Productor de “Las herederas” abre ciclo #ContarElArte
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Este miércoles 29 de julio, a las 19:00, el productor y director de cine Sebastián Peña se sentará con Fredi Casco, director artístico de la Fundación Texo, en la primera edición del año de Contar El Arte.
Debido al protocolo de prevención del COVID-19, esta edición se realizará sin público presente, pero será transmitida en formato livestreaming a través de las cuentas de Facebook e Instagram de la Fundación Texo (@fundaciontexo). Las personas pueden ingresar a las redes sociales y dejar sus comentarios y consultas durante la charla.
Sebastián Peña recibió reconocimiento nacional e internacional al realizar la producción de la multipremiada película “Las Herederas”, dirigida por Marcelo Martinessi. Actualmente se encuentra desarrollando “Los Últimos”, su primer documental como director.
Los responsables señalan que se trata de una serie de entrevistas abiertas al público y filmadas con referentes del arte contemporáneo en Paraguay, un programa que se viene realizando desde el 2016.
En 5 años consecutivos se realizaron 23 entrevistas, con más de 90 videos alzados en su canal de Youtube y página web y con un público estimado en más de 1.500 personas.
Algunos referentes de la escena cultural que ya pasaron por #ContarElArte son: Lia Colombino, Guillermo Sequera, Solano Benítez y Gloria Cabral, Jorge Sáenz, Paz Encina, Bernardo Krasniansky, Claudia Casarino, Celeste Prieto, Federico Cairoli, entre otros.
Contar El Arte está presentado por Fundación Itaú, y apoyado por Dolce Gusto y Texo.
Sobre Sebastián Peña
Sebastián Peña Escobar nació en Asunción en 1973 y estudió economía y negocios en Paraguay, Estados Unidos e Italia. Realizó seminarios de posgrado en teoría y estudios culturales.
Desde el 2002 ha desarrollado y producido revistas, libros y contenido audiovisual. Ha publicado ensayos sobre teoría cultural e historia, además de prosa, poesía y artículos periodísticos.
Ha sido productor de dos largometrajes de ficción y un documental. Como parte de los proyectos de cine en los que ha estado involucrado, fue invitado a participar de residencias, tutorías y foros en Italia, Portugal, España, Uruguay, Colombia y San Salvador. Fue jurado del fondo de cine SORFOND, del Instituto de Cine Noruego (2019-2020).
Si a los 12 o 18 meses su hijo no habla o no articula palabras básicas como papá o mamá, es momento de visitar a un profesional fonoaudiólogo/a para que pueda ser evaluado, diagnosticado y tratar el problema. Foto: Gentileza.
Fonoaudiología: un recurso para ayudar a las personas con trastornos del lenguaje
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Si a los 12 o 18 meses su hijo no habla o no articula palabras básicas como papá o mamá, es momento de visitar a un profesional fonoaudiólogo/a para que pueda ser evaluado, diagnosticado y tratar el problema.
Si no se les estimula a tiempo, pueden presentar trastornos en sus habilidades de comunicación, que podrían traer secuelas en su proceso de socialización, autoestima y desarrollo personal, aseveró María Cristina Irala, fonoaudióloga del Hospital del Área 2 de la Fundación Tesãi.
Para ello también es importante entender en qué consiste la fonoaudiología, que se define como la ciencia que estudia la audición, voz y el lenguaje en personas normales o patológicas en sus diferentes edades, es por ello que es un medio fundamental para ayudar a las personas con trastornos del lenguaje.
Irala es especialista en dicha área, ya que se encarga de llevar adelante acciones de prevención, promoción, evaluación, diagnóstico, tratamiento e intervención de todo lo relacionado con la comunicación, habla, lenguaje, voz, sistema auditivo y vestibular, deglución y motricidad orofacial.
El trabajo del fonoaudiólogo es interdisciplinario porque se complementa con otras especialidades.
“Trabajamos con el pediatra, el neurólogo y el otorrinolaringólogo haciendo los exámenes auxiliares del oído. También con los odontólogos en lo que respecta a la interposición lingual o mala posición de la lengua que puede generar alteraciones en la forma de hablar”, manifestó la profesional.
Al mismo tiempo, dijo que la diferencia con el otorrinolaringólogo es que la fonoaudiología trabaja más en el área de apoyo, proporcionando el resultado de estudios auxiliares en donde el neurólogo o el otorrinolaringólogo que pide la colaboración y que son los médicos más especializados en dichas áreas, permiten la complementación para un mejor diagnóstico y posterior tratamiento.
Fono y audiología
La diferencia entre fono y audiología es que etimológicamente fono es voz y sonido y la audiología se ocupa del diagnóstico de patologías de oído, así como la prevención, tratamiento y rehabilitación de trastornos auditivos.
“El primer canal por donde ingresa la información es el oído. Cuando viene un niño con un trastorno del lenguaje lo primero que tenemos que saber es cómo está su audición, porque si está oyendo bien quiere decir que el problema no está a nivel auditivo”, puntualizó.
