A modo de informar a nues­tros amables lectores, Silicon Valley, cuyo nombre proviene del silicio utilizado en todos los microprocesadores modernos, se encuentra en San Francisco, California ( Estados Unidos), y es conocido como un centro para empresas tecnológicas como Apple, Meta, Facebook, Google, o grandes compañías como Visa y Che­vron entre muchas otras que alberga a corporaciones y personas atraídas desde todas partes del mundo para incentivar la creación de nuevas ideas que repercu­ten sobre la productividad de las empre­sas y las economías de los países.

Los hubs tecnológicos no son muchos en el mundo y menos en nuestra región donde ocupan lugares de preferencia las ciudades de San Pablo y Río de Janeiro y como hub logístico y aéreo la ciudad de Panamá. En ellas, las redes de intercam­bio tecnológicos permiten crear e inno­var en un mismo lugar nuevas formas de conocimientos cuya afectación es de importancia para las empresas a nivel mundial.

Así fue como nació precisamente Silicon Valley al sur de la bahía de San Fran­cisco. Al comienzo no fue una intención deliberada de la Universidad de Stan­ford hasta que el entorno amigable para la cooperación y el talento lo convirtie­ron en lo que es: un centro tecnológico a nivel mundial.

Todo en un mismo lugar donde las empresas tienen sumo interés en inver­tir debido a la conveniencia para desa­rrollar mejores bienes y servicios de calidad como las hoy muy conocidas startups, empresas emergentes basadas en la tecnología de información y comu­nicación (TIC) que innovan negocios que han dado como resultado porten­tosas compañías como Amazon, Uber y Airbnb.

Lo dicho viene a colación luego de que la cadena internacional de noticias BBC Mundo resaltara en estos días el poten­cial de nuestro país para desarrollar tec­nología aplicada a la innovación en los negocios.

El mencionado medio de comunicación internacional se percató de las fortale­zas de Paraguay con referencia a algu­nos elementos esenciales que harían posible dicho objetivo. Ahí están la ener­gía con fuentes renovables, la población joven, bajos impuestos apuntalado con un orden fiscal y monetario que hacen estable y predecible su macro economía.

Al respecto, la BBC consultando con los representantes de nuestro gobierno acerca de la posibilidad cierta de avan­zar hacia la consecución de un distrito digital en nuestro territorio, dijeron luego de las entrevistas y documentos mostrados por nuestros funcionarios que el potencial del país se dirige a con­vertirse en un hub tecnológico similar al Silicon Valley.

De este modo, y tomando en cuenta los citados elementos como la energía limpia y renovable con bajos impues­tos y seguridad con los que contamos, el distrito digital que Paraguay pretende como hub tecnológico bien podría cons­tituirse en un futuro Silicon Valley, lugar desde el cual surgen diversas inventivas de aplicación en el mundo real.

De eso se trata. Convertir parte de nues­tro territorio en lo que se llama un dis­trito digital atractivo para que perso­nas y empresas, estudiantes, inversores y centros de estudios se encuentren en este lugar fortaleciendo sus capacidades y talentos, promoviendo el ingenio en un ámbito de división del trabajo.

Nuestro país puede lograr este propó­sito y ya fue instalado como una ini­ciativa desde el gobierno del presi­dente Santiago Peña, quien junto con su equipo de colaboradores vienen impul­sando un emergente centro de inno­vación tecnológica. Todavía más, el Gobierno aseguró que la construcción física de este enclave tecnológico se ini­ciaría a fines de este año.

Sabemos que esto lleva su tiempo. Sin embargo, cuando preguntan si podemos contar en nuestro país con algo simi­lar al famoso Silicon Valley, la respuesta no es una quimera expuesta a un sueño irrealizable. Estamos frente a una semi­lla que se acaba de plantar que tendrá sus dificultades, pero cuya cosecha será pródiga en abundancia para nuestro país.