El encuentro musical online Jeporeka, un desafío para la creación a distancia en equipo, ideado por la concertista paraguaya de guitarra clásica Berta Rojas, brinda también la oportunidad al público en general de participar de un ciclo de charlas gratuitas, que ofrecerán destacados intelectuales del país.

La ciudadanía podrá participar vía Facebook de las disertaciones de Ticio Escobar, Paz Encina, Milda Rivarola, Mario Rubén Álvarez, Celeste Prieto, Ignacio Telesca, Fabián Chamorro y Pedro Martínez, en el marco de Jeporeka. El tema que se abordará es “El ser paraguayo”, desde distintas miradas, pasando por la sociología y la música, hasta el arte gráfico y el cine.

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¿Es posible definir quién es el paraguayo, la paraguaya? ¿Hay un modo de ser paraguayo/a? ¿La música tradicional puede ser contemporánea? ¿Qué es ser contemporáneo? Son algunos de los tópicos que desglosarán los estudiosos de las distintas aristas a ser enfocadas en ocho charlas, ciclo que iniciará el viernes 10 de julio próximo y culminará el viernes 17 del mismo mes, siempre a las 19:30.

Encuentro para 65 jóvenes

Respecto al encuentro musical online que invita a la creación de jóvenes compositores, el viernes 26 de junio cerró el plazo de postulación con 65 inscriptos. El 3 de julio se anunciará a los seleccionados, quienes accederán a una beca completa para participar del curso que durará 6 días dentro del mismo mes. Los jóvenes músicos accederán -en formato virtual- a conferencias, trabajos en grupo, presentaciones y clases individuales con maestros argentinos de relevante trayectoria como Popi Spatocco y Carlos Aguirre, bajo la dirección artística de “Pinchi” Cardozo Ocampo.

Todos los participantes se encuentran registrados en https://www.jeporekaweb.com/inscriptos.php.

Micropiezas para este tiempo

El reto será una creación en equipo a distancia: un “Jeporeka” musical, que resultará en una composición colectiva que refleje este tiempo de pandemia, sus desafíos y la esperanza que nos une.

Sergio Cuquejo será el productor musical de las micropiezas, que serán creadas por los compositores seleccionados en Jeporeka y que se presentarán al público a través de las redes sociales. Tendrá a su cargo la grabación, mezcla y masterización de las composiciones.

Motor de cambio

Para la Fundación Itaú que promueve la cultura como motor de cambio, el “propósito es estimular el poder de transformación de las personas y desde Jeporeka buscamos potenciar el talento de jóvenes artistas a través de la música paraguaya, como un espacio de creación y dinamismo, de sueño, de utopía, de emociones que no solo describen este momento, sino que lo reinventen y lo transformen”, expresó la directora Alex Niz.

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Sobre el proyecto Jeporeka, Berta Rojas sostiene que su objetivo principal apunta a visibilizar un aspecto sumamente valioso en el campo musical: la composición. “Es justamente en este marco de distanciamiento social que las condiciones están dadas para que los creadores puedan sacar a relucir todo su potencial en este campo, incorporando a su vez un componente nuevo: la posibilidad de crear ‘en equipo’, pero de forma virtual”, agregó.

“No da lo mismo”

Precisamente en el marco del debate y la reflexión sobre el ser paraguayo, Berta Rojas escribió un manifiesto, buscando respuestas, con motivo del lanzamiento de la canción “No da lo mismo”, emotiva colaboración de la consagrada guitarrista junto al cantautor Roberto “Chirola” Ruiz Díaz. A continuación el texto completo de la artista:

“Intentando sintetizar las razones por las cuales sentimos a esta canción como profundamente paraguaya, nos abocamos a la búsqueda de una definición de qué es ser paraguayo.

Reflexiones profundas de estudiosos de nuestra identidad, hablan del guaraní como sonido subyacente en todo lo paraguayo, desde las expresiones que usamos hasta la forma de decirlas. Cuando utilizamos expresiones traducidas del guaraní al español: “voy a ir a venir…”, quién podría entenderla si no pensáramos en “ahata aju”.

Hablan mucho de la pobreza en Paraguay. Acostumbrados a tener muy poco, nos conformamos también con ello. Pese al advenimiento de clases adineradas -muchas veces con fortunas de dudoso origen- el paraguayo es, esencialmente, un tipo humilde, sencillo, austero. Recuerden la flor en el pelo y los aros de 3 pendientes, únicas joyas que usaban las señoras de antaño. Poco se parecen a otras realidades que vemos hoy. Aunque somos conscientes de la necesidad de cambio, la sociedad a veces necesita recordar de dónde venimos, para, como dice la canción, “reconectarnos”.

Hablan también de que los paraguayos somos koygua. Qué hermosa palabra vinimos a resignificar en este viaje: “koygua” significa, según Mario Rubén Álvarez, “ser tímido, sin habilidad ni ganas de adquirir modos de conducta urbanos”.

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Si pensamos en la etimología de la palabra:

Kóga (siembra)

Gua (de)

“La siembra propia del agricultor”

Si pensamos en otro origen posible: Kokuegua:

Kokue: chacra

Gua: de

“De la chacra.”

El paraguayo se muda del campo a la ciudad con su gallina y su chancho. Somos rurales. Esto me decía ayer Milda Rivarola y cuántas lecciones me dejó esta charla.

La canción es profundamente paraguaya por cuanto subyace el guaraní en ella: en la emisión de Chiro al cantarla, escuchen su voz metálica que tiene que ver con sy, yvy, ñande, ypykue. Escuchen sus “s” aspiradas como hablamos nosotros.

La canción es profundamente paraguaya por cuanto ser austero cuando se puede no serlo, es una elección muy paraguaya. La canción es humilde porque decidimos usar solo una guitarra y nuestras voces para decirla. Es reflejo de este tiempo donde menos, es más, donde ya no hay cabida para excesos porque ya aprendimos que, para ser felices, solo necesitamos ese abrazo que hoy nos es lejano.

La canción es profundamente paraguaya por cuanto es koygua: es humilde, y aunque se rodea de los mejores a la hora de grabar y mezclar -Randy Roos ganó un Emmy- elige como medio de expresión un instrumento que es desde Mangoré símbolo del Paraguay de tierra adentro, ese que con dos acordes o tres ha acompañado el canto de generaciones.

Para terminar, decir hoy en Paraguay “No da lo mismo” es hablar de profundas reivindicaciones que nuestro pueblo ya no puede ni quiere callar:

No da lo mismo vivir o morir, estar o no, dejar que los malos ganen o no, como dice la canción.

No da lo mismo que un bebé muera viajando desde Pedro Juan Caballero a Asunción porque allá no hay una terapia neonatal cuando miles de millones se desperdician en incontables actos de corrupción.

No da lo mismo que la justicia elija quién es juzgado y quién no, como si nuestra Constitución no estableciera que todos somos iguales ante la ley.

No da lo mismo aceptar pasivamente que rebelarse.

No da lo mismo.

No da lo mismo regar una semilla que no hacerlo, darse tiempo para ver la luz del sol, disfrutar el canto de los pájaros o el verde que te regala la naturaleza.

No da lo mismo perderse la sonrisa de tu hijo porque “estás muy ocupado”.

No da lo mismo.

Y sí, Paraguay querido, en el día de tu independencia te decimos en esta canción:

Mañana será un nuevo día.

Habrá que resucitarnos.

Boston – Asunción

14 de Mayo, 2020″.

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