El Congreso Nacional está comen­zando a estudiar el proyecto de Presupuesto General de la Nación para 2026. Como sus disposicio­nes trazan el camino que debe recorrer el país en materia de finanzas, tanto para los ingresos como para los gastos, esta es la ley más importante que se está analizando. No incluye solo las erogaciones y gastos que deberá realizar el Estado sino también los ingresos financieros que tendrá que incor­porar para poder llevar adelante el pode­roso andamiaje de los tres poderes del Estado. Si recauda lo suficiente para hacer frente a los egresos previstos, no se ten­drá mayor saldo negativo. Pero si tiene que prestar plata, con adelantos y otros meca­nismos de débitos, el déficit será mayor y se perderá el equilibrio que se recomienda para cualquier entidad.

El ministro de Economía y Finanzas, Car­los Fernández Valdovinos, aclaró que con la ley presupuestaria para el 2026 se bus­cará retornar al déficit fiscal mínimo pre­visto en las normas, con el equivalente al 1,5 % del producto interno bruto (PIB). “Lo hacemos no porque nos lo exijan organis­mos internacionales, sino porque estamos convencidos de que la estabilidad macro­económica es la base del éxito de todo país”, explicó el responsable de las finan­zas nacionales.

Señaló que la propuesta de presupuesto presentada por el Gobierno al Poder Legis­lativo está diseñada para hacer posible un desarrollo económico sostenible, que sea financiable e inclusivo, y que tiene como preocupación la mejora de la calidad de vida de las personas que viven aquí. Es “la hoja de ruta que indica hacia dónde quere­mos que vaya el país”, expresó.

El plan financiero para el año entrante prevé un aumento total del 12 % con rela­ción al presupuesto que rige este año. Y los incrementos están previstos para áreas clave del país, como educación, salud, seguridad y protección para sectores sociales con mayor necesidad.

La educación, la seguridad y la salud son los sectores que mayor alza de recursos recibirán según el documento presentado. Para la actividad educativa se prevén fon­dos en guaraníes por valor de 80 millones de dólares de manera adicional, que inclu­yen los compromisos salariales con los docentes y el fortalecimiento de los pro­gramas escolares.

Otra de las áreas que más dinero público recibirá es la seguridad, con 78 millo­nes de dólares más, en moneda nacional, para el Ministerio de Interior, a los que se suman fondos para las carteras de Justi­cia y Defensa Nacional, pues el propósito es incorporar mayor cantidad de policías y operar nuevos locales penitenciarios.

En el presupuesto para el 2026 se pre­vén, en guaraníes, 60 millones de dólares por encima de lo previsto este año para el Ministerio de Salud Pública. En esta suma se incluyen 25 millones de dólares adicio­nales para la compra de medicamentos destinados al Instituto Nacional del Cán­cer (INCAN) y el importe requerido para incorporar 3.412 nuevos profesionales de blanco.

Para los programas sociales, como el de Adulto Mayor y la ampliación del Pro­grama Hambre Cero en las Escuelas se destinarán 40 millones de dólares adi­cionales. El programa de trabajo de una nación, la hoja de ruta que traza, los énfa­sis que prevé en su trajinar, están incluidos en cualquier plan de gastos e inversiones que prepara. Que es lo que puede obser­varse en el proyecto de presupuesto gene­ral del país que se ha puesto a considera­ción de los legisladores.

Si una nación está en guerra, en medio de conflictos militares, dirige la mayor can­tidad de sus recursos económicos para la compra de armas, municiones, equipos bélicos y afines. Si vive en paz, quiere el progreso y el bienestar de su gente, des­tina la mayor parte de su capital finan­ciero para fomentar la educación, la salud, la seguridad y otros fines encaminados a la prosperidad de la ciudadanía. Como están haciendo los responsables políticos del país con el proyecto de presupuesto que se presentó al Congreso Nacional y que regirá las finanzas y la vida económica del país durante el año venidero.

La nación paraguaya, que a lo largo de su historia ha sabido andar por áridos cami­nos, debe proponerse a alcanzar mayo­res logros en las áreas política, económica y social. Para ello tiene que encarar con inteligencia las decisiones y proyectos que ayuden a obtener y consolidar un desa­rrollo económico estable que alcance a la mayoría de sus habitantes.

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