En ese caso, señaló que el problema puede ser a nivel neurológico de lo más simple a las patologías más complejas, debido a que pueden ser retardos simples del lenguaje o retardo madurativo a nivel del área 44 de Broca.
“Las mamás vienen preocupadas porque sus hijos tienen tres años y apenas dicen tres palabras o habla con un lenguaje que no se le entiende o muy rudimentario”, sostuvo la experta.
Foto: Gentileza.
Etapas de desarrollo normal del niño
3 meses: se asusta, llora, se despierta con sonidos fuertes y se calma al oír una voz familiar.
3 a 6 meses: mueve la cabeza de un lado a otro buscando los sonidos, reconociendo la voz materna o emitiendo sonidos sin significado (balbuceo).
6 meses: localiza pronto los sonidos de su interés, aun con intensidades muy suaves, girando la cabeza cuando lo llaman por su nombre.
9 meses: balbucea produciendo sonidos que llaman la atención, produce varios sonidos del habla con entonaciones distintas. Se vuelve hacia el sonido en todas las direcciones.
12 meses: conoce su nombre cuando uno le llama, primeras palabras, emite varias combinaciones de sonidos, lo normal es que pronuncien aunque sea 3 palabras con significado. Señala y reconoce el nombre de objetos, entiende órdenes simples. (Ejemplos: chau o aplaude con las manos).
18 meses: dice papá y mamá con intención, tiene mucho vocabulario, pero no los pronuncia en su totalidad. (Ejemplos: ame eche, por dame leche, atito por autito, etc).
20 meses: junta dos palabras, utiliza verbos y algunos adjetivos, comienzan las frases simples, señala partes de su cuerpo.
28 meses: junta tres palabras, hace muchas preguntas, se da el monólogo, tiene un vocabulario de más de 200 palabras, comprende lo que se habla.
36 meses: cumple órdenes verbales, pregunta por qué, usa palabras incorrectas o la sustituye, su vocabulario va creciendo paulatinamente.
Trastornos principales
Alteraciones de la voz: afonías, disfonías, disfonía espasmódica (trastornos neurológicos), disfonías por pólipos, nódulos en cuerdas vocales, parálisis o debilidad de las cuerdas vocales.
Trastornos en el ritmo de la palabra: tartamudez o disfemia.
Trastornos del lenguaje: dislalias, retardo afásico, retardo anártrico, retardo alálico y trastornos en la deglución.
Trastornos orgánicos: labio leporino, fisura palatina, úvula bífida y mordidas abiertas grado I, II y III.
“La tartamudez de un niño puede tener origen en el campo psicológico, traumático, emocional e inclusive puede ser por herencia. Se debe trabajar muy de cerca con la psicóloga porque casi siempre son niños introvertidos, con baja autoestima que tienen vergüenza a que lo remeden en la escuela o hermanos mayores que en la propia casa sufren bullying”, acotó.
Aunque parece una actividad muy normal, el masticar y tragar, pero no siempre se da, ya son requisitos indispensables para el buen desarrollo del lenguaje. La deglución es la capacidad de masticar y tragar alimentos, y se ven muchos casos en niños con parálisis cerebral, que al no tener sostén cefálico tienen problemas para masticar y el tragado de alimentos.
Con respecto a los trastornos deglutorios pueden tener varias causas: entre ellas la fisura palatina y labios leporinos desde bebé. Por lo que la profesional instó a tener cuidado con los chupetes y el hábito de chupar el dedo de los niños pequeños que provoca la deformación de la bóveda palatina que es el techo de la cavidad bucal, así como también la deformación de los dientes.
Tras atracón de fin de año, instan a comer sano y mantener el cuerpo activo
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Mantener nuestro cuerpo, recuperar el peso ideal y cuidar la salud es una obsesión para muchas personas, y más aún luego del atracón de las fiestas de fin de año. Es por ello que las profesionales en nutrición de la Fundación Tesãi, Diana Flores y Nathalia Romberg nos brindan consejos útiles para bajar esos “kilitos de más” y estar en buena forma física.
Una dieta sana y equilibrada refuerza nuestro sistema inmunológico siendo la herramienta más efectiva de prevención y protección ante el COVID-19. Por su parte la licenciada Nathalia Romberg, nutricionista del Hospital del Área 2 manifestó que los excesos alimentarios durante las festividades generan un sinnúmero de problemas gastrointestinales como sensación de malestar (estreñimiento, diarrea, gastroenteritis, cefalea, hinchazón abdominal, entre otros).
Para ello es fundamental desintoxicar el cuerpo evitando alimentos con alto contenido calórico, disminuir la cantidad de sal, reducir las grasas, frituras y aceites, limitar la ingesta de azúcar y evitar el consumo excesivo de alcohol. “Tenemos que recuperar la rutina alimentaría, volver a respetar los tiempos de comida como el desayuno, almuerzo, merienda y cena. No comer fuera de horario, evitando los atracones”, mencionó al respecto.
La profesional agregó que los cítricos son muy buenos para iniciar el proceso de desintoxicación del cuerpo. “El limón es muy bueno para desintoxicar porque es rico en vitamina C y antioxidantes. Comenzar el día con un vaso de agua caliente con zumo de limón ayuda a eliminar toxinas y a limpiar el cuerpo”, resaltó.
