El Gobierno nacional está empeñado en armar una fuerte campaña para que la producción del campo alcance su mayor potencia y que los campesinos aumenten fuertemente sus ingresos monetarios para progresar con mayor rapidez. Esa es la política que está queriendo incentivar con nuevas medidas que el presidente Santiago Peña pidió aplicar a sus colaboradores. Como ahora es mucho mayor la cantidad de campesinos que pueden obtener créditos financieros para aumentar su producción, porque ya son propietarios de sus lotes, la idea es activar esa posibilidad para dar un salto en la producción y en las ganancias de los agricultores.
El presidente del Instituto Nacional de Desarrollo Rural y de la Tierra (Indert), Francisco Ruiz Díaz, explicó que se está queriendo coordinar el trabajo con el Ministerio de Agricultura y Ganadería y el gabinete social para que la entrega de títulos de propiedad a los campesinos acelere el bienestar en el ámbito rural. Refirió que el impacto que genera la posesión del título de propiedad en los niveles de inversión, de productividad e ingresos de las familias rurales es muy notorio. Ya que se está incrementando en un 40 % la productividad y en 30 % los ingresos, de acuerdo con las estimaciones realizadas. Agregó que se nota la demanda de recursos financieros por parte de los que tienen títulos de propiedad para hacer sus inversiones productivas, lo que obliga a las autoridades a crear un sistema que tenga una visión integral para el bienestar del campo.
“Esta política de la microeconomía rural es una política que le permite a los productores alcanzar una transformación productiva, con un aumento importante en la productividad y los ingresos en el sector de los pequeños productores”, precisó.
La actividad campesina para incrementar la producción es fundamental, ya que incide en la alimentación local y en la posibilidad de exportar más productos, especialmente los alimenticios, para generar más ingresos al país.
Según el Banco Mundial, la producción de alimentos es fundamental para la nutrición de los habitantes del planeta y el desarrollo del mundo. Por lo que debería recibir la atención requerida.
El organismo internacional apunta que el desarrollo agrícola constituye uno de los medios más importantes para poner fin a la pobreza extrema, para impulsar la prosperidad compartida y dar de comer a la gente. Resalta que, dentro de 25 años, en el 2050, habrá que alimentar a una población que alcanzaría 10.000 millones de habitantes. Y agrega que, para combatir la pobreza, el crecimiento de la agricultura es entre dos y cuatro veces más eficaz que el de otros sectores para incrementar los ingresos de los más pobres.
El objetivo es poner fin al hambre que existe en muchos países del planeta para el año 2030, cosa que está lejos de lograrse, según la estimación de la entidad intercontinental. Tarea para la que puede contribuir nuestro país con su capacidad de generar mayor cantidad de productos alimenticios.
En el Paraguay, a raíz de las novedades que se están produciendo en el trabajo rural, es urgente adoptar medidas adecuadas para acelerar el desarrollo campesino, tal como lo han hecho los países que han obtenido esos logros. No hay secretos en esta materia, y se deben incorporar las técnicas y tecnologías más adecuadas.
Sin aumentar la burocracia, se requiere crear una buena coordinación entre los diferentes organismos dedicados al campo para unificar las tareas, no duplicarlas, y ser más efectivos en los emprendimientos. El trabajo entre las distintas entidades y organismos dedicados a las actividades rurales se debe intensificar con nuevas directivas para mejorar la coordinación y así tener más eficiencia.
En el campo del financiamiento, es necesario socializar, en el sentido de extender a todo el sector, los sistemas crediticios existentes y ver qué actividades agropecuarias son las que más necesitan fondos para canalizar las líneas de préstamos.
Teniendo en cuenta la intención del Gobierno de llevar mayor bienestar a la gente del campo, la tarea del presidente del Indert será de gran utilidad. Sobre todo considerando que con las nuevas medidas que se propongan se buscará mejorar la situación de los beneficiarios rurales. De aquellos que con sus títulos de propiedad pueden acceder a más ventajas para producir. Será otro paso más para consolidar el bienestar de los campesinos del país.