El martes último, el ex pre­sidente de Estados Unidos, Donald Trump, en unas elec­ciones de tintes espectaculares, se ganó el derecho a ser de nuevo el primer mandatario de ese país a partir del 2025. Su triunfo arrollador tiene características impactantes porque no solo arrasó con la candidatura de la representante demó­crata, la vicepresidenta Kamala Harris, sino que consiguió que como nunca lo votaran grupos ciudadanos habitual­mente contrarios al sentir republicano.

A pesar de su retórica muy especial y su oposición a los inmigrantes, consiguió un conjunto de votantes más amplio que cualquier otro candidato republicano en las últimas décadas, según la conclusión de los que analizaron los resultados de los comicios. Tanto, que los latinos como los afroamericanos en esta ocasión le dieron su confianza en un porcentaje mayor que cuando enfrentó en las elecciones anterio­res al presidente Joe Biden. Mediante eso tratará que EE. UU. “sea grande otra vez”, como señala su lema electoral.

Donald Trump consiguió la victoria elec­toral porque a la mayoría de los votantes le importó qué puede pasar con la econo­mía, ya que la inflación está pesando en el presupuesto de los norteamericanos. Es la explicación que dan los especialistas, que invocan lo que dijeron los ciudadanos en las encuestas de boca de urnas a quienes no les importan mucho los asuntos pena­les de Trump sino la posibilidad de que pueda restaurar la economía para salir de los problemas actuales. La idea de que con el expresidente la situación económica mejoraría debido a su experiencia empre­sarial y presidencial fue fundamental ante la imagen de una Kamala Harris más débil, que ya subió tarde al carro de las elecciones presidenciales, que antes tenía como candidato al presidente Joe Biden. Teniendo en cuenta la realidad económica actual, Trump impulsó el miedo a que sin él las cosas irían peor para el bolsillo de todos, y eso ayudó a que se decidieran por él, de acuerdo con los analistas.

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El presidente electo obtuvo en esta oca­sión el apoyo del 45 % de los sufragios lati­nos, según encuesta de boca de urnas de NBC News, frente al 32 % que había alcan­zado en las elecciones de 2020. Consiguió ahora el 13 % de los votos de los afroameri­canos, comparado con el 8 % de los obteni­dos en el 2020. Un avance importante si se tiene en cuenta que tradicionalmente esos votantes suelen preferir a los demócratas.

Kamala Harris tuvo la desventaja de haberse presentado tarde como candidata, pues tuvo que reemplazar a Biden, cuando renunció a su candidatura después de un desastroso debate televisivo con Trump. Aparte de que se la asoció con un presi­dente venido a menos en su popularidad.

Estados Unidos es uno de los países más importantes del mundo, por su gran peso político y por su trascendencia económica. Y por ello para el Paraguay es una nación cuyo relacionamiento es de importancia trascendental, máxime si entre los gobier­nos existen signos de identidad ideológica.

Por eso el presidente Santiago Peña saludó con un efusivo mensaje la reelección del republicano Donald Trump, resaltando que “La democracia ha demostrado una vez más su fortaleza”. Posteriormente, en una nota que le dirigió, el mandatario paraguayo expresó que su gobierno tiene el interés de continuar consolidando las relaciones bilaterales entre ambos países. “Creo firmemente que, mediante la cola­boración y el trabajo conjunto, podemos abordar los desafíos comunes y aprovechar las oportunidades que se presentan en un mundo en constante cambio”, resaltó en la misiva destinada al mandatario electo, que a partir de enero próximo volverá a dirigir los destinos de esa gran nación.

Según la opinión de algunos especialistas, el resultado de las elecciones en EE. UU. puede favorecer al Gobierno paraguayo y al Partido Colorado, teniendo en cuenta que comparten filosofías conservadoras de ideas y valores, además de enfoques eco­nómicos similares. Lo cual puede ayudar a que exista un mayor acercamiento entre ambos gobiernos para canalizar mejor los intereses del Paraguay. La buena relación con el país del norte puede ser aprovechada para atraer mayor número de nuevas inversiones para fortalecer la economía paraguaya. El capital de origen estadouni­dense es uno de los más importantes que alimenta muchos proyectos en la economía paraguaya. Cosa que con el nuevo gobierno hay que incrementar en mayor medida.

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