Tras recibir la Orden Nacional al Mérito Comuneros, el periodista Benjamín Fernández Bogado brindó un duro discurso para quienes en su momento decidieron violar la Constitución Nacional, así también pidió frenar los privilegios que se están reservando para unos pocos.

En la primera parte de su discurso señaló que recibe dicha condecoración en nombre de todos los paraguayos hastiados de una justicia complaciente con un sector político que no termina de entender el sentido del Estado de derecho y la importancia del respeto a la Constitución Nacional.

“La misma constitución de la que fui redactores en 1992, pero jamás imagine que debiera ser defendida con tanta valentía y tanto coraje ante los intentos violatorios de quienes no logran entender aún el sentido de ser mandatarios. "Rembijokuai”, en nuestra lengua guaraní significa estar atados a los mandatos de los mandantes”, expresó.

Puntualizó que el pueblo desprecia claramente que no se pueda vivir en una República, donde los privilegios son para unos pocos. "Amenazan con un gobierno de cazas y no de iguales, como lo proclamaron los comuneros en esa fecha de la independencia americana”, sostuvo.

Foto: Eduardo Vélazquez.

Agregó que anhela la libertad que otorga el fin último de este régimen político que es la dignidad. "Requerimos reconciliarnos con la honradez, con el che mboriahu pero che delicado (soy pobre pero honrado). Con los valores que sostiene la identidad de un pueblo al que intentaron acabar alguna vez pero no pudieron. Nuestro sello es volver a ser simples, honrados y lógicos, interpretando el deseo de los mandantes hacia los mandatarios”, apuntó.

Hizo un llamado para que la educación sea el objetivo de todos. “Para no lamentarnos de la política y de los políticos que padecemos. Un pueblo con educación sabe elegir y no se conforma solo con votar. Premia y condena, discrimina con propiedad y enriquece la República. Somos lo que hacemos o dejamos de hacer con la educación”.

Por último, recalcó que si los comuneros estuviesen entre nosotros, hoy no abandonarían sus postulados, ni dejarían de presionar para que la democracia paraguaya se reconcilie con la dignidad que todos ambicionan. “Estoy seguro que los comuneros como los paraguayos decentes gritarían en coro. ¡Basta de privilegios!, viva la República del Paraguay”, concluyó.

Dejanos tu comentario