La idea de hacer conocer al Paraguay, sus bondades y atractivos, en todo el orbe es una de las principales preocupaciones del Gobierno nacional. Pues existe la convicción de que mediante ello el país no solo mejorará su conexión política internacional, sino que disminuirá su relativa soledad económica, ya que al ser mejor conocido también podrá ser elegido por los inversionistas de diversos países para venir aquí a hacer negocios e invertir su capital. La estrategia es de suma importancia porque existen muchos elementos desaprovechados que si se los explotan harán crecer fuertemente la economía y mejorar la situación de miles de personas que aguardan nuevas oportunidades para alcanzar el progreso deseado.
Para las autoridades nacionales, salir del aislamiento no es solo hacerse conocer, sino también lograr que vengan más capitales para explotar las fuentes de riqueza que hay aquí y beneficiar al país con más impulso a la actividad económica y mayor cantidad de fuentes de trabajo.
No se trata de un aislamiento diplomático, ya que tenemos relaciones políticas con numerosas naciones, sino la falta de mayor intercambio en asuntos comerciales, económicos y de trabajo conjunto que el Gobierno desea mejorar en aras de una comunicación productiva que posibilite el crecimiento económico y social. El mundo va a buscar al Paraguay para hacer negocios y mover la economía, si los paraguayos damos a conocer el país a ese mundo.
Esa es la idea que tiene el presidente Santiago Peña, quien ha impulsado la estrategia de romper el aislamiento no solo del país, sino también de la manera de pensar de un gran sector de paraguayos.
El mensaje sobre el punto que realizó es muy llamativo, pues afirmó que el desafío que tenemos los paraguayos “…es cómo salimos de ese aislamiento, no físico, sino mental. Nuestro problema no es la mediterraneidad física, nuestro problema principal es la mediterraneidad mental, que nos impide salir a contar sobre nuestras potencialidades al mundo”.
Y dado que el mundo no va a venir a buscar al Paraguay si nosotros no lo mostramos, aseguró que “es fundamental que nosotros salgamos a mostrar al mundo nuestro Paraguay”. Agregó que por eso ha insistido mucho en salir a mostrar y contar la historia de Paraguay, el presente de nuestro país, pero principalmente el futuro.
El pensamiento del primer mandatario es de gran relevancia, pues su propósito es hacer que el Paraguay sea mejor conocido para que pueda beneficiarse con la llegada de más inversionistas con sus respectivos capitales financieros. La proyección va más allá, pues no pone miramientos en las diferencias ideológicas que puede haber entre los distintos países y gobiernos. Afirmó que su gobierno trabajó para unir las posiciones de una región dividida por las ideologías, resaltando que el país ha encontrado la centralidad ideológica en la estabilidad, la defensa de las libertades y la democracia. Dijo que la centralidad ideológica lograda implica una gran oportunidad para nuestra nación.
La filosofía expresada por el titular del Poder Ejecutivo es de suma trascendencia, pues pinta en palabras simples y entendibles su manera de pensar en su actuación de gobernante. Como resaltó, una de sus principales prioridades es romper el aislamiento que tiene nuestro país, en el sentido económico de la expresión. Pues su propósito de darlo a conocer busca que se lo descubra y se lo considere como un destino excelente para hacer negocios y para realizar movimientos económicos productivos rentables.
Para que sea más provechosa, la idea de vender la imagen del Paraguay como destino de nuevas inversiones tiene que tener el acompañamiento activo de los diferentes sectores empresariales y de los gremios de trabajadores. La ciudadanía tiene que asociarse con actitudes positivas a la política gubernamental de interesar al mundo a mirar a nuestro país para que se pueda crear abundante riqueza mediante un mayor movimiento de capitales interesados en generar más producción.
Hay que romper definitivamente el aislamiento mental del que habla el presidente y ponerse a trabajar para lograr que el Paraguay sea una nación competitiva y conocida en el mundo. Esta es una tarea que compete a todos los que aman el país y pueden actuar desde el lugar en que se encuentran utilizando los medios que poseen.