Se está terminando el séptimo mes del año en medio de un excelente crecimiento económico y disfru­tando de un privilegiado clima para hacer negocios. En consecuencia, todo indica que el 2025 será otro año para alcan­zar el objetivo de estar mejor.

El país ha podido conseguir grandes con­quistas económicas en el reconocimiento internacional, como el haber obtenido el grado de inversión otorgado en julio de 2024, que tantas naciones quieren obtener. Y se ubica en el grupo de países bien calificados económicamente. Por otro lado, mirando el presente con proyección de futuro, si aprove­cha adecuadamente su potencial de generar energía explotando los diversos recursos que posee, puede transformarse en el eje energé­tico de esta región de Sudamérica. Paraguay será entonces la poderosa nación reconocida por su riqueza energética y su capacidad de producción de alimentos, como uno de los centros indiscutidos del desarrollo en esta parte del mundo.

Este mes se está celebrando el primer ani­versario de la fecha en que la calificadora de riesgos Moody’s Ratings le concedió al país el grado de inversión. Mediante ese galardón internacional la nación paraguaya entró con el pie derecho al privilegiado mundo de los que tienen la máxima calificación crediticia, porque su gobierno es confiable para realizar inversiones y tiene escasa posibilidad de que no cumpla con sus obligaciones crediticias.

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El presidente Santiago Peña resaltó recientemente el acontecimiento y explicó lo que significa esa extraordinaria califi­cación de cara a la vida internacional. Por­que pone a nuestro país en la privilegiada vitrina mundial como una nación segura y con finanzas estables, que tiene bajo riesgo económico y un manejo responsable de la actividad económica.

“Hace un año, Paraguay alcanzó un sueño largamente anhelado: el grado de inver­sión. Esto significa que el mundo nos reco­noce como una economía seria, confiable y con futuro”, manifestó el primer manda­tario, agregando que eso lo coloca entre los países de la región con más sólidas econo­mías, como Chile, Colombia, México, Perú y Uruguay.

Esta situación hace que muchas empresas internacionales tengan en cuenta a nues­tro país a la hora de proyectar inversiones, para poner nuevas fábricas e impulsar el comercio. Otra ventaja es que, mediante la confianza existente en el mercado finan­ciero, los bancos y otras entidades simi­lares proporcionan créditos con menores tasas de interés.

Aparte de las calificaciones positivas en el campo financiero, el Paraguay tiene rique­zas de extraordinario valor, que si las uti­liza adecuadamente potenciará su desarro­llo y le hará obtener logros económicos y sociales como pocas naciones. Es el caso de la energía eléctrica, que en la actualidad se produce en gran cantidad y no se la puede aprovechar aún en toda su dimensión, que puede provocar una situación que en pocos años alcanzará una realidad diferente, que algunos califican que será crítica.

El viceministro de Minas y Energía, Mau­ricio Bejarano, expuso en una nota que se le hizo en nuestro diario que la meta para alcanzar los objetivos de la nación es moder­nizar la infraestructura de energía existente e incluir nuevas propuestas energéticas, como la utilización del gas natural y sen­tar las bases para el desarrollo de la energía nuclear, a un plazo mediano.

Señaló que una de las medidas que ha tomado el Gobierno es buscar “la sostenibili­dad de los biocombustibles, de la bioenergía, como para que toda la bioenergía utilizada, biomasa particular y otras biomasas que se queman hoy en la industria, para calor esen­cialmente, puedan tener una trazabilidad de reforestación con fines energéticos. Enton­ces, lo que pretendemos es buscar el desarro­llo sustentable a partir de la bioenergía”.

El especialista apuntó que, si Paraguay cumple la política energética que se ha trazado desde el gobierno aprovechando los ríos internos, la energía solar, la de los vientos que se tienen, la energía prove­niente del biogas como de masas, se puede convertir en el centro de comercializa­ción energética de esta parte de América, gracias a su posición geográfica.

El desarrollo de un país se logra mediante el trabajo inteligente de su gente, apro­vechando sus ventajas para producir bie­nes y servicios. Logrando la confianza de las naciones del mundo para realizar inversiones y comercializar todo lo que es capaz de fabricar y elaborar. El Paraguay reúne esas condiciones. La conducción de sus autoridades y el esfuerzo de sus habi­tantes harán posible la obtención de nue­vas conquistas.

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