Para poder llevar una alimentación sana como un estilo de vida, es importante proveerse y darle prioridad a los alimentos bajos en calorías. Foto: Gentileza
En este sentido Romberg, integrante del equipo de nutricionistas del pabellón de internados de la Fundación Tesãi, expresó: “Tenemos que insistir en una alimentación equilibrada, evitando los azúcares e hidratos de carbono. Hay que consumir las frutas de estación y verduras frescas para fortalecer nuestro sistema inmune y mantener nuestro peso”, sostuvo.
La profesional enfatizó que lo ideal es optar por carnes magras, rica en proteínas, incorporando pescado a la dieta, comer dos o tres frutas por día, además de aumentar la porción de verduras crudas porque ayudan a “resetear” el organismo, proporcionando los minerales, vitaminas y aminoácidos que necesita el cuerpo para su buen funcionamiento.
No es recomendable que las personas confíen en dietas milagrosas porque el metabolismo de cada persona es diferente. “Todo tiene que ser un proceso gradual, si es muy de golpe y no tiene los resultados que se espera, la persona se fustra y deja de cuidarse y desiste a las dos o tres semanas. Tenemos que tener un estilo de vida saludable sostenible en el tiempo”, afirmó Romberg.
La licenciadas en Nutrición de la Fundación Tesãi Jazmin Parquet, Diana Flores, Nathalia Romberg y Karen Riveros. Foto: Gentileza.
La licenciada, Diana Mabel Flores, del pabellón de internados, sostuvo que se debe moderar la ingesta de chocolates, budines, panetones, postres, helados, evitar las bebidas azucaradas, consumo de embutidos como chorizo, carne de cerdo, jugos muy procesados.
Hay que probar e incorporar a la dieta diaria infusiones como té verde, bebidas que puedan saciar, hidratar y que tengan un efecto diurético para limpiar el organismo. El caldo o sopa de verdura también es una buena opción para eliminar esa sensación de pesadez y alivianar nuestro sentimiento de culpa.
Después del exceso de comida y alta ingesta de bebidas alcohólicas, es importante reacondicionar el organismo y por sobre todo tener fuerza de voluntad para controlar el picoteo en horas inadecuadas, cambiando nuestros hábitos acompañado de la práctica de deportes y una rutina de ejercicios físicos, además de consumir en promedio dos litros de agua por día.
Fundación Itaú Paraguay lanzó nueva edición de “Leé para un niño”
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Bajo la premisa de que cuando leemos a un niño se abre un mundo lleno de posibilidades, la Fundación Itaú continúa apostando por la educación inicial.
La Fundación Itaú lanzó una nueva edición de Leé para un niño, una propuesta enfocada en la promoción del hábito de la lectura en la primera infancia con el fin de estimular y desarrollar la creatividad, razonamiento y lenguaje de los más pequeños.
Este año, el programa de mediación de lectura volvió, pero en la modalidad online, lo que permitió que 68 voluntarios del Banco dieran su voz para que 75 niños y niñas de la Fundación Casa Cuna puedan transformar su mundo e imaginar un futuro lleno de posibilidades.
“Un adulto que lee a un niño genera un impacto demasiado importante en su vida, ya que con esta acción está fortaleciendo los vínculos afectivos y acercando la lectura en su día a día, para luego formarse en un hábito”, comentó Norma Prantte Vice presidenta de la Fundación Itaú.
Pero, ¿por qué es importante leer a un niño? Hablar de educación en Paraguay implica pensar en situaciones y contextos de vulnerabilidad, según el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) en nuestro país, 8 de cada 10 hogares no cuentan con libros.
La lectura es un hábito clave en los niños de 0 a 5 años, ya que genera interacciones de calidad que garantizan las condiciones para incentivar su curiosidad, ayudarlo a entender el mundo y facilitar su aprendizaje. Además, es una oportunidad para reforzar lazos y desarrollar su capacidad intelectual, emocional y social.
Está comprobado que durante los primeros años de vida, leer a un niño es esencial en su aprendizaje y su formación como personas, esta etapa es considerada como una ventana de oportunidades, ya que es el período en el que se dan los más altos grados de desarrollo cognitivo mediante el aprovechamiento del entorno.
“Cuando estimulamos a nuestro bebé, estamos abriendo nuevas experiencias para que adquiera habilidades y capacidades de una forma natural. Esto colabora para que tenga una participación activa en la educación desde pequeño.”, explicó Norma Prantte.
Leé para un niño en su formato virtual. La edición 2020 de Leé para un niño se sumó al mundo virtual, proponiendo una mediación de lectura que incluyó la entrega de kits con libros de cuentos y materiales de expresión, para los beneficiarios y la producción de videos cuentacuentos por parte de los voluntarios que posibilitó vincularse con el niño o la niña y sus familias.
El propósito de la Fundación Itaú es estimular el poder de transformación de las personas y la educación es uno de nuestros principales ejes de actuación. La iniciativa busca ampliar el repertorio cultural de los niños, por medio de la lectura de calidad para su desarrollo integral.