubo una cuestión de frustración que fue muy marcante en este proceso?
–CP: Yo creo que fue volver a la realidad. Es cierto que ya había ciertos aires de la posverdad y quizá se pensó que se podía controlar y que iban a volver los discursos racionales, que otra vez iban a volver ciertas perspectivas de confianza en la ciencia. Después vino la pandemia y cuando se impone el discurso sanitario los propios médicos te decían “nosotros tampoco sabemos qué hacer, nosotros tampoco sabemos cómo actuar”. Es más, se estaban desarrollando múltiples vacunas y esas múltiples vacunas otra vez se iban a acelerar los pasos para que estén lo antes posible. Es decir, todo ese discurso que se tenía de la ciencia, del progreso, de cómo le vas a discutir a la ciencia, también vino la pandemia y de un hachazo cortó. Y volvimos a discutir absolutamente todo. Antes nunca habíamos discutido el censo, pero ahora tanto discutimos absolutamente todo que aparecen los discursos que dijeron que el censista se va a ir a tu casa a sacarte información personal para que utilicen las empresas de (George) Soros. Es decir, esos pactos sociales que nunca se discutieron, de creer que algunas políticas públicas tienen que llevarse sí o sí, ahora todo se discute. Eso tiene su origen en la pandemia. Es decir, la pandemia fue una vuelta a la realidad.
–Si tan solo fuera debate o discusión, estaría genial, pero estamos hablando de la polarización que hubo entre nada menos que entre creencia y razón, que es un problema.
–CP: Pero también nos viene a mostrar la pandemia cuánto cambiaron los medios de comunicación y los referentes de opinión en la sociedad. ¿Por qué? Porque probablemente si ocurría la pandemia hace 20 años, cuando no existían las redes sociales, cuando no existían los influencers, cuando no existían las plataformas que en un día te pueden llegar a tener 200 millones de vistas, entonces aparecían esos referentes de opinión en los medios de comunicación y en gran medida ellos imponían una visión que después bajaba a la opinión pública. Ahora el conspiranoico, el que duda de todo, el que tiene esa posición extrema, ya tiene su canal en Youtube, ya tiene su canal en Facebook, ya tiene su canal en un montón de plataformas, tiene un alcance global, tiene un alcance mucho más rápido, puede interactuar al instante y efectivamente que es un discurso que se expande mucho más rápido y que a lo mejor tiene más efecto que los medios tradicionales.
Carlos Peris, investigador. Foto: Emilio Bazán
SHOW DEL YO
–Pero vamos al asunto de la comunidad mundial orgullosa versus el sopapo de la pandemia.
–JMS: La vacuna en gran medida nos ayudó a protegernos contra una enfermedad, pero la situación que hemos vivido de alguna forma ha multiplicado un verdadero ejército de idiotas y voy a ir al término. “Idiotes” en griego significa el que se ocupa únicamente de sus cosas y se desentiende de las cuestiones sociales y de las cuestiones políticas. Yo llegué a ver profesionales que te hablaban de que podías beber lejía para enfrentar la enfermedad y un montón de barbaridades. Y muchas veces esa actitud irracional, oscurantista, retrógrada si se quiere, violenta al mismo tiempo, está muy ceñida, muy ligada al show del yo, en función a esa necesidad de generar contenido de manera constante.
–¿Podés explicarnos cómo actúa esto?
–JMS: Hay una urgencia de que el yo esté constantemente en una especie de escenario siempre vigente. No se desarma ese escenario. En ese sentido, a mí me parece preocupante que la academia haya perdido fuerza. Que la comunidad de científicos, de todos esos profesionales que investigan, que trabajan y que han ayudado a que la vacuna se desarrollara, eso se vio confrontado por un verdadero ejército de charlatanes, de idiotas, que se ocupan solamente de sus cosas, que al mismo tiempo ganaron adeptos a una velocidad impensable en otros tiempos. Y en poquísimo tiempo empezamos a tener un grupo grande de jóvenes y adultos que se resistían a la fuerza de la ciencia, a la fuerza del conocimiento, a la fuerza de la razón, que históricamente ha sido motivo de orgullo de la humanidad. Por otro lado, yo creo que la pandemia también vino a acelerar ese proceso de adopción de ciertas tecnologías que rápidamente se convirtieron en hegemónicas y globales. No nos preparamos, eso significa que en el cálculo prospectivo hemos fallado, de que tenemos que insistir en imaginar escenarios. Necesitamos imaginarnos cómo sería la reacción de los Estados de aquí a diez años si vuelve otra pandemia. Pero esa imaginación tiene que empujarnos a prepararnos.
