Una oficina administrativa del Tesoro de los Estados Unidos, la OFAC, que administra y aplica sanciones económicas y comerciales a ciudadanos y empresas de otros países, nuevamente en estos días dio a conocer medidas injustas y nocivas contra una persona y una empresa privada, el señor Horacio Cartes y la Tabacalera del Este (Tabesa), respectivamente.
Todo empieza con la declaración de significativamente corrupto dispuesta contra el señor Cartes en julio de 2022, sin que el acusado haya tenido el derecho de ser escuchado ni de defenderse. Luego, en el año 2023, la empresa Tabesa es bloqueada para operar en el mercado norteamericano por ser propiedad de Cartes a través de la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC) de Estados Unidos encargada de la “Lista de Naciones Especialmente designados y Personas Bloqueadas”.
De este modo, a un ciudadano paraguayo, expresidente de la República y actual presidente del principal partido político del Paraguay (ANR), se le aplican castigos desde una oficina administrativa de un país extranjero violando los principios del derecho así como de la libertad de disponer de lo suyo.
En efecto, la OFAC le exigía al señor Cartes la inmediata transferencia compulsiva del capital de su empresa expresada en acciones, lo que implicó perder a la fuerza sus derechos de propiedad en Tabesa. Aún así se procedió de ese modo, salvaguardando los miles de puestos de trabajo de familias involucradas directa e indirectamente con los negocios del señor Cartes.
No obstante, y cuando Tabesa decide pagar al señor Cartes por la compraventa de sus acciones, la empresa es nuevamente sancionada por transferirle el dinero que de manera justa le corresponde al señor Cartes porque según la OFAC se proporciona apoyo financiero a una persona sancionada.
Como se notará, en todo este proceso viciado de ilegalidad e injusticias prevalecieron las leyes de otro país, no las nuestras, las que los paraguayos en nuestra Constitución y en este caso concreto el Código Civil adoptamos como parte de nuestro orden jurídico.
Estamos ante una grave intromisión en nuestros asuntos internos como país, además de la injusticia y daños provocados a un ciudadano paraguayo y a una empresa legalmente constituida que contribuye con empleos así como con tributos para el Estado.
Consideramos que el Gobierno norteamericano tiene el derecho de salvaguardar sus intereses en su territorio y más allá del mismo siempre y cuando existan tratados internacionales que garanticen el debido proceso para establecer sanciones a un ciudadano que no es parte de su país y se disponga de nuestro orden jurídico interno garantizando el uso y disposición de la libertad y la propiedad del acusado.
Pero mientras no exista debido proceso, se pase por alto nuestra legislación nacional y se apliquen leyes foráneas en nuestro territorio nacional, pues todo lo que se haga no será de derecho y mucho menos de justicia, y es exactamente lo que está sucediendo con el señor Cartes y la empresa Tabesa.