San Sebastián, España | AFP, por Álvaro VILLALOBOS.

El argentino Benjamín Naishtat se llevó muchos aplausos al presentar este domingo en el Festival de cine de San Sebastián su filme "Rojo", una cinta sobre la complicidad civil que permitió la última dictadura militar (1976-1983) en su país.

El director de "Historia del miedo" (2014) y "El movimiento" (2015) se rodeó de un elenco de lujo: Darío Grandinetti como protagonista, Andrea Frigerio, y Alfredo Castro, el actor favorito del director chileno Pablo Larraín ("Fuga", "No,"El club", y otros títulos más).

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El drama está ambientado en 1975 "en una provincia argentina", en los confines de la Patagonia, en la época de apogeo de la Triple A y pocos meses antes del golpe.

En medio de un clima de secretos e hipocresía pequeñoburguesa, describe el clima de ultranacionalismo, ignorancia voluntaria y miedo difuso que precedió al advenimiento de la dictadura. Un poco a la manera de Michael Haneke con el nazismo en "La cinta blanca", Palma de Oro en Cannes en 2009.

"Nunca en el cine argentino se había puesto el acento en la complicidad civil", destacó Grandinetti (59 años), quien interpreta el papel de Claudio Morán, un respetable abogado que asiste petrificado a una serie de signos precursores inquietantes.

"Todos sabíamos que se estaba preparando algo feo, sin tener conciencia de la magnitud" de un régimen que dejó, entre otros crímenes, más de 30.000 desaparecidos y 500 bebés robados a sus padres.

Naishtat nació en 1986, pero en la década de 1970 su familia sufrió la violencia de la dictadura en la provincia de Córdoba: les quemaron la casa, en represalia a su activismo de izquierda y tuvieron que exiliarse.

"Cómplices de los horrores"

"Más allá de eso, no creo que uno tenga que haber vivido un momento para escribir" sobre ello, comentó Naishtat, también guionista del filme.

Andrea Frigerio, actriz y presentadora de televisión, comentó que se sintió fácilmente identificada con el personaje de esposa de Claudio.

"En el 75' yo tenía 14 años, así que viví un poco este clima de época", comentó tras la proyección.

"Vivíamos una situación de doble moral, donde había un condicionamiento de no querer preguntar, ni saber, porque podía ser peligroso". Tampoco convenía relacionarse con gente cuyo origen social se ignoraba, porque tu nombre podía acabar en una lista. "De eso me acuerdo perfectamente", asegura.

El chileno Alfredo Castro también disfrutó con su personaje: un impertinente periodista de investigación y expolicía, radicalmente católico y por encima de todo, ultraderechista convencido.

Según explicó, le pareció "interesantísima" la "contradicción de ese hombre entre su religiosidad, su fe sincera, y el ser cómplice de los horrores" de una dictadura "tan espantosa" como la argentina.

"Rojo" es una de las 18 películas de la sección oficial del Festival, en liza por el máximo galardón, la Concha de Oro, que será otorgada en una ceremonia de cierre prevista el 29 de septiembre en esta ciudad del norte de España.

Otras películas que ya fueron presentadas en competición fue la también argentina “El amor menos pensado”, protagonizada por Ricardo Darín y Mercedes Morán, la francesa “El hombre fiel”, de Louis Garrel, o “Yuli”, el nuevo largometraje de la española Icíar Bollaín.

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