VIVENCIA DE LA MUERTE
–Hablemos del fenómeno de la muerte y cómo golpeó como fenómeno comunitario.
–CP: Hay un autor extremadamente interesante, Norbert Elias, que escribió un pequeño ensayo que se llama “La soledad de los moribundos”. Y él dice que el hecho de morir no es solamente el estar en los minutos finales de la vida, sino que es además también cómo le tratamos a los ancianos, es decir, el proceso de envejecimiento y luego el proceso final. Todo eso implica el hecho de morir. Él dice que las sociedades más desarrolladas están más lejos de la idea de la muerte, porque la muerte deja de ser cotidiana. En definitiva, si estás enfermo tenés un mejor sistema de salud, tenés más sistema de contención social, tenés más posibilidades de otros tipos de terapias y en el caso de que no se pueda los cuidados paliativos son más grandes. Ahora, en los países menos desarrollados se mueren los más jóvenes, se mueren los niños, se mueren los adolescentes, se mueren los presentes, pero en definitiva en las sociedades menos desarrolladas cualquiera se puede morir. Entonces, la muerte se vuelve más cotidiana y uno en definitiva se puede morir por cualquier cosa, por dengue, por agua en mal estado, etc.
En la pandemia no hubo ni sociedad desarrollada ni sociedad no desarrollada, porque trajo consigo una gran cantidad de muertes, les niveló a todos porque todos los sistemas de salud colapsaron y en todo el mundo la muerte se hizo cotidiana. En el punto más álgido de la pandemia fue noticia de todos los medios de comunicación el mostrar durante toda una mañana el lugar donde se iban a incinerar a los muertos. Esa es una escena que ni en guerra hay. Entonces, vino la muerte, se volvió cotidiana y nos niveló a todos.
José Manuel Silvero, filósofo. Foto: Emilio Bazán
–¿Y qué representa hablar de lo que no se habla en una sociedad humana?
–JMS: Tabú. La muerte en gran medida es un finiquito incómodo. La pandemia vino a mostrar nuestra fragilidad. La condición humana sigue siendo una condición de fragilidad. Ahora bien, desde hace más o menos 30 años hay un movimiento muy importante transhumanista que habla de la posibilidad de que el ser humano pueda vencerle a la muerte. Y es un movimiento que algunos consideran extremadamente fantasioso y otros sí lo están agarrando muy en serio. Tan en serio que hay un laboratorio dentro del conglomerado de Alphabet donde están investigando cómo prolongar la vida. Calico se llama el laboratorio y están invirtiendo mucho dinero. Estamos en una época en la que hay grupos de investigadores que creen firmemente que de aquí a 50, 100 años y ahora con la inteligencia artificial vamos a tener novedades con respecto a la muerte.
ESCENARIO FUTURO
–¿Y qué pasaría si en ese periodo enfrentamos otra pandemia?
–JMS: Yo no sé si ahí por el medio aparece otra pandemia cómo vamos a reaccionar, pero nos estamos entusiasmando con la posibilidad de que los seres humanos le podemos vencer a la muerte. La pandemia nos demostró de manera fehaciente los frágiles que somos. ¿Cuál fue la respuesta? Por un lado, investigadores trabajando en superlaboratorios y, por el otro lado, charlatanes que te vuelven a inundar de relatos donde el exitismo está en el orden del día. La fiesta ha subido el consumo de alcohol de manera considerable y la enorme cantidad de jóvenes y de niños incluso que se aferran a las ideas de youtoubers, influencers como grandes referentes de una sociedad y de una comunidad que está tratando de reencantarse. Después de tanta muerte, después de tanto sufrimiento, hay que reencantar el mundo. ¿Cómo lo estamos haciendo? A fuerza del show del yo, por un lado, por el otro lado invirtiendo más en tecnología en ciertos lugares del mundo, mientras que en otros lugares del mundo se están retirando los fondos para la investigación.
