A pocos días de cumplirse el segundo aniversario de la asun­ción de la actual administración gubernamental al frente del país, las distintas dependencias del Estado están intensificando su tarea, ajustando los pla­nes para alcanzar los objetivos propues­tos. Es mucho lo que se ha conseguido, pero falta aún concretar un alto porcentaje de los proyectos que se tienen.

Uno de los logros más importantes del Gobierno nacional es la intensificación de la construcción y entrega de vivien­das a las familias del país. Según fuentes del Ministerio de Urbanismo, Vivienda y Hábitat (MUVH), hasta julio de este año se han terminado y entregado 20.000 vivien­das de parte del Estado. Una cifra simi­lar al total de casas otorgadas durante el último gobierno en cinco años. Es parte de las 35.000 soluciones habitacionales que se están gestionando.

De acuerdo con las expresiones del titu­lar del MUVH, Juan Carlos Baruja, las cifras mencionadas se pudieron alcanzar mediante la tarea coordinada que se hizo con el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF), ya que ha tenido el respaldo presu­puestario que necesitaba para realizar esas inversiones desde el 2023, cuando se inició el gobierno del presidente Santiago Peña.

Para alcanzar las 20.000 viviendas cons­truidas hasta ahora fue fundamental con­tar con el dinero requerido. Para ello el Gobierno estableció en la ley de presu­puesto un aumento cercano al 50 % de los recursos que tenía anteriormente la secre­taría de Estado durante la gestión anterior. Lo que demuestra la prioridad que otorgan las autoridades actuales a los proyectos de construcción de viviendas para las familias del país.

A esta altura del año se está en el momento de planificar el presupuesto de inversio­nes para el ejercicio de 2026. Por ello el res­ponsable de la secretaría de viviendas se reunió con el ministro de Economía, Car­los Fernández Valdovinos, para preparar los números e identificar las prioridades para el ciclo venidero. Ambos secretarios de Estado se pusieron de acuerdo en algu­nos tópicos importantes de cara al año que viene. Una de esas decisiones ha sido man­tener el mismo ritmo de ejecución presu­puestaria actual para llevar adelante las obras que se han programado dando conti­nuidad al proceso actual. Ya están en mar­cha los trabajos previos para encarar los nuevos proyectos encaminados a transferir mayor cantidad de viviendas a las familias y personas de los sectores más vulnerables de la sociedad paraguaya.

“Tenemos mucha confianza en que segui­remos trabajando bien, con un presupuesto adecuado y un flujo de desembolsos que nos permita sostener e incluso aumentar la cantidad de viviendas entregadas”, explicó el ministro Baruja en un comentario reali­zado a la prensa.

Hay que tener en cuenta que la construc­ción de las nuevas casas tiene un gran impacto económico en el sector de la cons­trucción y afines, que son los más dinámi­cos de nuestro país. Esto porque da fuentes de trabajo a los oleros que fabrican ladrillos y tejas, así como a los albañiles, los cera­mistas, los plomeros, carpinteros y demás que intervienen en la puesta en marcha de las construcciones. “Cada vivienda que construimos también ayuda a sostener el empleo en muchas comunidades”, señaló el secretario de Estado.

Existen varios programas de construc­ción de viviendas dirigidos a los distintos grupos sociales. Uno de ellos es el denomi­nado Viviendas Económicas cuyo obje­tivo es reducir el déficit habitacional de las familias de nivel de ingresos medio, otor­gando facilidades en el acceso a la casa pro­pia a través de tasas de interés que están por debajo de las del mercado, a plazos cómodos y cuotas fijas y accesibles. Es para familias de ingresos de 1,5 salarios míni­mos (4.394.572 guaraníes) hasta 5 sueldos mínimos (14.495240 guaraníes) que están compuestas por madre/padre soltera/o, divorciada/o, viuda/o, padres casados o concubinos con hijos o sin hijos, hijos sos­tén. También incluye a grupos familiares con hijos menores no emancipados.

Con la tarea realizada hasta ahora, el Gobierno está demostrando su capacidad de gestión para ofrecer viviendas a cada vez mayor cantidad de personas. Si en menos de dos años fue capaz de entregar 20.000 nuevas casas, quiere decir que con el mismo ritmo podría proporcionar más de 50.000 nuevas viviendas a otras tantas familias en todo el período presidencial. Y con ello lle­vará a miles de personas que habitan hoy en lugares precarios a vivir mejor en casas dig­nas, como es el propósito estatal.

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