Por David Sánchez, desde Clermont-Ferrand (Francia), X: @tegustamuchoelc (*).
Nos encontramos en el que es considerado el Cannes del cortometraje: el Festival de Clermont-Ferrand, en Francia, que se celebra del 31 de enero al 8 de febrero. Aquí, cineastas de todo el mundo, en su mayoría jóvenes y con sus primeras obras, buscan proyectar sus trabajos y, sobre todo, establecer contactos que les permitan seguir desarrollando sus carreras.
Para los directores y productores hispanoamericanos, esta es una oportunidad inigualable para acceder a organismos clave en la industria francesa, reconocida mundialmente por su solidez económica y sus generosos apoyos al cine. Entre los organismos más importantes que pueden encontrar están L’agence du Court Métrage, Unifrance y el Short Film Corner de Cannes. Si no pudieron venir a Clermont-Ferrand, aquí les ofrecemos un resumen de lo que estos organismos hacen por el cortometraje y cómo pueden ayudar a los cineastas hispanoamericanos.
Unifrance: el puente del cortometraje francés con el mundo
Axel Scoffier, secretario general de Unifrance, nos explica el papel fundamental que juega esta institución en la promoción del cine francés en el extranjero: “El cortometraje en Unifrance es muy importante. Tenemos un equipo de tres a cuatro personas dedicadas a esta tarea durante todo el año. Contamos con una comisión formada por productores y artistas que nos ayudan a tomar el pulso del sector”.
Aunque Unifrance no distribuye películas, su labor se enfoca en el apoyo a los cineastas franceses en festivales internacionales y en la promoción de su cine en el extranjero. Scoffier lo resume así: “Lo que hacemos a lo largo del año es apoyar a los profesionales franceses cuando tienen selecciones en festivales en el extranjero, especialmente en los grandes festivales de categoría A. También realizamos estudios anuales para medir el impacto del cine francés de cortometraje fuera de Francia”.
Entre sus iniciativas más relevantes destaca My French Film Festival, que incluye nueve cortometrajes en su selección oficial y tiene una fuerte presencia en América Latina. Además, trabajan con plataformas innovadoras como My Meta Stories, un festival europeo de cine en línea que también se desarrolla dentro del mundo virtual de Minecraft y se transmite en Twitch.
Unifrance mantiene una estrecha relación con festivales latinoamericanos, siendo Bogoshorts en Colombia uno de sus aliados más constantes. También colabora con embajadas, institutos franceses y adjuntos audiovisuales para impulsar el cine en distintos países.
Axel Scoffier y Tiziana D’Egidio, de Unifrance. Foto: David Sánchez
Short Film Corner de Cannes: la plataforma de encuentro para la industria
Otra entidad clave es el Short Film Corner del Festival de Cannes, cuyo director, Florian Fernández, quien señala que: “Clermont-Ferrand es un mercado importante para nosotros porque es el mercado de cortometrajes más grande de Francia. Venimos todos los años para renovar lazos con las instituciones con las que colaboramos en el marco del Short Film Corner”.
El Short Film Corner es el espacio de industria del Festival de Cannes dedicado al cortometraje. Su catálogo incluye alrededor de 500 películas cuidadosamente seleccionadas para ser presentadas a programadores y distribuidores. Fernández enfatiza: “No tomamos todas las películas, hacemos una curaduría real para tener obras interesantes para los programadores y distribuidores”.
Además de la exhibición de cortometrajes, el Short Film Corner organiza talleres, encuentros, paneles y masterclasses sobre diversas temáticas. La importancia del cortometraje en Cannes ha crecido tanto que hace dos años se creó Cinéma de Demain, una nueva sección que agrupa oportunidades para jóvenes talentos, incluyendo la competición de cortometrajes y el Short Film Corner.
Fernández destaca la importancia del financiamiento público francés para la producción de cortometrajes: “En Francia estamos bastante mimados en términos de apoyo al cortometraje. Todas las regiones tienen sus propios fondos de apoyo, algunos incluso específicos para la animación”.
Gracias a estos fondos, muchos cortometrajes españoles han sido coproducidos con Francia en los últimos años, lo que demuestra la estrecha colaboración entre ambos países.
L’agence du Court Métrage: distribución y visibilidad para el cortometraje
L’agence du Court Métrage, con más de 40 años de historia, es uno de los actores más relevantes en la promoción y distribución de cortometrajes en Francia y en el extranjero. Su representante, Alexia Sánchez, nos cuenta su misión: “Nos creamos hace más de 40 años con el objetivo de promover el cortometraje, darle valor y mostrar que no son solo pequeñas películas, sino que también tienen un valor histórico y artístico”.
La Agencia distribuye cortometrajes en distintos espacios, desde cines y mediatecas hasta plataformas VOD y canales de televisión, tanto en Francia como en el extranjero.
“Tenemos alrededor de 1,000 difusores con los que trabajamos, incluyendo cines, plataformas digitales y televisiones. Además, publicamos nuestros propios programas y herramientas de promoción del cortometraje”.
Entre sus iniciativas más destacadas está BrefCinéma, una plataforma de VOD dedicada exclusivamente al cortometraje. Su catálogo cuenta con más de 16,000 películas, incluyendo obras del patrimonio cinematográfico y producciones recientes en todos los géneros.
“Nos concentramos en la producción de películas francesas, pero también trabajamos con coproducciones. Recibimos alrededor de 600 nuevas películas al año”.
A diferencia de otros distribuidores, la Agencia no exige exclusividad, lo que permite a los cineastas trabajar con múltiples socios. Además, están presentes en eventos clave como Cannes, Annecy y el Festival Lumière, asegurando visibilidad para los cortometrajes franceses en el panorama internacional.
El modelo francés y su impacto en el cine hispanoamericano
El sistema de apoyo al cine en Francia es envidiado en todo el mundo, y los organismos mencionados son fundamentales en la consolidación de su industria cinematográfica. Para los cineastas hispanoamericanos, entender y acercarse a estos actores puede abrirles grandes oportunidades de coproducción, distribución y exhibición en festivales europeos.
En palabras de Florián Fernández: “Muchos cortometrajes españoles han sido coproducidos con Francia en los últimos años debido a la posibilidad de acceder a fondos franceses”.
Además, el trabajo de Unifrance con festivales latinoamericanos como Bogoshorts, y la presencia del cine francés en plataformas accesibles para América Latina, facilita el intercambio cultural y la colaboración entre ambos continentes.
El Festival de Clermont-Ferrand es un escaparate para los nuevos talentos del cortometraje, así como un lugar estratégico para establecer conexiones clave en la industria del cine. Para los cineastas hispanoamericanos, conocer y aprovechar los recursos de Unifrance, el Short Film Corner de Cannes y l’ Agence du Court Métrage puede significar la diferencia entre un cortometraje que se queda en el anonimato y uno que encuentra su camino en el circuito internacional.
Si bien el sistema de apoyo al cine en Francia es difícil de replicar en otras partes del mundo, eventos como Clermont-Ferrand permiten que los cineastas hispanoamericanos accedan a herramientas, contactos y oportunidades que pueden marcar el futuro de sus carreras.
* David Sánchez es un periodista franco español afincado en Toulouse, centrado especialmente en cine iberoamericano, miembro de la crítica internacional Fipresci. Sitio: https://www.tegustamuchoelcine.com.
Por David Sánchez, desde Clermont-Ferrand (Francia), X: @tegustamuchoelc (*).
Del 31 de enero al 8 de febrero, el Festival Internacional de Cortometrajes de Clermont-Ferrand en Francia reunió a diversas plataformas cinematográficas de todo el mundo, consolidándose como un punto de encuentro fundamental para la industria del cortometraje. Festivales de Noruega, Venezuela y Tailandia, entre otros expusieron sus particularidades, pero coincidieron en una idea central: el cortometraje es una herramienta poderosa para narrar historias y conectar con las audiencias.
Noruega: un ecosistema de apoyo para el cortometraje
En Noruega, los festivales de cortometrajes disfrutan de un respaldo institucional sólido, lo que les permite funcionar como plataformas de exhibición y promoción de talento emergente. Per Fikse, director del Festival Minimalen en Trondheim, destacó la relevancia de Clermont-Ferrand: “Es el lugar donde estar si estás en la industria del cortometraje porque todos están aquí para reconectar, ampliar tu red y a veces también para ver películas y seguir a cineastas”.
El financiamiento gubernamental juega un papel crucial en el ecosistema nórdico del cortometraje. “El mercado de cortometrajes en Noruega y Escandinavia está mejor que en el resto del mundo porque el financiamiento gubernamental sigue siendo bastante bueno para hacer cortometrajes”, explicó Fikse. Esta realidad permite que los festivales sean más que simples escaparates de exhibición: “Creo que somos una parte muy importante de la industria. ¿Cuál es el punto de hacer películas si no puedes proyectarlas en ningún sitio, si no puedes llegar a una audiencia?”.
Por su parte, Anita Svingen, directora del Norwegian Short Film Festival en Grimstad, resaltó la diversidad de su evento: “Tenemos programas de competición para películas nacionales e internacionales, y una selección para documentales cortos tanto internacionales como noruegos y videos musicales”. Con más de 3,000 películas internacionales y 450 noruegas recibidas anualmente, su festival mantiene una selección rigurosa que busca equilibrar propuestas locales e internacionales. “El financiamiento viene principalmente del Instituto de Cine Noruego, el condado y el municipio donde se celebra el festival, lo que nos permite seguir promoviendo la cinematografía de calidad”, añadió.
Lilibeth Bolívar, de Venezuela. Foto: David Sánchez
Venezuela: cine en los barrios y una industria resiliente
A diferencia de la estabilidad nórdica, en Venezuela los festivales enfrentan desafíos significativos, pero logran construir espacios alternativos de exhibición. Lilibeth Bolívar, productora ejecutiva del Caribe Atómico Film Festival, explicó la misión de su evento: “Mira, Caribe Atómico es un festival que atraviesa Caracas de este a oeste llevando cine a los barrios... entendiendo barrios por favelas... llevamos una selección de cortometrajes del Caribe y de Venezuela”.
La curaduría del festival tiene tres ejes principales: cineastas venezolanos en el país, aquellos en el extranjero y creadores latinoamericanos y caribeños. Bolívar destacó el impacto cultural del evento: “Hemos visto que se ha despertado mucha curiosidad por este tipo de iniciativas que no prevalecían demasiado en el país... un espacio para la cultura en donde se le dedique con profundidad ha sido complicado en Venezuela”.
La falta de financiamiento estatal obliga al festival a buscar colaboraciones estratégicas. “Nos hemos apoyado en alianzas con el Banco del Libro de Caracas y la embajada de Suiza, que nos han ayudado a sostener el evento. La autogestión y el trabajo en equipo han sido clave”, señaló Bolívar.
Tailandia: respaldo estatal y expansión internacional
Desde Asia, Putthapong Cheamrattonyu, del Thai Short Film Festival, compartió la experiencia de un festival que ha crecido gracias al respaldo gubernamental. “El gobierno tailandés realmente está interesado en el cine” explicó, evidenciando el fuerte apoyo estatal.
Además, mencionó la reciente creación de la Agencia de Cultura Creativa de Tailandia, cuyo propósito es fortalecer las artes y la cultura, con un foco especial en el cine.
Inspirados por su participación en Clermont-Ferrand, los organizadores del festival tailandés han decidido expandir su alcance. “Al venir aquí a Clermont-Ferrand, pensamos que en la próxima edición abriremos nuevamente para la competición internacional de cortometrajes”, anunció Cheamrattonyu.
A pesar de las diferencias en sus contextos políticos y económicos, estos festivales comparten una misma esencia: el deseo de conectar a los cineastas con sus audiencias y brindarles plataformas de exhibición. Mientras que Noruega cuenta con un sistema de financiamiento estable y organizado, Venezuela enfrenta limitaciones económicas que la han llevado a innovar en su modelo de festival. Por su parte, Tailandia se beneficia de un apoyo estatal creciente que le ha permitido expandirse y mirar hacia el ámbito internacional.
Clermont-Ferrand demuestra una vez más que, sin importar la latitud, el cortometraje sigue siendo una forma poderosa de narrar historias y transformar realidades.
* David Sánchez es un periodista franco español afincado en Toulouse, centrado especialmente en cine iberoamericano, miembro de la crítica internacional Fipresci. Sitio: https://www.tegustamuchoelcine.com.